viernes, 25 de julio de 2008

Arrancó la FIL Lima con Humo Blanco


Con el tiempo he llegado a pensar que las Ferias del Libro vienen a ser cómo nuestros Congresos Científicos, un gran encuentro donde se esperan las novedades y los espacios de discusión.


Esta última FIL nos tuvo con la inquietud de los goles de último minuto de la Euro 2008, que finalmente, en este caso, antes del pitazo inicial resolvió amistosamente las diferencias entre la CPL y la ALPE.
Saludamos que ambas partes hayan guardado su artillería en una confrontación que lesionaba a todos, inlcuído el patrimonio cultural del país.
Ahora sí a disfrutar de los libros. El programa cultural lo pueden ver en www.filperu.com


Por Qué Escribo


Anoche me hicieron la pregunta: ¿cómo haces para escribir, has dejado a tus pacientes? Es difícil siquiera hilvanar una respuesta y aun no puedo resolverla. Muchas veces me siento jaloneado por las demandas de los pacientes, por el trabajo de un hospital que se figura hostil con frecuencia, por lo ordinario de ser un ciudadano común, de pagar las cuentas mes a mes, de comer, lavar o planchar.


Me pregunto como lo hacía Chekhov, quien refería que trabajaba de día y escribía de noche, esposa y amante alcanzaron una armonía que se me hace difícil de lograr. Ha pasado mas de un siglo y los tiempos se han tornado mas exigentes para el ejercicio de la medicina. No sólo por la mayor presión social, legal o comercial, sino además por el aumento de la oferta académica, la capacitación continua es una necesidad. La información clínica relevante que aparece a diario impone un ritmo de entrenamiento que consume hasta un par de horas al día. Lo que podría ser un impedimento lo trato de moldear en una ventaja, la Medicina permite un acercamiento sutil pero profundo a los vericuetos del ser humano en su fase mas vulnerable, la de estar enfermo. Su sufrimiento es posible de ser palpado incluso a costa de ver rasgados los sentimientos de uno. En mis textos de Medicina encuentro la mayoría de respuestas a mis dudas científicas, pero sigue quedando un espacio, que en ocasiones se convierte en un abismo. Entonces, la Literatura se convierte en una herramienta, que ayuda a la curación del enfermo pero que también me da una protección que me apacigua y fortalece. A través de las obras literarias, clásicas y contemporáneas, llego a conocer la médula de la existencia humana. Pero sobre todo, me pruebo a diario con la tarea de perseverar, de conservar mi pulsión por la escritura y de alimentar mi pasión de ser un buen lector.
Leo en todo resquicio disponible, en forma impenitente, donde las publicaciones médicas se mezclan con las obras literarias, formando una amalgama densa y tenaz. Como en las épocas en que martillaba mis libros de semiología en busca de la verdad clínica y de contrabando consumía el tiempo en una serie de novelas y textos de poesía. Al levantar la mirada hacia el mundo, en uno de mis reposos de lectura, observo mucho, a veces con el descaro del fisgón, absorbiendo las experiencia humanas, sus sinuosidades y sus grandezas.


Escribir cae entonces como una secuencia lógica de mis experiencias vitales. Escribo para recrear mi vida, para decir lo que no pude en su momento, para denunciar y también para mostrar el afecto que mi personalidad envuelta en una neblina no puede dar.

Escribo con una disciplina espartana y compulsiva, robada a los momentos que debiera estar descansando. Escribo mentiras y fantasías con la energía de un niño. Lo que para otros pudiera ser una tarea onerosa para mi es un don que he de cultivar con la persistencia de un jardinero dedicado. Invento y manipulo la realidad hasta el punto que mis personajes viven por si mismos y los dejo que me cuenten su verdad o que en su silencio me revelen lo oculto, lo que escondían tras de sus acciones, reflexiones dramáticas y profundas acerca del Ser.

¡A qué hora lo hago? En este mismo momento, en realidad en cualquiera, en el que subo a mi árbol imaginario, como cuando fantaseaba de niño, para vivir con mis personajes y mis argumentos, para transformarlos mediante la técnica literaria en una expresión que me permita, desde la torre de mi castillo, investigar el mundo y explicarlo en toda su complejidad y belleza.


Escribo también para explicarme porqué existo y que hago aquí.


En la Foto: Anton Chekhov, uno de mis derroteros


viernes, 18 de julio de 2008

Feria del Libro 2008


Nunca pensé tocar un tema como éste en Historias Clinicas, para eso tengo un blog de temas dedicado a las políticas de salud. Pero en las ultimas dos semanas, los diarios y la blogósfera se han convertido en un espacio de discusión, y en el caso de algunos, de exposición de desavenencias personales y comerciales. Asumo la palabra desavenencia en un sentido poco cordial.


Pero los seres humanos seguimos un patrón de comportamiento marcado por nuestras emociones primarias y el entorno cultural. En algunas oportunidades poco importa el grado de instrucción, como en las situaciones límite.


Una de ellas ha sido el problema entre la Cámara Peruana del Libro (CPL) y la Alianza Peruana de Editores (ALPE), suscitado a raíz de la próxima FIL Lima, un bien cultural que nos pertenece a todos y que ha venido ganado prestigio con el correr de los años. Eso ya lo sabemos, de la constancia, la buena organización y la inclusión de todos podremos construir un evento que nos represente como país y que alcance el prestigio de otras ferias internacionales como las de Guadalajara, Bogotá o Buenos Aires, para comenzar por América Latina.


Y es que los libros no son solo un patrimonio cultural sino además un commodity, un bien comercial. Allí parecer radicar el origen del veto a las editoriales independientes. el mensaje subalterno que entrega la CPL es: permitimos que hablen (al incluirlos en el programa cultural) pero que no vendan (al negarse a que ocupen los stands).


Luego viene lo que dijo Poe en uno de sus cuentos, la capacidad de algunas personas de negar lo que es y decir lo que no es. Que si existen personas no gratas para la CPL, que si la ALPE hizo una colecta entre sus miembros para pagar los stands y se enteraron por un e-mail, que si se confunde sub arriendo con representación comercial, que si la ALPE no está en registros públicos, resultan asuntos secundarios que oscurecen el panorama de la Feria, que debe de ser representativa. Lo concreto es que la ALPE no tiene espacio para la difusión de los libros, negar su existencia y dinamismo, es negar lo evidente. A pesar de su fragilidad, ya que la la mayoría de sus proyectos son co financiados con mucho esfuerzo por parte de los autores, las editoriales independientes han ganado un espacio.


LA CPL tiene aún la oportunidad de honrar sus principios institucionales y de incluir a todos, mas aún cuando en el entorno conviven piratería, bajos índices de lectura y una pobre comprensión de la misma.


Las ventas serán decididas por el mercado, siguiendo estrictamente sus leyes: capturando el interés de los compradores, el efecto del marketing (producto, plaza, precio y posicionamiento), pero sobre todo por la oferta literaria. Muchos comprarán bestsellers, diccionarios y libros de negocios. Pero un buen grupo buscará obras de calidad. No se entiende cuál es el temor si las grandes distribuidoras tienen los mayores recursos para ejecutar sus estrategias comerciales o acaso es el simple deseo de marginación de los poderosos.


Eso es lo que se lee en los comunicados y notas de prensa de los implicados: la soberbia del que tiene la sartén por el mango, que le da la capacidad de ningunear a quién no es como él, la pobre identificación con el Otro, a quien ve como amenaza. Por eso se parapeta en artilugios legales, una alianza o un grupo de trabajo no necesariamente debe estar inscrito en los registros públicos, muchas veces tal formalización trae más problemas que beneficios, entre ellos la ruptura y el alejamiento de los principios originales.


La ALPE ha demostrado dignidad al no aceptar ser dividida y mostrar siempre un lado para negociar una salida en bloque.


La CPL debe de limpiarse de la contaminación que provocan las rencillas personales o el conflicto de interés influenciado por los grupos de poder. Sólo tiene seis días para hacerlo.





viernes, 11 de julio de 2008

Interrumpimos este Programa



Para dar un aviso importante: el lanzamiento del primer libro de Patricia Miro Quesada, Herencia de Familia. Compañera en la Escuela de Escritura Creativa y en los Talleres de Narrativa, Patricia, diestra en la aplicación de la anagnórisis, escribe con pulso firme y sensible temas que por cotidianos no dejan ser trascendentales en la vida de todo ser humano: la familia, las relaciones de pareja, entre otros. Los cuentos son impecables, pero de todos me atrevo a nombrar mis favoritos: Cirugía Mayor y El Mar. El libro ha sido editado en la Colección Narrativa de Mesa Redonda.

El libro refleja el talento narrativo de Patricia, estimada classmate, severa en la crítica y apasionada lectora, como todo buen escritor, en este caso escritora, para que no se molesten mis amigas feministas.


Hay dos oportunidades para asistir a la presentación del libro.


Restaurante Pecados Capitales
Av. La Mar 1337, Miraflores
Miércoles 16 de julio - 7:30 p.m.
Comentarios: Alonso Cueto e Iván Thays.


FIL LIMA
Centro de Convenciones Jockey Plaza, Sala Ricardo Palma.
Jueves 31 de julio - 4:00 p.m.
Comentarios: Eduardo Lores.



No faltar! Pasaremos lista compañeros de la Escuela

martes, 8 de julio de 2008

The Top Ten


Un artículo de Time, que se refiere al libro Top Ten: Writers Pick their Favorite Books de Peder Zane, menciona que la literatura es inefable e inconmensurable. El libro contiene reseñas de 544 libros y a través de sus páginas se confirma algo que se escribió en un anterior post: la literatura, como la materia, no se crea ni se destruye, sólo se transforma.


Como valor adicional se incluyen las listas de los libros preferidos por 125 escritores británicos y estadounideneses como Norman Mailer, Annie Proulx, Stephen King, Jonathan Franzen, Claire Messud, Margaret Drabble, Michael Chabon and Peter Care, Ha Jin, AM Homes, John Banville, Jim Crace, Lorrie Moore, Julian Barnes, David Lodge, David Foster Wallace.


Cada uno de los escritores ha presentado su lista de diez favoritas, finalmente el editor ha condensado todas las listas en una sola, a saber:




  1. Anna Karenina by Leo Tolstoy


  2. Madame Bovary by Gustave Flaubert


  3. War and Peace by Leo Tolstoy


  4. Lolita by Vladimir Nabokov


  5. The Adventures of Huckleberry Finn by Mark Twain


  6. Hamlet by William Shakespeare


  7. The Great Gatsby F. Scott Fitzgerald


  8. In Search of Lost Time by Marcel Proust


  9. The Stories of Anton Chekhov by Anton Chekhov


  10. Middlemarch by George Eliot

Un dato adicional, en un apéndice se condensan los resúmenes de todos los libros mencionados por los autores.

viernes, 4 de julio de 2008

El Cuento más Pequeño


Es de Ernest Hemingway



"For sale: baby shoes, never used."

No se sabe si fue escrito debido a una apuesta o a un reto personal del escritor. Una obra de arte sobre la técnica de la punta del iceberg.

jueves, 3 de julio de 2008

Ejemplo de Microcuento



DÍA DE
DIFUNTOS


Cuando llegué al tanatorio, encontré a mi madre enlutada en las escaleras.

-Pero mamá, tú estás muerta.

-Tú también, mi niño.

Y nos abrazamos desconsolados.




Tomado de Ajuar Funerario de Fernando Iwasaki, 2004

De Cómo Quedé Estando Aquí

Un botón más:

Todo comenzó, al menos para mí, pocas horas antes. Contemplaba el retrato de mi abuelo -que siempre estuvo sobre la mesa de noche- y, de pronto, el retrato y la mesa se convirtieron en una foto del retrato sobre la mesa.Sin comprender, salté de la cama y el cuarto se redujo a una foto del retrato, la mesa y la cama. Salí corriendo a la calle, miré mi casa y la casa se hizo una foto de la casa. Retrocedí aturdido y las fachadas de todas las casas de la calle se transformaron en una gran foto, un gran mural, ante mis ojos.

Empecé a correr hacia el Sur, sabiendo que el gran plano iba ganando terreno atrás. Intenté escabullirme al dar la vuelta a la esquina. Me arrojé de espaldas al edificio pretendiendo verme cubierto por el ángulo recto que allí se formaba. Pero fue tarde. Resbalé al sentir que la esquina se hacia un plano y el edificio una foto en perspectiva. Fué así como quedé estando aquí.

No se entiende porque se refiere al Sur, en mayúsculas ¿acaso una referencia al cuento deBorges?

miércoles, 2 de julio de 2008

Sobre los Microcuentos


El cuento, nacido en oriente por la necesidad de contar algo y dejar de paso una enseñanza moral, es en la actualidad un género socorrido en los talleres de escritura creativa.


Pero su brevedad y aparente simpleza no van aparejados con la complejidad de escribirlos. Recuerdo hace ya varios años, apremiado al tener mi primera presentación en inglés en un Congreso de Medicina Tropical en Baltimore, mi tutor, un profesor que caminaba entre la delgada línea de la locura y la genialidad, me aconsejó lo siguiente: (Shorter, you better).


Tenía que condensar en 8 minutos el trabajo de todo un año. Me pasé dos días enteros, hasta bien entrada la noche, reduciendo mi presentación. con la ayuda de mi recién estrenada laptop Dell, y así pude conocer algo la bahía de Baltimore y las cercanías del hotel, corrigiendo constantemente los slides a orillas del muelle o en el restaurante. Finalmente, pude concluir mi tormento luego de mil correcciones y simulacros de presentación. La presentación fue impecable.


Años después, aprendí que los cuentos son corregibles y perfectibles. Uno corrige hasta la saciedad y siguiendo los designios de la obsesión más sutil, hasta hacer que las últimas versiones difieran notablemente de la intención inicial del autor. Las sugerencias pueden venir de nuestros pares, tutores, correctores y ulteriormente de los editores.


Los cuentos breves, o microrrelatos, tienen entonces la doble carga de esfuerzo, el ahorro de palabras al mínimo con los máximos efectos. Un cuento insuperable vino de la autoría de Augusto Monterroso, El Dinosaurio:
Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí

La economía de las palabras ensancha las posibilidades narrativas del microrrelato. Cultores de este medio en el Perú son Ricardo Sumalavia (Enciclopedia Mínima, PUC, 2004) y Fernando Iwasaki (Ajuar Funerario, Páginas de Espuma)

Con esa curiosidad, hace algunos días me sumergí en la lectura del librito De Cómo Quedé Estando aquí, con el interés de saber como escribía nuestro actual Ministro de Salud, Hernán Garrido Lecca (Ediciones El Virrey, 2008).
La serie de relatos, como los propios del género, no necesariamente guarda una unidad temática, salvo la referida a la extensión. Algunos de los textos juegan al final absurdo, ya sea producto de un juego de lógica o partiendo de situaciones cotidianas comunes, pero el resultado no es satisfactorio. Por ejemplo en el relato Un hombre sin suerte: Yo supe de un bombero que jamás pudo ir a un incendio, Murió sin esa suerte y pidió ser cremado. O en Fue un Crimen Perfecto: Han pasado cuarentaiseis años y once días desde el día en que la maté y logré el crimen perfecto. Hasta hoy.
Es que los relatos por momentos son un cúmulo de frases hechas o lugares comunes que no ayudan a despegar el texto del vuelo rasante de lo trivial. Acaso por venir su autor de la literatura infantil, sus cuentos devienen en explicaciones innecesarias que no agregan valor al texto, mas aún lo hacen pesado y aburrido. Como por ejemplo, en Ave Imaginaria: hasta me puedo imaginar lo aburrido que sería no poder hacerlo...
Existen además algunos problemas de sintaxis, aliteraciones y cacofonías que pudieron ser arreglados con un buen trabajo de edición, como en No había una vez un rey: No había una vez un Rey. El Rey no tenía reino. Era tan gordo que ni se veía cuando no estaba...
Pero eso no es todo, muchos de los microrrelatos adolecen de vacios argumentales o de ausencia de conflicto. Por ejemplo, La Más increíble Historia de Amor Jamás Contada: Tu y Yo. O, en el relato Conflicto, que adolece del ídem, o en La Montaña en Central Park, donde un relato que juega al silogismo desemboca en una abierta referencia al cuento de Monterroso presentado líneas arriba.
No puedo dejar de mencionar otra referencia metaliteraria fallida, ésta vez a un cuento de Juan José Arreola, la Migala, en el relato Una araña grande en la Ducha.
Los cuentos para adultos, en especial los microrrelatos, requieren de grandes dosis de trabajo e inventiva para que sorprendan al lector de un zarpazo o dejen a la historia subyacente con una densidad tal que haga perdurar la moraleja por un buen tiempo.
Finalmente, podría concluir mi comentario volviendo a otra cosa que escuché de mi tutor, que las cosas geniales se logran con la siguiente fórmula: 10% inspiration + 90% perspiration.