jueves, 18 de diciembre de 2008

El Orden de la Soledad




La soledad es un espejo en el que nos miramos por días o por siempre. En silencio o en compañía. Nuestras vidas se esconden entre esas dos palabras para las que no encontré equivalente en español: loneliness y solitude. Tenemos, como la luna, un lado visible y el otro oculto: el solitario.

Así inicia el prefacio de mi primer libro de cuentos, El Orden de la Soledad (Revuelta Editores, 2008). Una colección grabada a pulso en éstos últimos 3 años.


El lanzamiento viene a coincidir en el mismo mes que se lanzó este blog hace dos años. En que la Medicina y la Literatura han logrado unirse en una amalgama. De acuerdo a lo que dijeron mis profesores y amigos, Alonso Cueto e Iván Thays, estos cuentos han nacido fruto de una observación privilegiada, cruda y sistemática, como la del médico.


Por mi parte no me queda mas que agradecerle a ellos por sus críticas constantes y apoyo incondicional, así como a mis compañeros de la Escuela de Escritura Creativa, feroces críticos. Nunca habrá vino suficiente para celebrar su amistad.

martes, 2 de diciembre de 2008

Sueños Reales



Un sueño es, en cierto modo, un relato que nos contamos a nosotros mismos. Partiendo de materiales seleccionados de la realidad, procesados por nuestras obsesiones inconscientes, soñamos cada noche dos o tres historias...

Así comienza Sueños Reales, el último libro de ensayos de Alonso Cueto (Seix Barral, 2008). Un conjunto de reflexiones sobre autores, obras y testimonios personales en las que Alonso con su habitual nervio literario descubre la trama que está detrás de cada monumento literario.

Sueños Reales, línea tras línea, confirma la norma que todo buen escritor es ante todo, un buen lector. Pero Alonso va más allá, al revelarnos que el acto de lectura es un vínculo entre lector y escritor, nos transmite el placer que siente él mismo al escarbar las ficciones de otros: nos muestra sus vinculos intensos con las obras, tantos que se convierten en un tejido tenaz, en un manto literario que finalmente nos atrapa. Alonso nos pone una celada inevitable caer en el noble vicio de la lectura.

Técnicamente hablando el libro tiene un sesgo, que en este caso es un mérito: las obras y autores comentados son los favoritos del autor o en algunos casos a los que conoció de cerca, mas que como escritores como seres humanos. Esa confrontacion entre persona y escritor, en algunos casos toma visos de redención: al enterarnos de aquellos detalles vitales uno llega a a entender y comprometerse mas con las obras de ficción reseñadas en el libro.

La prosa del libro es puro nervio, es un safari literario que para algunos lectores quizá sea un viaje de descubrimiento, pero para los entendidos no sólo es un placer sino además un racconto literario lleno de fascinación.

lunes, 1 de diciembre de 2008

Marcas Indelebles

Fuente: www.avert.org

Sólo al terminar de redactar el post reparo que hoy es Primero de Diciembre, Día Mundial de lucha contra el SIDA. Una actividad a la que estoy ligado desde hace 16 años. La novela El Africano me ha hecho recordar la serie de textos, manuales e infinidad de trabajos científicos dedicados a la cara africana del SIDA.

Recuerdo además las decenas de médicos, enfermeras y activistas africanos que he conocido a lo largo de todos estos años. Comprometidos con su trabajo, el de rescatar y asistir a moribundos, al de una lucha sorda y constante contra la incomprensión y silencio de gobiernos, muchas veces corruptos o fratricidas, que incluso, en el caso del gobierno de Thabo Mbeki llegaron a negar la existencia del virus del SIDA y atribuir los males de la epidemia a la pobreza y la hambruna, acaso para ocultar su responsabilidad de asignar mejores presupuestos para detección, prevención y provisión de medicamentos.

Esto obligó a mas de 5000 personas, entre académicos y activistas, incluyendo 11 premios Nóbel y múltiples instituciones académicas de todo el mundo a firmar la Declaración de Durban ad portas de la Conferencia mundial del SIDA del 2000 para reconocer lo que la ciencia había descubierto a 17 años de la aparición de la epidemia. Una declaración que firmé en su momento y que pueden ver aquí http://www.aidstruth.org/the-durban-declaration.php

Todo ese agotamiento y esa frustración de acompañar moribundos del SIDA, en la época que el tratamiento no estaba disponible en Perú y mucho menos en Africa me ha regresado al leer:

"...La proximidad física con ese país, ese sentimiento que sólo lo procura el contacto con la humanidad en toda su realidad sufriente, el olor del miedo, el sudor, la sangre, el dolor, la esperanza, la pequeña llama de luz que a veces se enciende en la mirada de un enfermo, cuando la fiebre se aleja, o ese segundo infinito en el que el médico ve cómo se apaga la vida en la pupila de un agonizante..."

Aún recuerdo a aquellos pacientes, una vez jóvenes y llenos de proyectos de vida, convertidos en una copia ajada de si mismos, despedirse de mi consultorio con un hasta pronto, cuando ambos sabíamos que era la despedida final, cuando en una sonrisa, un apretón de manos o un abrazo intentaba borrar el desgarro que me provocaba la situación.

Cómo se dice en la novela: ¿qué hombre se es cuando se ha vivido algo así?


En la Foto: Versión sudafricana del listón rojo de la lucha contra el SIDA

La Vida Africana


En El Africano, el narrador intenta un acto de redención con su padre, que regresó luego de muchos años a su vida convertido en un extraño. Un hombre que tenía la dureza de la vida surcada en su piel y su comportamiento, que tenía la manía de lavarse las manos con alcohol y flamearlas con un fósforo.



Fuera de su aparato de radio, conectado con una antena colgada a través del jardín, no tenía ningún contacto con el resto del mundo y no leía libros ni periódicos.
Era un hombre fracturado por la guerra, imposibilitado de reencontrarse con su familia. Un hombre que de una manera u otra le fue negado el placer de criar hijos, de verlos crecer y de desarrollarse ambos, como padre e hijos. Incapacitado de amar a su esposa y como dice el autor no ver como transcurre la luz en el rostro de la persona que ama. Porque a la larga creo que uno aprende a ser hijo, esposo y padre sólo a través de la vivencia cercana con su familia, de sentir sus latidos, sus afectos y sus desencantos.

Y eso fue lo que recibió el narrador, un padre maltratado por el arco del tiempo, la soledad y la aridez afectiva en un continente efusivo y pletórico de vida. Un padre desadaptado a la vida europea por el trato hostil del aislamiento africano. Lo que tuvieron narrador y su padre no fue un encuentro sino una colisión: generacional, de costumbres y de cosmogonías. Por eso el título de la novela. El narrador tuvo un padre del que recuerda muy poco de niño, allá en África corriendo tras las colonias de termes con sus hermanos. Un padre que regresa a él, severo y autoritario, cargado de costumbres de un continente que los europeos ven extrañas, por decir lo menos. Es que la distancia de 22 años de colonialismo y ausencia entre padre e hijos produce fisuras muy profundas.


Su padre muere el año que aparece el SIDA, de una neumonía, cuando el continente era abandonado por las potencias que lo colonizaron, sumiéndolo en una pobreza tribal y endémica. Un ejemplo claro se anota en la novela: la hambruna de Biafra, que mostró al mundo la infamia del ser humano contra sus congéneres.


No se dice en la novela, pero uno puede imaginar todo lo que vendría en los años siguientes en África, como la zona subsahariana fue devastada por la epidemia del SIDA. Como el virus fue caminando, haciendo trocha enquistado en todos los humanos que viajan por todos los villorrios y ciudades de esas áreas hasta reducir la expectativa de vida de los africanos a 45 años de edad, cuando en América sobrepasa los 75. Cuántos años de vida perdidos en el continente que aparentemente vio nacer al ser humano.


Me queda una reflexión del final de la novela, la muerte del Africano: es que para los médicos la enfermedad es el momento en que uno se comienza a parecer a sus pacientes.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

Miliaria




En El Africano el narrador intenta hacer una semblanza del padre ausente a través de los recuerdos de la infancia. Una etapa recortada a través del viaje entre dos continentes. Una fractura que se ahondó más por la Segunda Guerra Mundial.

En el relato, el narrador arregla cuentas con el padre y trata de explicar el comportamiento y estilo de vida de una persona que conoció de muy pequeño y que reencontró luego de varios años.

África era el cuerpo mas que la cara. Era la violencia de las sensaciones, la violencia de los apetitos, la violencia de las estaciones. El primer recuerdo que tengo de ese continente es el de mi cuerpo cubierto por una erupción de pequeñas ampollas, la fiebre miliar, que me causó el calor extremo, una enfermedad benigna que afecta a los blancos cuando entran a la zona ecuatorial, que en francés tiene el nombre cómico de bourbouille y en inglés prickly heat.


Y en español se le conoce como Sudamina. El nombre técnico es Miliaria y se debe a la obstrucción de los poros de las glándulas sudoríparas, esto ocurre debido a una sudoración excesiva y es más común en las zonas cálidas y húmedas.

Las glándulas obstruídas se hinchan y se ponen rojas en las zonas de la piel que están cubiertas como el cuello, tronco superior, brazos y muslos. El tratamiento de ésta condición es mantener el espacio bien ventilado y el uso de ropas de algodón que son muy absorbentes y mantienen la humedad lejos de la piel.

Estoy en el camarote del barco que bordea lentamente la costa, frente a Conakry, Freetown, Monrovia, desnudo en la colchoneta, con el ojo de buey abierto al aire húmedo, el cuerpo espolvoreado con talco, con la impresión de estar en un sarcófago invisible, o de haber sido apresado como un pescado en la red, enharinado para freírlo.

Como la novela esta ambientada en las primeras décadas del siglo XX, se aprecia que el tratamiento recomendado era cubrir con talco la zona afectada, cosa que no se debe de hacer pues empeora la obstrucción de los poros.
Leyendo este relato he recordado mi sarampión, mis paperas y las veces que tuve que visitara al pediatra a causa de mis resfríos repetidos y una madre ansiosa. Lo que me hace pensar que de adultos somos en parte una secuela de nuestras enfermedades de la infancia.

martes, 18 de noviembre de 2008

El Africano




El libro no me pudo llegar en mejor momento, cuando pasaba el día con mis padres. Impulsado por la curiosidad del reciente premio Nobel de Literatura: Jean Marie Gustave Le Clezio, conseguí el único ejemplar disponible en una librería de El Africano.
Le Clezio fue considerado por la Academia Sueca como un "novelista de la ruptura, de la aventura poética y de la sensualidad extasiada, investigador de una humanidad fuera y debajo de la civilización reinante". Además, señalaba que, "partiendo de los últimos estertores del existencialismo y del 'nouveau roman', Le Clézio ha conseguido rescatar las palabras del estado degenerado del lenguaje cotidiano y devolverles la fuerza para invocar una realidad existencial".

Debo reconocer que supe de la existencia del escritor francés un par de días antes de la entrega del premio Nobel, intrigado por la novedad y la sorpresa abrí la primera página:
"Todo ser humano es el resultado de un padre y de una madre. Se puede no reconocerlos, no quererlos, se puede dudar de ellos. Pero están allí, con su cara, sus actitudes, sus modales y manías, sus ilusiones, sus esperanzas, la forma de sus manos y de los dedos del pie, el color de sus ojos y de su pelo, su manera de hablar, sus pensamientos, probablemente la edad de su muerte, todo eso ha pasado a nosotros..."
Cerré el libro, me levanté de la cama y salí al jardín: mi padre estaba podando unas plantas, mi madre metros mas allá sentada en un banco pegando el botón de una camisa. Solos, en silencio, cumpliendo esa regla no escrita de acompañarse aún sin decirse nada. Me quedé quieto a una distancia prudente, sólo para no perturbar el cuadro que se me presentaba tierno y candoroso.
Traté de retroceder el tiempo en mi mente, los imaginé diez, veinte, treinta años atrás. El tiempo y la vida se habían encargado de provocar fisuras en su vida y en su piel, podía notarse el cansancio que provocan las labores extenuantes, como la de ser padres a tiempo completo. Recordé sus consejos, sus cuidados y también sus llamadas de atención. Recordé también los momentos de mi rebeldía y su cara al verme llegar derrotado por ciertas circunstancias de mi vida.
Estuvieron siempre allí conmigo, como lo están ahora.


viernes, 7 de noviembre de 2008

Premio Herralde

Fuente: Anagrama

Una de las cosas mas gratificantes de la docencia, es la eterna gratitud que uno guarda con sus profesores, por la dedicación que entregan, ya que al hacerlo están dejando parte de su vida con sus alumnos. En mis clases de literatura, uno de ellos, Iván Thays: severo con el detalle y amante de las novelas extraordinarias.
Esta semana amaneció con una noticia fabulosa para la literatura peruana, Iván, mi profesor y amigo (en realidad el orden no importa), resultó primer finalista del Premio Herralde 2008 con la novela: Un Lugar llamado Oreja de Perro.

De acuerdo a Iván, le tardó 8 años de peregrinación por sus mundos interiores, pero valió la pena: un periodista de súbito sólo en el mundo, un lugar en la guerra subersiva peruana, una sensibilidad incrementada para detectar su entorno. No sabemos más, no es necesario, ya que esperamos con ansias que la novela esté en Lima.
Felicitaciones Iván, lo mereces. Y como las buenas noticias no vienen solas, existe una segunda novela programada para febrero, también por Anagrama.
Vale!

Noche que va Callando


Fuente: Mesa Redonda Editores
Nunca será tarde para reconocer el trabajo o los lanzamientos de libros, sobre todo si son de calidad y vienen de mis compañeros de la escuela de Escritura Creativa. Jorge Harten, lector impenitente, escrupuloso escritor e implacable crítico, ha lanzado su primer libro. Como dice nuestra amiga común, Katya Adaui, Jorge es caserito del Premio Copé, habiendo sido finalista en más de una oportunidad.

El libro es Noche que va Callando. Los cuentos de la serie parecen haber sido escritos con una mano artesanal de paciencia infinita, cada palabra está en su lugar dando el golpe certero. Los textos de Jorge ocurren en una atmósfera oscura, seca y silenciosa, desnudando las reales intenciones de sus personajes.

Adelante con las lecturas Jorge y que el nuevo libro llegue pronto.

Herniación Cerebral


Era miércoles cerca de las siete de la mañana. Los Weiss perciben un movimiento inusual en los pasillos del cuarto de Scotty. Ha llegado el doctor Francis con un neurólogo, consideran tomar nuevas placas. Por primera vez se habla de la posibilidad de una operación.


¿Qué ha ocurrido con Scotty? Ciertamente la posibilidad inicial de una Contusión Cerebral, es decir un trauma sin daño estructural, ha sido descartada, el niño nunca salió del coma. Las contusiones producen una alteración transitoria del estado mental, incluso una ligera amnesia, pero la recuperación es rápida y completa.


Scotty habría sufrido un Trauma Encefalocraneano Severo, con un hematoma intracraneal, ya que no existe la evidencia de una fractura de cráneo externa o de su base (la que se expresaría con un sangrado timpánico o en las órbitas oculares). Una posibilidad es la de un hematoma epidural que ha ido creciendo lentamente. Existen además zonas ciegas en el cerebro una de ellas es la Cerebelar, un seguimiento cercano de las tomografías cerebrales hubiese ayudado. Un hematoma intracraneal puede crecer y ocupar volumen a expensas de la masa encefálica. Al ser un espacio cerrado, la zona inferior del cerebro tiende a salir por el único agujero disponible: el foramen magnum.

Lo que se provoca es una herniación cerebral, y una de las primeras estructuras que se dañan son los centros autónomos que regulan el pulso y la respiración

El niño había abierto los ojos, cerrándolos de nuevo. Volvió a abrirlos. Durante un momento sus ojos miraron al frente, luego se movieron despacio sobre las órbitas hasta fijarse en Howard y Ann para luego desviarse otra vez...El niño los miró, pero sin dar muestras de reconocerlos. Luego se le abrió la boca, se le cerraron los ojos y gritó hasta que no le quedaron aire en los pulmones. Entonces su rostro pareció relajarse y suavizarse...
Era una oclusión oculta, un caso en un millón. Pero para los Weiss, Scotty era uno entre la humanidad entera.

Las Constantes


Los textos del cuento me recuerdan muchas cosas del hospital: los familiares ansiosos en las afueras del cuarto de reposo, la tranquilidad interrumpida de sus rostros. Su obsesión por el goteo del frasco del suero, como si cada gota marcara el compás del ritmo de la respiración. En cómo las imágenes del entorno hospitalario aparecen brumosas, desenfocadas del objeto principal de atención, el cuerpo doliente del pariente cercano.

Con los días, cuando la angustia va cediendo al cansancio, el mundo reaparece: los pasillos, el personal, otros familiares. Sin embargo, para los Weiss, a pesar que el mundo se le hace mas visible con los días, ellos tienen que lidiar con el Principio de Incertidumbre: no saber exactamente la posición de un fenómeno físico determinado, en este caso la salud de Scotty. Aplicado a la mecánica cuántica, es no conocer cual es la ubicación exacta de un electrón en un momento determinado.

Para los Weiss es hasta terapéutico saber si Scotty está en coma o en un estado intermedio y cuáles son sus posibilidades de despertar. Pero no lo logran, el doctor Francis siempre tiene palabras de aliento, de una falsa seguridad:

Tendría que haber despertado ya. No hay razón para que continúe así - dijo- Pero les aseguro que todos estamos convencidos de que esta fuera de peligro. No hay razón en absoluto para que no vuelva en sí. Muy pronto. Bueno, cuando se despierte tendrá una jaqueca espantosa, desde luego. Pero sus constantes son buenas, lo mas normales posible.
Las constantes, el error repetido de mis residentes e internos, pensar que el paciente es un resultado de laboratorio. Las constantes pueden estar normales hasta minutos antes de la muerte.

martes, 21 de octubre de 2008

A Small Good Thing


En Parece una Tonteria, (A Small Good Thing) del libro Catedral, Raymond Carver explora una dolorosa serie de acontecimientos clínicos que derivan en un final trágico.

Una madre acude a una pastelería a encargar un pastel para el cumpleaños de su hijo Scotty que será el lunes. Yendo a la escuela con uno de sus amigos, el lunes, Scotty es atropellado al cruzar sin mirar la pista. Se levanta atontado, y decide regresar a casa. le cuenta a la madre lo sucedido y minutos después queda inmóvil.

El niño es llevado al hospital de inmediato en estado de conmoción cerebral, vomitando y en sopor. Luego de los análisis y radiografías, el médico tratante, los padres del niño y las enfermeras esperan que Scotty despierte.


Esperaron todo el día, pero el niño no se despertó. De cuando en cuando, uno de ellos salía de la habitación para bajar a la cafetería a tomar un café y luego, como si recordaran y de repente se sintieran culpables, se levantaban de la mesa y volvían apresuradamente a la habitación. El doctor Francis volvió por la tarde, examinó al niño otra vez y se marcho después de comunicarles que estaba volviendo en sí y que despertaría en cualquier momento.


Mientras pasaban los días de tensa espera, la torta de cumpleaños de Scotty, permanece sin recoger. El pastelero, molesto tener una orden sin cancelar, inicia la persecución telefónica. Llama continuamente a la casa de los Weiss, de noche y de madrugada.

Eran las cinco de la mañana, y creyó oír máquinas o aparatos de alguna clase al fondo...

- Scotty- dijo la voz del hombre- Se trata de Scotty, sí.Este problema tiene que ver con Scotty ¿Se ha olvidado de Scotty?

Colgó.


El drama de ambas historias, es que una hace mas tensa la burbuja de angustia en la que están envueltos los padres de Scotty. Para ellos la prioridad parece ser que el doctor confirme que Scotty está en coma, que despierte, que vuelva a decir mamá.

Pero en este descenso al infierno de la enfermedad del hijo ajeno las cosas no saldrán bien.

lunes, 22 de septiembre de 2008

Cada Resquicio del Día




Este fin de semana llegó a mis manos The Last Half Hour of the Day: An Anthology of Stories and Essays That Have Inspired Physicians, editado por Michael A. LaCombe, MD, MACP and Christine Laine, MD, MPH, FACP. El libro recoge extractos de obras que a juicio de los editores pueden ser piezas de inspiración que nos acerquen mas a los pacientes, que nos ayuden a interpretar . De entre ellos destacan:

Jean-Dominique Bauby ~ Raymond Carver ~ Anton Chekhov ~ Marie Curie ~ Nathaniel Hawthorne ~ Ernest Hemingway ~ Victor Hugo ~ Thomas Jefferson ~ Doris Lessing ~ Sinclair Lewis ~ Thomas More ~ Lorrie Moore ~ Axel Munthe ~ Pablo Neruda ~ Frank O'Connor ~ William Osler ~ Orhan Pamuk ~ Plato ~ Edgar Allan Poe~ Reynolds Price ~ Oliver Sacks ~ Richard Selzer ~ Alexander Solzhenitsyn ~Lewis Thomas ~ Mark Twain ~ Abraham Verghese ~Alice Walker ~ Marie Sheppard Williams ~ Abigail Zuger



En algunos casos los extractos ocupan menos de media página pero son suficientes para dejar la expectativa planteada y correr a leer el libro original. Lo que falta es tiempo.

El título del libro está tomado de una recomendación de Sir William Osler, un eminente clínico nacido en Canadá en 1849. Graduado en McGill y que creó el sistema de Residentado Médico en la Facultad de Medicina de Johns Hopkins. Luego emigró a Oxford donde trabajó hasta su muerte, ocurrida durante la Gran Pandemia de Influenza en 1919. Él deseaba que en su epitafio se escribiera que llevó a los estudiantes de Medicina a la cabecera del paciente, en una época en que la costumbre eran largas charlas dictadas por un catedrático. Él fue el creador del texto Principles and Practice of Medicine en 1892. Sucesivas edicones mantuvieron activo el pensamiento de Osler hasta finales del siglo pasado. aún mantengo una vieja edición de los 70´s y la filosofía de sus conceptos no ha perdido vigencia.
La cita que da título al libro The Last Half Hour of the Day aparece en el libro de Osler, Aequanimitas. Publicado en 1905, en su última página denominada Biblioteca de Noche para Estudiantes de Medicina, menciona que a bajo costo se puede obtener una educación liberal, con el fin de no detenerse en la preparación profesional, sin llegar a la de un erudito, pero por lo menos a la de un caballero.
Antes de quedaros dormidos, leed por espacio de media hora, y por la mañana tened un libro abierto en el velador, y os asombrará cuánto puede lograrse en el transcurso de un año.
Más abajo elabora su Top Ten List, que a continuación detallo:
  1. El Viejo y el Nuevo Testamento
  2. William Shakespeare (la mayoría de sus obras)
  3. Los Ensayos de Montaigne
  4. Las Vidas de Plutarco
  5. Las Meditaciones de Marco Aurelio
  6. Las Disertaciones de Epícteto (filósofo griego estoico)
  7. Religio Medici de Thomas Browne (1645)
  8. Don Quijote
  9. Los Ensayos de Ralph Waldo Emerson
  10. Oliver Wendell Holmes - La Serie de la Mesa del Desayuno

En mi biblioteca ya estan los tres primeros números y por supuesto el Don Quijote. Iré a la búsqueda del resto, que por lo general son ensayos morales. Sin embargo, la literatura contenida en The Last Half Hour..., será una buena compañía no sólo al costado de mi mesa de noche sino en cada resquicio del día donde suelo leer sin penitencia.

Comentaré pronto.

viernes, 12 de septiembre de 2008

La Muerte de Poe


La causa de muerte de Poe ha permanecido como un enigma, similar a su propia vida y a la naturaleza de sus obras. Las notas de JJ Moran, única referencia escrita, como médico que lo atendió en su última enfermedad (frase que aparece en los certificados de defunción), fueron cambiando en el lapso entre 1885 y 1895, tanto en sus escritos como en sus conferencias.


Moran asumió la defensa post morten de Poe, acusado por sus enemigos de "borracho", declarando que al llegar al hospital no tenía aliento alcohólico. Los únicos datos referidos a la muerte son inexactos, en una época en que las historias clínicas y los certificados de defunción no eran registros obligatorios.


De este modo las causas de muerte de Poe se hicieron oscuras y macabras como sus propias obras de ficción. A lo largo de los años, se especularon como causas: "Sensibilidad Química Múltiple" provocada por un envenenamiento crónico por monóxido de carbono, adquirido por el gas de alumbrado de Baltimore, lo que provocaría una intolerancia al alcohol; "Sindrome del Tímpano Hiperactivo" provocado por una Neurosífilis; suicidio provocado por una sobredosis de Calomel, un purgante usado en la época.


En 1995, en una Conferencia Clínicopatológica en Baltimore, se especuló que la causa de muerte de Poe fue debida a Rabia, basado en el primer reporte hecho por Moran, la carta a Mrs. Clemm: delirio fluctuante, pulso irregular, pupilas cambiantes e hidrofobia. La rabia, inoculada por la mordedura de una animal infectado, es un encefalitis viral de consecuencias fatales. Sin embargo, la ausencia de excesiva salivación ehidrofobia, no reportadas, descartaría tal diagnóstico.


Dada la historia previa de Poe, hijo de actores, una madre abatida por la tuberculosis cuando él tenía dos años, y, un padre alcohólico. Fue adoptado por sus tíos, estudió en Inglaterra, versado en francés y latín, regresó a la Universidad de Virginia, pero un año después tuvo que dejar los estudios de literatura pues le fue retirado el patrocinio de sus padres adoptivos. Tuvo una hermana con retardo mental y un hermano alcohólico. La pobreza extrema en su vida posterior pudo haberlo conducido al alcohol, adicción que se agravó luego de la muerte de su adorada Virginia Clemm. ya en octubre de 1848, un año antes de su muerte, se le vio por tres semanas borracho y recitando Eureka en los bares. Alcohólico declarado, que incluso fue apresado por su estado, sufría de ideas paranoicas de persecución.


La causa más probable de muerte entonces es un Delirium Tremens, como resultado de un Síndrome de Abstinencia de Alcohol, secundario a un estado de Dependencia. El Delirium tremens comprende: una extrema confusión, alucinaciones, delusiones (creencias falsas), tremor, intranquilidad, insomnio, así como signos de inestabilidad neuronal como pulso irregular, pupilas cambiantes y sudoración excesiva. Todo este complejo sintomático fue descrito inicialmente por Moran. La medicina de esa época conocía bien además las consecuencias crónicas del alcoholismo.


La fatalidad del Delirium tremens, en el pasado alta, hoy es escasa. Usualmente se asocia a otra enfermedad como una infección o a un trauma físico. En el caso de Poe pudo tratrase de una neumonía. La mayoría muere en estado de hipertermia.


El tratamiento en esa época era el uso de grandes dosis de opio, tema que no ha variado mucho, hoy se usan sedantes tipo benzodiazepinas.


El diagnóstico final en 1849 fue Congestión Cerebral: acumulación de sangre en el cerebro, causado por un extremo influjo arterial o un deterioro en el drenaje venoso.


El cadáver de Poe fue enterrado y desenterrado posteriormente para ser cambiado de lugar, su imagen pública fue zarandeada de mala manera. El sufrimiento en vida, su melancolía no descansaron con su muerte hasta después de mucho tiempo, en el que se reconoció su extraordinario talento como hasta ahora.




...Y la luz de la lámpara que sobre él se derrama

tiende en el suelo su sombra.

Y mi alma,del fondo de esa sombra que flota sobre el suelo,

no podrá liberarse. ¡Nunca más!


(El Cuervo)

Como nosotros no podremos liberarnos de su obra infinita.

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Eureka!





De acuerdo a las referencias históricas, en los meses finales de su vida, Poe estuvo dedicado a la diseminación de Eureka, un largo poema en prosa, de naturaleza metafísica y semi científica. Fue escrita en 1846 pero Poe dio conferencias sobre ella hasta cerca de su muerte.

De acuerdo a Poe, Eureka, que trata sobre la ciencia y el universo, fue el clímax de sus logros creativos. Un tema que acaso le apasionaba desde niño: la inmensidad de las estrellas. Para ello, había leído a Newton y a Kepler, entre otros matemáticos. La obra fue escrita en el doloroso periodo posterior a la muerte de Virginia Clemm. Poe llegó a pensar que las revelaciones de Eureka estaban muy por encima de las logradas por Newton.


El prólogo de la versión en español de Eureka (alianza Editorial) está escrito por Julio Córtazar y reseña una carta del mismo Poe, del 29 de febrero de 1848, en la que resume la esencia del libro, puntos que condenso así:




La proposición general es ésta: Puesto que nada fue, todas las cosas son.




  1. Un examen de la universalidad de la gravitación, esto es, del hecho que cada partícula tiende, no hacia ningún punto común, sino hacia otra toda partícula.


  2. La gravedad no es sino el modo según el cual se manifiesta la tendencia de todas las cosas a retornar a su unidad original.


  3. La ley reguladora del retorno, esto es, la ley de la gravitación, no es sino un resultado necesario del único modo posible y necesario de irradiación uniforme de la materia a través del espacio.


  4. El universo de los astros (a diferencia del universo espacial) es limitado.

  5. La mente conoce la materia solo por su dos propiedades: la atracción y
    la repulsión.

  6. La materia, al surgir de la Unidad, surgió de la Nada, esto es, fue creada.

  7. Todo retornará a la nada, al retornar a la Unidad

Lo que he propuesto revolucionará su tiempo el mundo de la ciencia física y metafísica. Lo digo con calma, pero lo digo.



En uno de los párrafos iniciales Poe escribe así, en una obra que fue dedicada a Alexander von Humboldt, y quien luego, por vergüenza ajena, no vertiera comentario alguno:



Me propongo hablar del Universo físico, metafísico y matemático; material y espiritual; de su esencia, origen, creación; de su condición presente y su destino. Seré, además, temerario al punto de contradecir las conclusiones y, en consecuencia, poner en duda la sagacidad de muchos de los hombres mas grandes y más justamente reverenciados...

Mi proposición general es la siguiente: En la unidad general de la primera cosa se halla la causa secundaria de todas las cosas, junto con el germen de su aniquilación inevitable.



Las teorías expresadas en Eureka no tuvieron respaldo público , su tiraje inicial fue de 500 ejemplares, aunque el deseaba que fuera de 50,000. Una persona con una inteligencia brillante, pero insubordinado, se granjeó muchos enemigos a lo largo de su vida por no encajar en el sistema. Poe fue capaz, en sus épocas de lucidez, de incrementar sustantivamente los suscriptores de diarios para los que trabajaba, sus escritos eran esperados cada semana. Con Eureka pensó llegar al summum de su creatividad. Una obra que, al margen del muy tangencial acierto científico, fue apreciada en sus vértices espirituales y artísticos por poetas como Baudelaire y Valéry.

Violento y egocéntrico, Poe consumió su vena creativa con Eureka y se sintió muy decepcionado por la pobre recepción de la obra. Sin embargo, a la luz de la ciencia actual, Poe esbozó dentro de su imaginación sideral algunos conceptos conocidos ahora: el Bing Bang, el concepto de Espacio Tiempo, la existencia de otras galaxias, la capacidad de la fuerza de la gravedad de provocar colapsos de grandes masas, y, la existencia de agujeros negros.

Como señala Cortázar, uno de los momentos mas bellos de Eureka es cuando Poe nos coloca dentro de la inmensa Y mayúscula de la Via Láctea, sólo para mostraros como el cielo estrellado depende, ante nuestros ojos, del sitio desde lo observemos, a través de la Y, o, a lo largo de ella.

Imaginación sideral que acaso acompañe en estas horas a los científicos, que en Suiza, han puesto en marcha el Gran Colisionador de Hadrones: un acelerador de partículas que liberará dos haces de protones en direcciones opuestas y que colisionarán a una velocidad cercana a la luz. El experimento reproducirá los instantes posteriores al Big Bang, explicando su origen, la relacion entre la materia y la antimateria, pero sobre todo tratará de encontrar la partícula que dió origen a la vida, y, explicar porquè la materia tiene masa, la llamada Partícula de Dios.

Agotado por el esfuerzo mental Poe escribió a Mrs. Clemm: No tengo deseos de vivir desde que escribí Eureka. No podría escribir nada más. Lo entiendo, sobre todo al leer las líneas finales de la obra:


Entretanto, ten presente que todo es Vida. Vida. Vida dentro de la Vida, la menor dentro de la mayor, y todo dentro del Espíritu Divino.

¿La partícula de Dios? Las palabras de Poe se mantienen suspendidas, como la vida y la muerte, reventándose y recreándose en su universo cíclico. En su Éter literario. Expandiéndose y contrayéndose como en un latido infinito. Eternamente.
En la Foto: El Colisionador de Hadrones. Hadrón: del griego denso, partículas subatómicas sostenidas por fuerza nuclear.

Washington College Hospital


Se conoce poco además sobre las circunstancias en que Poe fue conducido al hospital. Fue encontrado desorientado, tirado en el suelo a las afueras de Ryan Forth Ward, un lugar de votación. Uno de las personas que lo vio en tal,estado dirigio una nota al médico J.D. Snodgrass, amigo de Poe:

“Estimado señor - Hay un caballero, más bien mal vestido, en el 4º distrito de Ryan, que se hace llamar Edgar Allan Poe, y que aparenta estar muy angustiado, dice ser conocido de usted, y le aseguro, está necesitado de ayuda inmediata. Suyo, apresuradamente. J. Walker”.

Snodgrass consiguió un carruaje. Llevaron a Poe y de acuerdo a una nota posterior de Moran, Poe "no olía a whiskey". Una de las cosas que llamó su atención fue en cambio su vestimenta: una chaqueta sucia de bombasí, pantalones de un tejido similar pero de diferente talla, la camisa raída y manchada de orina y heces. Los zapatos desteñidos y de cuero gastado. Una sola cosa contrastaba esta pobre imagen: un fino bastón de madera.

Poe cumplía los criterios diagnósticos del DSM IV para Abuso de Alcohol:

Un patrón desadaptativo de abuso de alcohol que conlleva un deterioro o malestar clínicamente significativos, manifestado por uno (o más) de los siguientes, durante un período de 12 meses:
a) Consumo recurrente de alcohol, que da lugar al incumplimiento de obligaciones en el trabajo, la escuela o en casa (p. ej., ausencias repetidas o pobre rendimiento laboral relacionados con el consumo de la sustancia; ausencias relacionada con la sustancia, suspensiones o expulsiones de la escuela; descuido de los niños o de las obligaciones del hogar)
b) Consumo recurrente del alcohol en situaciones en las que hacerlo es físicamente peligroso (p. ej., conducir un automóvil o accionar una máquina bajo los efectos de la sustancia)
c) Problemas legales repetidos relacionados con el alcohol (p. ej., arrestos por comportamiento escandaloso debido al alcohol)
d) Consumo continuado del alcohol, a pesar de tener problemas sociales continuos o recurrentes o problemas interpersonales causados o exacerbados por los efectos del alcohol (p. ej., discusiones con la esposa acerca de las consecuencias de la intoxicación, o violencia física).

Poe fue arrestado al menos una vez por ebriedad. Una nota del Editor del Southern Literary Messenger el 17 de Octubre de 1848, refiere que Poe anduvo borracho por tres semanas en las cantinas recitando pasajes de su obra Eureka.
Una de las especulaciones más solidas respecto a sus últimos días, es que Poe acaso haya sido víctima del Cooping, una ilícita práctica electoral. Era llevada a cabo por pandillas contratadas por uno de los candidatos. Consistía en secuestrar borrachos y mendigos, los que eran llevados a votar múltiples veces en diferentes locales electorales. Para tal fin, los secuestrados eran alimentados y proveídos de licor en sótanos o trastiendas, como pollos en una jaula (coop). Para engañar en las urnas sus ropas eran permanentemente cambiadas.
De este modo, se podría explicar porque Poe llegó en tal estado a Washington College Hospital.

Una Brillante pero Inestable Luz



Hace tiempo que quería escribir sobre un libro que me quemaba las manos, Post Morten: Solving History´s Great Medical Mysteries. El autor es Philip Mackowiack, un médico estudioso de la Fiebre y de lo que llamamos Conferencias Clínico Patológicas, sesiones en las que un médico se dedica a averiguar las causas de la muerte de un enfermo.

En Post Morten, el Dr. Mackowiack se coloca en la doble función de historiador y forense. Analiza las causas de muerte en la época de los Faraones, la Atenas Clásica y la Roma Imperial, así como las de Alejandro Magno, Mozart, Beethoven, Colón, entre otros. En las páginas del libro se exuda parte de la calistenia cerebral que tanto me gusta ejercitar: conocer el argumento de la enfermedad.

Uno de los capítulos, A Bright but Unsteady Light, está dedicado a los últimos días de Edgar Allan Poe, desde su llegada al Hospital de Washington College. La única fuente de referencia parece ser la del Dr. Joseph J. Moran , quien luego de la muerte del poeta dio varias conferencias. Al parecer, por un afan de notoriedad, olvido o, acaso la senilidad, las versiones fueron cambiando. De todas las versiones orales, tres documentos fueron los mas importantes, una carta a Maria Clemm, suegra de Poe, fechada el 15 de Noviembre de 1849, un artículo publicado en el New York Herald el 28 de Octubre de 1875 y un libro de Moran, A Defense of Edgar Allan Poe, publicado en 1885.


De todos, la nota a Mrs Clemm parece ser la mas confiable por la cercanía al evento. De acuerdo a la carta Poe llegó al hospital a las 5pm del miércoles 3 de Octubre. Estaba inconsciente y permaneció así hasta las 3am del día siguiente en que aparecieron un temblor en los cuatro miembros y un estado de delirio no agresivo. Poe conversaba constantemente con objetos y espectros imaginarios que salían de las paredes. Lucía pálido y sudaba copiosamente. Los intentos médicos fueron nulos para calmar tal estado.


En las pocas oportunidades que ganaba la conciencia, Poe fue interrogado acerca de una referencia sobre sus familiares y las circunstancias previas al internamiento, así como una explicación sobre el estado de su vestimenta al momento de su ingreso al hospital. Todas sus respuestas fueron incoherentes y no confiables. Moran dio esperanzas a Poe que las cosas mejorarían y que pronto gozaría de la compañía de sus amigos, a lo que Poe respondió que "lo mejor que podría hacer su mejor amigo es volar su cerebro con una pistola".

Luego se le aplicó un calmante y quedó dormido. Horas después despertó en un violento estado de delirio, tan fuerte que dos enfermeras eran incapaces de calmarlo. Permaneció agitado y agresivo hasta el sábado 6 por la noche, llamando a un tal Reynolds. A eso de las 3am, debilitado por el ejercicio extremo, Poe descansó, giró la cabeza y aparentemente dijo: "Dios, ayuda a mi pobre alma" y expiró. El diagnóstico oficial fue Congestión Cerebral.

La historia posterior está llena de especulaciones sobre las circunstancias que llevaron a la muerte al poeta, a tres meses de cumplir los 41 años. Acaso con su vida y su muerte contribuyó a alimentar el temor y la intriga que había sembrado con la creación de los géneros de ciencia ficción y de detectives.

Dos años atrás había muerto su amada Virginia, consumida por la Tuberculosis. El colapso sentimental que sucedió a la muerte de aquella había terminado. Y como el cuervo en la ventana acaso dijo también: Nunca más.

lunes, 1 de septiembre de 2008

Historia de Titanes



Las ideas se asocian de maneras inesperadas. El pasado fin de semana leía un mensaje de uno de mis alumnos, una de sus consultas quedaba fuera del ámbito clínico: que fué primero, la pasión por la Medicina o la Literatura.

Por otro lado, revisaba en los diarios el domingo un comentario sobre la última película de Josué Mendez, Dioses, que ví en el pasado Festival de Lima. Un fresco que se mueve al filo de la crítica y la ádmitación de la clase alta limeña. En uno de los pasajes de la película se menciona la historia de Cronos, dándole el doble mensaje a la estructura narrativa del film.

Fue en ese momento en que dos líneas aparentemente paralelas hicieron una inflexión para cruzarse.
Cronos, uno de los Titanes, nacido de Gea (Tierra) y Urano (Cielo), fue el encargado de vengar la costumbre de su padre de desterrar a sus hijos, Titanes, Cíclopes y Hecantóquiros (gigantes de cien manos) en el Tártaro (Inframundo). Cansada de éste hábito, Gea convenció a Cronos, quien envidiaba a su padre, de que lo matara. Durante una emboscada Crono logró castrar a Urano.

Alcanzado por una maldición, Crono, quien se casó con Rea, devoraba a sus hijos para evitar ser derrocado. Finalmente, Rea evitó que sus hijos Zeus y Poseidón fueran engullidos al ofrecer a Cronos una piedra envuelta en pañales. Zeus, ya adulto, consiguió con un emético hacer que Cronos vomitara a sus hermanos que permanecían dentro de su cuerpo. Luego de intensas batallas, Zeus se impuso e inició la dinastía de los Dioses del Olimpo.

En estas guerras las lealtades se alternan y las supremacías también. Fue en ese momento en que apareció mi epifanía y la respuesta a la consulta de mi alumno.
No recuerdo bien cual fue primera, mi pasión por la Literatura o la Medicina, sólo recuerdo que desde siempre leía todo lo que tenía a mi alcance y entre mis visitas al médico por ser tan enfermizo o los juegos de doctor que me regalaban, nació mi vocación médica, en una edad en que mis amiguitos querían ser astronautas o presidentes. Ambas disciplinas se convirtieron en el cielo y la tierra para mi, en una época en que tú unica responsabilidad es la de ser un buen hijo.

Pero un día, no recuerdo cual, la Medicina se tragó a la Literatura, la fagocitó. Si bien hubieron algunos espasmos narrativos durante mis épocas de la facultad o los primeros años de vida profesional, me dediqué por completo a ser médico, en todos sus matices y estilos: clínica, investigación, salud pública, docencia.

Luego de tal exploración reapareció la necesidad de leer y escribir. Primero fueron cartas, luego pequeños artículos en revistas locales, luego trabajos más elaborados como Reportes, Ensayos y Tesis. En cada uno de ellos aparecía un epígrafe literario.
Hasta que un día en la Escuela, que liberó a todos mis dioses internos, construí mi primer cuento, imperfecto y arcaico. que distantes estaban los días de aquel cuaderno repleto de poemas clandestinos que regalé a mis veinte años a una quinceañera de cabello castaño de la que andaba enamorado.

Mis dioses han vuelto para quedarse, con ellos leo a los Titanes (literarios) y escucho a las Musas.
Creo que la pregunta ha sido respondida.

jueves, 28 de agosto de 2008

La Musicalidad de las Palabras


Eso lo aprendí en la Escuela. Cada palabra tiene un tono y cuando se juntan producen un compás, una fuerza, una emoción. Por eso Flaubert leía en voz alta sus manuscritos de Madame Bovary, cuando una palabra desentonaba, era inmediatamenteb excluída, asi lograba encontrar Le Mot Juste, la que encajaba perfecta en su armonía.


Digo esto pues hoy en la tarde, como todos los dias, yendo de un lado a otro de la ciudad, acostumbro a escuchar música y recordé las veces que utilicé canciones para alcanzar la tranquilidad que deseaba para escribir o para obtener un ritmo de narración apropiado a mi historia.


Por ejemplo, hace unas tres semanas me la pase explorando todas las radio de tecnocumbia con el fin de incorporar ciertas letras de canciones que eran muy funcionales al texto. De este modo había reado un soundtrack a mi cuento. un sueño que espéro alcanzar cuando los textos sean presentados en formato digital.


Hace unos años pasé horas escribiendo bajo un mismo ritmo, como fue el caso de un cuento que transcurre en una discoteca. La narración debía de ser trepidante y sincopada, con la percusión golpeando los tímpanos.


El acento, el golpe de una consonante o el vuelo de una sílaba definen la melodía de una palabra, que cuando se juntan pueden armar hasta una sinfonía. Puede guiar suavemente como un vals, erotizar como un tango o desgarrar como una guitarra de rock.


Una palabra puede acelerar el beat del corazón, relampaguear los nervios o caminar suavemente por la piel


Todo eso podemos hacer con las palabras. Inténtelo

Lo Que Queda del Día


Esta vez no voy a referirme a la novela de Kazúo Ishiguro. Este mes de aparente silencio ha estado marcado por tres asuntos fundamentales: la FIL Lima, el Festival de Cine de Lima -al cual llegué raspando- y el Curso Gorgas de Medicina Tropical para Expertos.


Cada cual imponía un ritmo distinto, el viaje interprovincial hasta el Jockey Plaza para perderme entre las páginas de las novedades y de los clásicos. La elección de las películas a ver, con calendario en mano, donde las decisiones a veces pasaban por un salto al vacío; y, repetir hasta la saciedad el circuito de visitas clínicas en el hospital, buscando y presentando casos, sumergiéndome en la maraña bibliográfica.


No morí en el intento, ahora tengo más libros en los estantes, pendientes de lectura; las películas, disfrutadas en la gran sala oscura me enseñaron nuevas formas de narración: y, los casos clínicos refrescan mi ejercicio clínico.


Pero terminé exhausto. Alcanzar el cenit agota. No pocas veces este mes quede dormido, atrapado bajo la colcha que me protegía del frío, con el libro abierto o irradiado por la pantalla del televisor.


Es momento ya de ordenar la casa. De completar mis textos que van por su enésima revisión y de darle forma al análisis de todas las lecturas que, con paciencia, se vieron un poco relegadas pero que siempre estuvieron acompañándome , en esos lapsos que me permitía para respira con tranquilidad.


Lo que quedó de cada uno de esos días, será motivo para la publicación de futuros posts.

The Cure en Huancayo


Conocí los trabajos de Ulises en los talleres de narrativa. Sus textos viajaban a lomo de caballo entre lo urbano y lo andino, sobre todo por su particular entonación al momento de leerlos. Al inicio me sorprendió el tono de sus relatos, pero a medida que pasaban las semanas comprendí que sus historias iban mas alla de la mezcla de tópicos o de la densidad de sus textos. Sus historias quedaban pegadas como queda el fondo de una olla de barro o los restos de la molienda de un batán.
Ahora veo que se cumple un plan que Ulises ya había trazado con anterioridad, la publicación de su primer libro de cuentos: The Cure en Huancayo.
Estaremos allí, los compañeros de la Escuela y todos sus amigos. La cita es en Pescados Capitales, el viernes 29 a las 7:30 pm. Presentan Iván Thays y Marco García Falcón.
Los esperamos.

viernes, 25 de julio de 2008

Arrancó la FIL Lima con Humo Blanco


Con el tiempo he llegado a pensar que las Ferias del Libro vienen a ser cómo nuestros Congresos Científicos, un gran encuentro donde se esperan las novedades y los espacios de discusión.


Esta última FIL nos tuvo con la inquietud de los goles de último minuto de la Euro 2008, que finalmente, en este caso, antes del pitazo inicial resolvió amistosamente las diferencias entre la CPL y la ALPE.
Saludamos que ambas partes hayan guardado su artillería en una confrontación que lesionaba a todos, inlcuído el patrimonio cultural del país.
Ahora sí a disfrutar de los libros. El programa cultural lo pueden ver en www.filperu.com


Por Qué Escribo


Anoche me hicieron la pregunta: ¿cómo haces para escribir, has dejado a tus pacientes? Es difícil siquiera hilvanar una respuesta y aun no puedo resolverla. Muchas veces me siento jaloneado por las demandas de los pacientes, por el trabajo de un hospital que se figura hostil con frecuencia, por lo ordinario de ser un ciudadano común, de pagar las cuentas mes a mes, de comer, lavar o planchar.


Me pregunto como lo hacía Chekhov, quien refería que trabajaba de día y escribía de noche, esposa y amante alcanzaron una armonía que se me hace difícil de lograr. Ha pasado mas de un siglo y los tiempos se han tornado mas exigentes para el ejercicio de la medicina. No sólo por la mayor presión social, legal o comercial, sino además por el aumento de la oferta académica, la capacitación continua es una necesidad. La información clínica relevante que aparece a diario impone un ritmo de entrenamiento que consume hasta un par de horas al día. Lo que podría ser un impedimento lo trato de moldear en una ventaja, la Medicina permite un acercamiento sutil pero profundo a los vericuetos del ser humano en su fase mas vulnerable, la de estar enfermo. Su sufrimiento es posible de ser palpado incluso a costa de ver rasgados los sentimientos de uno. En mis textos de Medicina encuentro la mayoría de respuestas a mis dudas científicas, pero sigue quedando un espacio, que en ocasiones se convierte en un abismo. Entonces, la Literatura se convierte en una herramienta, que ayuda a la curación del enfermo pero que también me da una protección que me apacigua y fortalece. A través de las obras literarias, clásicas y contemporáneas, llego a conocer la médula de la existencia humana. Pero sobre todo, me pruebo a diario con la tarea de perseverar, de conservar mi pulsión por la escritura y de alimentar mi pasión de ser un buen lector.
Leo en todo resquicio disponible, en forma impenitente, donde las publicaciones médicas se mezclan con las obras literarias, formando una amalgama densa y tenaz. Como en las épocas en que martillaba mis libros de semiología en busca de la verdad clínica y de contrabando consumía el tiempo en una serie de novelas y textos de poesía. Al levantar la mirada hacia el mundo, en uno de mis reposos de lectura, observo mucho, a veces con el descaro del fisgón, absorbiendo las experiencia humanas, sus sinuosidades y sus grandezas.


Escribir cae entonces como una secuencia lógica de mis experiencias vitales. Escribo para recrear mi vida, para decir lo que no pude en su momento, para denunciar y también para mostrar el afecto que mi personalidad envuelta en una neblina no puede dar.

Escribo con una disciplina espartana y compulsiva, robada a los momentos que debiera estar descansando. Escribo mentiras y fantasías con la energía de un niño. Lo que para otros pudiera ser una tarea onerosa para mi es un don que he de cultivar con la persistencia de un jardinero dedicado. Invento y manipulo la realidad hasta el punto que mis personajes viven por si mismos y los dejo que me cuenten su verdad o que en su silencio me revelen lo oculto, lo que escondían tras de sus acciones, reflexiones dramáticas y profundas acerca del Ser.

¡A qué hora lo hago? En este mismo momento, en realidad en cualquiera, en el que subo a mi árbol imaginario, como cuando fantaseaba de niño, para vivir con mis personajes y mis argumentos, para transformarlos mediante la técnica literaria en una expresión que me permita, desde la torre de mi castillo, investigar el mundo y explicarlo en toda su complejidad y belleza.


Escribo también para explicarme porqué existo y que hago aquí.


En la Foto: Anton Chekhov, uno de mis derroteros


viernes, 18 de julio de 2008

Feria del Libro 2008


Nunca pensé tocar un tema como éste en Historias Clinicas, para eso tengo un blog de temas dedicado a las políticas de salud. Pero en las ultimas dos semanas, los diarios y la blogósfera se han convertido en un espacio de discusión, y en el caso de algunos, de exposición de desavenencias personales y comerciales. Asumo la palabra desavenencia en un sentido poco cordial.


Pero los seres humanos seguimos un patrón de comportamiento marcado por nuestras emociones primarias y el entorno cultural. En algunas oportunidades poco importa el grado de instrucción, como en las situaciones límite.


Una de ellas ha sido el problema entre la Cámara Peruana del Libro (CPL) y la Alianza Peruana de Editores (ALPE), suscitado a raíz de la próxima FIL Lima, un bien cultural que nos pertenece a todos y que ha venido ganado prestigio con el correr de los años. Eso ya lo sabemos, de la constancia, la buena organización y la inclusión de todos podremos construir un evento que nos represente como país y que alcance el prestigio de otras ferias internacionales como las de Guadalajara, Bogotá o Buenos Aires, para comenzar por América Latina.


Y es que los libros no son solo un patrimonio cultural sino además un commodity, un bien comercial. Allí parecer radicar el origen del veto a las editoriales independientes. el mensaje subalterno que entrega la CPL es: permitimos que hablen (al incluirlos en el programa cultural) pero que no vendan (al negarse a que ocupen los stands).


Luego viene lo que dijo Poe en uno de sus cuentos, la capacidad de algunas personas de negar lo que es y decir lo que no es. Que si existen personas no gratas para la CPL, que si la ALPE hizo una colecta entre sus miembros para pagar los stands y se enteraron por un e-mail, que si se confunde sub arriendo con representación comercial, que si la ALPE no está en registros públicos, resultan asuntos secundarios que oscurecen el panorama de la Feria, que debe de ser representativa. Lo concreto es que la ALPE no tiene espacio para la difusión de los libros, negar su existencia y dinamismo, es negar lo evidente. A pesar de su fragilidad, ya que la la mayoría de sus proyectos son co financiados con mucho esfuerzo por parte de los autores, las editoriales independientes han ganado un espacio.


LA CPL tiene aún la oportunidad de honrar sus principios institucionales y de incluir a todos, mas aún cuando en el entorno conviven piratería, bajos índices de lectura y una pobre comprensión de la misma.


Las ventas serán decididas por el mercado, siguiendo estrictamente sus leyes: capturando el interés de los compradores, el efecto del marketing (producto, plaza, precio y posicionamiento), pero sobre todo por la oferta literaria. Muchos comprarán bestsellers, diccionarios y libros de negocios. Pero un buen grupo buscará obras de calidad. No se entiende cuál es el temor si las grandes distribuidoras tienen los mayores recursos para ejecutar sus estrategias comerciales o acaso es el simple deseo de marginación de los poderosos.


Eso es lo que se lee en los comunicados y notas de prensa de los implicados: la soberbia del que tiene la sartén por el mango, que le da la capacidad de ningunear a quién no es como él, la pobre identificación con el Otro, a quien ve como amenaza. Por eso se parapeta en artilugios legales, una alianza o un grupo de trabajo no necesariamente debe estar inscrito en los registros públicos, muchas veces tal formalización trae más problemas que beneficios, entre ellos la ruptura y el alejamiento de los principios originales.


La ALPE ha demostrado dignidad al no aceptar ser dividida y mostrar siempre un lado para negociar una salida en bloque.


La CPL debe de limpiarse de la contaminación que provocan las rencillas personales o el conflicto de interés influenciado por los grupos de poder. Sólo tiene seis días para hacerlo.





viernes, 11 de julio de 2008

Interrumpimos este Programa



Para dar un aviso importante: el lanzamiento del primer libro de Patricia Miro Quesada, Herencia de Familia. Compañera en la Escuela de Escritura Creativa y en los Talleres de Narrativa, Patricia, diestra en la aplicación de la anagnórisis, escribe con pulso firme y sensible temas que por cotidianos no dejan ser trascendentales en la vida de todo ser humano: la familia, las relaciones de pareja, entre otros. Los cuentos son impecables, pero de todos me atrevo a nombrar mis favoritos: Cirugía Mayor y El Mar. El libro ha sido editado en la Colección Narrativa de Mesa Redonda.

El libro refleja el talento narrativo de Patricia, estimada classmate, severa en la crítica y apasionada lectora, como todo buen escritor, en este caso escritora, para que no se molesten mis amigas feministas.


Hay dos oportunidades para asistir a la presentación del libro.


Restaurante Pecados Capitales
Av. La Mar 1337, Miraflores
Miércoles 16 de julio - 7:30 p.m.
Comentarios: Alonso Cueto e Iván Thays.


FIL LIMA
Centro de Convenciones Jockey Plaza, Sala Ricardo Palma.
Jueves 31 de julio - 4:00 p.m.
Comentarios: Eduardo Lores.



No faltar! Pasaremos lista compañeros de la Escuela

martes, 8 de julio de 2008

The Top Ten


Un artículo de Time, que se refiere al libro Top Ten: Writers Pick their Favorite Books de Peder Zane, menciona que la literatura es inefable e inconmensurable. El libro contiene reseñas de 544 libros y a través de sus páginas se confirma algo que se escribió en un anterior post: la literatura, como la materia, no se crea ni se destruye, sólo se transforma.


Como valor adicional se incluyen las listas de los libros preferidos por 125 escritores británicos y estadounideneses como Norman Mailer, Annie Proulx, Stephen King, Jonathan Franzen, Claire Messud, Margaret Drabble, Michael Chabon and Peter Care, Ha Jin, AM Homes, John Banville, Jim Crace, Lorrie Moore, Julian Barnes, David Lodge, David Foster Wallace.


Cada uno de los escritores ha presentado su lista de diez favoritas, finalmente el editor ha condensado todas las listas en una sola, a saber:




  1. Anna Karenina by Leo Tolstoy


  2. Madame Bovary by Gustave Flaubert


  3. War and Peace by Leo Tolstoy


  4. Lolita by Vladimir Nabokov


  5. The Adventures of Huckleberry Finn by Mark Twain


  6. Hamlet by William Shakespeare


  7. The Great Gatsby F. Scott Fitzgerald


  8. In Search of Lost Time by Marcel Proust


  9. The Stories of Anton Chekhov by Anton Chekhov


  10. Middlemarch by George Eliot

Un dato adicional, en un apéndice se condensan los resúmenes de todos los libros mencionados por los autores.

viernes, 4 de julio de 2008

El Cuento más Pequeño


Es de Ernest Hemingway



"For sale: baby shoes, never used."

No se sabe si fue escrito debido a una apuesta o a un reto personal del escritor. Una obra de arte sobre la técnica de la punta del iceberg.

jueves, 3 de julio de 2008

Ejemplo de Microcuento



DÍA DE
DIFUNTOS


Cuando llegué al tanatorio, encontré a mi madre enlutada en las escaleras.

-Pero mamá, tú estás muerta.

-Tú también, mi niño.

Y nos abrazamos desconsolados.




Tomado de Ajuar Funerario de Fernando Iwasaki, 2004

De Cómo Quedé Estando Aquí

Un botón más:

Todo comenzó, al menos para mí, pocas horas antes. Contemplaba el retrato de mi abuelo -que siempre estuvo sobre la mesa de noche- y, de pronto, el retrato y la mesa se convirtieron en una foto del retrato sobre la mesa.Sin comprender, salté de la cama y el cuarto se redujo a una foto del retrato, la mesa y la cama. Salí corriendo a la calle, miré mi casa y la casa se hizo una foto de la casa. Retrocedí aturdido y las fachadas de todas las casas de la calle se transformaron en una gran foto, un gran mural, ante mis ojos.

Empecé a correr hacia el Sur, sabiendo que el gran plano iba ganando terreno atrás. Intenté escabullirme al dar la vuelta a la esquina. Me arrojé de espaldas al edificio pretendiendo verme cubierto por el ángulo recto que allí se formaba. Pero fue tarde. Resbalé al sentir que la esquina se hacia un plano y el edificio una foto en perspectiva. Fué así como quedé estando aquí.

No se entiende porque se refiere al Sur, en mayúsculas ¿acaso una referencia al cuento deBorges?

miércoles, 2 de julio de 2008

Sobre los Microcuentos


El cuento, nacido en oriente por la necesidad de contar algo y dejar de paso una enseñanza moral, es en la actualidad un género socorrido en los talleres de escritura creativa.


Pero su brevedad y aparente simpleza no van aparejados con la complejidad de escribirlos. Recuerdo hace ya varios años, apremiado al tener mi primera presentación en inglés en un Congreso de Medicina Tropical en Baltimore, mi tutor, un profesor que caminaba entre la delgada línea de la locura y la genialidad, me aconsejó lo siguiente: (Shorter, you better).


Tenía que condensar en 8 minutos el trabajo de todo un año. Me pasé dos días enteros, hasta bien entrada la noche, reduciendo mi presentación. con la ayuda de mi recién estrenada laptop Dell, y así pude conocer algo la bahía de Baltimore y las cercanías del hotel, corrigiendo constantemente los slides a orillas del muelle o en el restaurante. Finalmente, pude concluir mi tormento luego de mil correcciones y simulacros de presentación. La presentación fue impecable.


Años después, aprendí que los cuentos son corregibles y perfectibles. Uno corrige hasta la saciedad y siguiendo los designios de la obsesión más sutil, hasta hacer que las últimas versiones difieran notablemente de la intención inicial del autor. Las sugerencias pueden venir de nuestros pares, tutores, correctores y ulteriormente de los editores.


Los cuentos breves, o microrrelatos, tienen entonces la doble carga de esfuerzo, el ahorro de palabras al mínimo con los máximos efectos. Un cuento insuperable vino de la autoría de Augusto Monterroso, El Dinosaurio:
Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí

La economía de las palabras ensancha las posibilidades narrativas del microrrelato. Cultores de este medio en el Perú son Ricardo Sumalavia (Enciclopedia Mínima, PUC, 2004) y Fernando Iwasaki (Ajuar Funerario, Páginas de Espuma)

Con esa curiosidad, hace algunos días me sumergí en la lectura del librito De Cómo Quedé Estando aquí, con el interés de saber como escribía nuestro actual Ministro de Salud, Hernán Garrido Lecca (Ediciones El Virrey, 2008).
La serie de relatos, como los propios del género, no necesariamente guarda una unidad temática, salvo la referida a la extensión. Algunos de los textos juegan al final absurdo, ya sea producto de un juego de lógica o partiendo de situaciones cotidianas comunes, pero el resultado no es satisfactorio. Por ejemplo en el relato Un hombre sin suerte: Yo supe de un bombero que jamás pudo ir a un incendio, Murió sin esa suerte y pidió ser cremado. O en Fue un Crimen Perfecto: Han pasado cuarentaiseis años y once días desde el día en que la maté y logré el crimen perfecto. Hasta hoy.
Es que los relatos por momentos son un cúmulo de frases hechas o lugares comunes que no ayudan a despegar el texto del vuelo rasante de lo trivial. Acaso por venir su autor de la literatura infantil, sus cuentos devienen en explicaciones innecesarias que no agregan valor al texto, mas aún lo hacen pesado y aburrido. Como por ejemplo, en Ave Imaginaria: hasta me puedo imaginar lo aburrido que sería no poder hacerlo...
Existen además algunos problemas de sintaxis, aliteraciones y cacofonías que pudieron ser arreglados con un buen trabajo de edición, como en No había una vez un rey: No había una vez un Rey. El Rey no tenía reino. Era tan gordo que ni se veía cuando no estaba...
Pero eso no es todo, muchos de los microrrelatos adolecen de vacios argumentales o de ausencia de conflicto. Por ejemplo, La Más increíble Historia de Amor Jamás Contada: Tu y Yo. O, en el relato Conflicto, que adolece del ídem, o en La Montaña en Central Park, donde un relato que juega al silogismo desemboca en una abierta referencia al cuento de Monterroso presentado líneas arriba.
No puedo dejar de mencionar otra referencia metaliteraria fallida, ésta vez a un cuento de Juan José Arreola, la Migala, en el relato Una araña grande en la Ducha.
Los cuentos para adultos, en especial los microrrelatos, requieren de grandes dosis de trabajo e inventiva para que sorprendan al lector de un zarpazo o dejen a la historia subyacente con una densidad tal que haga perdurar la moraleja por un buen tiempo.
Finalmente, podría concluir mi comentario volviendo a otra cosa que escuché de mi tutor, que las cosas geniales se logran con la siguiente fórmula: 10% inspiration + 90% perspiration.

martes, 24 de junio de 2008

Padres Literarios


Se habla mucho del parricidio en literatura pero es innegable la influencia que ejercen ciertos escritores sobre otros.


Aquí una lista de padres literarios de algunos escritores, entre los que me incluyo, aunque no necesariamente me adhiera:



  • Vladimir Nabokov

  • Henry James

  • Gustave Flaubert

  • Guy de Maupassant

  • William Faulkner

  • Lev Tolstoi

  • Luis Loayza

  • Mario Vargas Llosa

  • Charles Bukowski

  • Julio Ramón Ribeyro

  • Haruki Murakami

  • Ryonosuke Akutagaba

  • Yasunari Kawabata


También alguien puede hablar de "madres literarias" pero esa tarea la dejo a mis amigas escritoras.

En la foto: Nabokov listo para el clinch

Padres Médicos


Estamos aún en el mes del Padre, con un poco de retraso entrego la lista de escritores cuyos padres fueron médicos:




  • Miguel de Cervantes (Rodrigo Cervantes, cirujano)


  • Gustave Flaubert (Aquiles Cléophas Flaubert es el cirujano en jefe del hotel Dios.


  • Aristóteles (Nicómaco, de la escuela Asclepiades)


  • Oscar Wilde (Sir Williams Robert Wills Wilde, cirujano otorrinolaringólogo)


  • Marcel Proust (Adrien Proust, epidemiólogo y salubrista)


  • Fiodor Dostoievski (Mijail Dostoievski, médico de un hospital para pobres en Moscú)


  • Sinclair Lewis (Edwin J. Lewis, un médico rural)


  • Jacinto Benavente (Mariano Benavente, pediatra)


  • Ernst Hemingway (Clarence Hemingway que se suicidó por una enfermedad incurable)


  • Gabriel Garcia Marquez (Gabriel García, estudió medicina pero se dedicó a boticario)
En la Foto: Aristóteles, autor, entre otros libros, de Poética

martes, 3 de junio de 2008

Código de Barras

Fuente: Google
Todos tenemos un lenguaje. Hablamos no solo con las palabras sino con las manos y el cuerpo. Pero las palabras tienen un peso especial, pueden quedar grabadas, con ellas podemos construir murallas, tender puentes o provocar una herida.


Por otro lado, las palabras suavizan y calman. Protegen y curan. Estamos hechos de palabras y ellas se arreglan, se disfrazan, se transforman y juegan con los hechos.


En un juego que a veces es armónico y a veces distónico. Se aman y se pelean, se crean y se destruyen. De esta manera nuestro universo, el propio, está en constante movimiento.



Somos personas, una suma de palabras y de hechos. Un código Hammurabi personal e intransferible.



Que en este tiempo virtual ha mudado a código de barras.

sábado, 31 de mayo de 2008

Tips para el Click


Regreso al tema de la construcción mental del sexo, que es una materia maleable y versátil. Para tal fin paso a resumir un listado de razones psicosociales de porqué las personas tiene sexo, aparecido en un suplemento especial de la revista Lancet en el año 2000 (AIDS Series). Las razones no son mutualmente exclusivas y pueden ocurrir en una misma persona en diferentes oportunidades. Paso a enumerar:



  1. Obtener placer.

  2. Con fines de procreación.

  3. Alimentar una relación, expresar afectos.

  4. Satisfacer la necesidad por una relación íntima o contacto físico.

  5. Gastar el exceso de energía o hacer ejercicio.

  6. Combatir el aburrimiento.

  7. Para lograr el sueño

  8. Para aplacar una erección.

  9. Cumplir con las demandas de la pareja.

  10. Proveer o recibir una recompensa.

  11. Cumplir con los roles o expectativas sociales.

  12. Afirmar el rol de género o la sexualidad.

  13. Ganar aceptación social.

  14. Demostrar poder.

  15. Atrapar a otra persona.

  16. Satisfacer un comportamiento compulsivo.

  17. Para conseguir dinero.

Los autores, que en el artículo intentan explorar los comportamientos sexuales para ejecutar programas de prevención del SIDA, refieren además que los datos fueron obtenidos a partir de trabajos publicados y hallazgos encontrados en obras literarias en verso y en prosa.


Para pensar este fin de semana.