Creo que esto se debe en gran parte a que los medios de comunicación masiva, sobre todo los públicos, no disponen de espacios para entregar mensajes claros y precisos que ayuden a la población a tener estilos de vida saludables. Los medios no se involucran en campañas de largo aliento en pro de medidas preventivas para los problemas de salud mas frecuentes en el Perú, a pesar que las frecuencias de radiotelefonía pertenecen a todos los peruanos.
Por eso vemos en algunos casos a médicos haciendo un remedo de consultas clínicas por teléfono o escribiendo columnas dando consejos, entre otros, de cómo curarse de los hongos o de los juanetes. Además, los medios han creado un estereotipo, para “parecer” medico (y creíble) hay que usar mandil, corbata y sobre todo un estetoscopio, así sea de utilería o la especialidad del medico no lo requiera. Una excepción solo en términos de vestuario podría ser el programa de Plus TV donde un pediatra habla de cualquier especialidad y sus invitados no se disfrazan, pero los temas son tan light, al estilo de “como broncearse regio y no sufrir de cáncer en el intento” que tal espacio merecerá un comentario aparte. Un caso particular lo constituye el de Elmer Huerta, siempre bien informado y conocedor de los limites de la información médica en televisión.
Todo esto lo traigo a colación pues acaba de aparecer la franquicia de un programa donde un médico es el conductor, se llama Dr. TV y se emite todos los días en cadena nacional. Aquí les muestro un extracto de una nota periodística:
En el primer programa de la edición peruana, Gisela Valcárcel se presentó en el set y no pudo evitar llorar cuando el doctor Borda contó la emotiva historia de su madre que padece de cáncer.
“Hemos visto a un médico diciendo que su mamá tiene cáncer. Fue hermoso que el
doctor Borda nos contara esto. No debe ser fácil para un doctor que está entrando y saliendo ver a esta hermosa y valiente mujer y cómo su familia está dando la batalla al cáncer y que ya la ganaron”, declaró Gisela Valcárcel, quien pese a haber declarado que con ‘Dr. TV’ no buscaba rating, debe estar contenta con las cifras.
Creo que mi critica debe de entenderse en el sentido de cómo un medico banaliza su propia profesión y no en el hecho que se dedique a actividades paralelas a la medicina. Tengo amigos que tocan en bandas de rock, hacen fotografía o pintura, tienen restaurantes o practican deportes profesionalmente. En mi caso particular, escribo. Pero todos estos casos tienen en común que cuando atendemos pacientes lo hacemos con seriedad y privacidad, respetando la distancia ética a la que estamos obligados por un compromiso implícito al ejercicio profesional de la medicina. Además, lo peor podría ser que algunos jóvenes incautos crean que esa es la imagen “correcta” de la medicina y cuando se enfrenten a la realidad se den con un portazo.
Como un Dr Jekyll y Mr Hyde post moderno, el Dr TV ha decidido salir al aire a ventilar su lado mas banal y mercachifle, convirtiendo el arte de curar en una mercancía bien envuelta. No sé si quiera usar el antídoto o sepa usarlo. Esa ya es otra historia.