viernes, 15 de junio de 2007

De Médicos y Detectives


En British Medical Journal de Diciembre 2005 se puede leer el artículo Whitecoats and fingerprints: Diagnosting reasoning in Medicine and investigative methods of fictional detectives. Los autores ensayan una correlación interesante entre el proceso de investigación de los detectives ficticios y los métodos clínico de diagnóstico de los médicos.

Se menciona que ambos procesos nacieron en la segunda mitad del Siglo XIX y compartían una fé ciega en la Lógica. De este modo, nuestros personajes, es decir los detectives ficticios y los médicos de entonces poseían las siguientes características:

Conocimientos
Habilidad en la Observación
Habilidad en la Deducción
Destrezas en reconstruir los perfiles psicológicos y sociales
Habilidad para detectar inconsistencias
Habilidad en el Racionamiento Lógico


Estas cualidades han sido personificadas en modelos de detectives memorables como Auguste Dupin de Poe, Sherlock Holmes de Arthur Conan Doyle, Hercules Poirot de Agatha Christie, Philip Marlowe de Raymond Chandler y Sam Spade de Dashiell Hammet.

De una manera u otras nuestros detectives utilizaron una serie de herramientas lógicas en su trabajo habitual, entre ellas la: Deducción (que consiste en obtener conclusiones de lo universal a lo singular, aquí la conclusión se obtiene dada una regla y un caso), Inducción (que es obtener una Regla dados un caso y una conclusión, es decir va de lo singular a lo universal) o la Abducción (del latin abductio, ab-desde lejos- y ducere-llevar), que en términos prácticos significa la introducción de una hipótesis que explica un resultado final. Este último método fue desarrollado por Aristóteles y se basa en la creación de un silogismo, es decir la creación de una premisa y una conclusión.

Herramienta usual en la resolución de los casos de Sherlock Holmes, la Abducción es la base del pensamiento científico -no en vano Arthur Conan Doyle fue médico-. Pero para lograr una adecuada abducción se requiere contar además de características adicionales, entre ellas, una gran capacidad de observación, intuición y conocimientos.

Como ejercicio les dejo los siguientes enunciados lógicos y sus interpretaciones:

Deducción

Regla: todos los frejoles de esta bolsa son blancos
Caso: los frejoles provienen de esta bolsa
Conclusión: estos frejoles son blancos

Inducción

Regla: los frejoles que provienen de esta bolsa son blancos
Caso: estos frejoles son blancos
Conclusión: todos los frejoles de esta bolsa son blancos


Abducción
Regla: todos los frejoles de esta bolsa son blancos
Caso: estos frejoles son blancos
Conclusión: estos frejoles proceden de esta bolsa

Una fusión apropiada de estas destrezas lógicas, logradas sobre todo a la experiencia y a la repetición sistemática de los procesos, es lo que lleva a nuestros detectives a resolver los casos más complicados y a nuestros buenos clínicos -una especie que va a la extinción- a diagnósticos brillantes.

Para terminar, los dejo con una frase que se va haciendo recurrente, tomdas de uno de los pasajes de Sherlock Holmes:

Nunca confíe en las impresiones generales, mi amigo, sino concéntrese en los detalles


Y es eso, mezclar la ciencia y el arte, lo que trato de hacer todas las mañanas

Imagen: Plano de la casa de Sherlock Holmes en 221 Baker Street

Rue Morgue


Crímenes de la Calle Morgue es una lectura recurrente en mi. Publicado en 1841 en Graham's Magazine, donde Poe trabajaba como editor, es considerado el punto de partida de los cuentos de detectives. Poe recibió por esa obra una paga de $56, una cantidad usualmente alta para la época. Como dije en un post anterior, utilizo el primer párrafo del cuento como un ejemplo de análisis con mis alumnos de Introducción a la Clínica.


Las condiciones mentales que suelen considerarse como analíticas son, en sí mismas, poco susceptibles de análisis. Las consideramos tan sólo por sus efectos. De ellas sabemos, entre otras cosas, que son siempre, para el que las posee, cuando se poseen en grado extraordinario, una fuente de vivísimos goces. Del mismo modo que el hombre fuerte disfruta con su habilidad física, deleitándose en ciertos ejercicios que ponen sus músculos en acción, el analista goza con esa actividad intelectual que se ejerce en el hecho de desentrañar. Consigue satisfacción hasta de las más triviales ocupaciones que ponen en juego su talento. Se desvive por los enigmas, acertijos y jeroglíficos, y en cada una de las soluciones muestra un sentido de agudeza que parece al vulgo una penetración sobrenatural. Los resultados, obtenidos por un solo espíritu y la esencia del método, adquieren realmente la apariencia total de una intuición.


Es que el cuento trata del asesinato de Madame L'Espanaye y su hija en su casa de la Rue Morgue en Paris. es allí donde ingresa Auguste Dupin, un joven caballero, que por desdichadas circunstancias, está en la pobreza. Vive de una pequeña renta y su principal afición son los libros. Dupin, que se entera del crimen por los periódicos, se interesa por el caso, que ocurrió en una habitación cerrada por dentro. Los testigos auditivos del asesinato dan versiones contradictorias. Un presunto culpable es encarcelado y París vuelve a la calma. Dupin encuentra un pelo que no es humano en la escena del crimen y coloca un aviso en el diario preguntando si alguien ha perdido un Orangután. Y alguien responde, un marino que lo tenía como mascota, quien en una entrevista con Dupin cuenta lo sucedido realmente.

El animal un día escapó con una navaja. Perseguido por su amo, ingresa a la casa de Madame L'Espanaye por la ventana, el animal se descontrola y preso de la ira, asesina a ambas sin que el marino pueda detenerlo. Dupin cuenta lo que sabe al bureau de policía. El sospechoso es liberado y el Prefecto, no ocultando su mal humor refiere que las personas educadas no deben meterse en asuntos que no le incumben. Dupin refiere:

- Déjele que diga lo que quiera- me dijo luego Dupin, que no creía oportuno contestar- Déjele que hable. Así aligerará su conciencia por lo que a mi respecta estoy contento de haberlo vencido en su propio terreno. No obstante el no haber acertado la solución de este misterio no es tan extraño como él supone, porque, realmente, nuestro amigo el Prefecto es lo suficientemente agudo para pensar en ello con profundidad. Pero su ciencia carece de base. Todo él es cabeza, mas sin cuerpo, como las pinturas de la Diosa Laverne, o, por mejor decir, todo cabeza y espalda, como el bacalao. Sin embargo, es una buena persona. Le aprecio particularmente por un rasgo magistral de hipocresía, al cual debe su reputación de hombre de talento. Me refiero a su modo de nier ce qui est, et d’expliquer ce qui n’est pas (de negar lo que es y explicar lo que no es)

En el cuento, Dupin demostró su capacidad para la Observación y el Razonamiento Lógico, piezas fundamentales para la elaboración de Diagnósticos a partir de la evidencia que se obtiene en una Historia Clínica.

En la foto: una Morgue, que significa depósito de cadáveres.

jueves, 14 de junio de 2007

I am the Walrus


El pasado martes a las 11:30 pm, como todas las semanas, apago todas mis obligaciones para encencer el televisor y ver Vano Oficio. Esta semana el autor invitado fue Edgar Allan Poe. Recuerdo entonces que mi primer encuentro con el escritor fue a través de The Beatles.

Aún estaba en el colegio y fue el primer album que compré con mis ahorros: la compilacion de The Beatles de 1967 a 1970. El album, que aún conservo, tenía un inserto con la letra de las canciones. En la canción I am the Walrus encontré lo siguiente en la última estrofa:

Expert, texpert choking smokers
don't you think the joker laughs at you
See how they smile like pigs in a sty
See how they snide
I'm crying
Semolina pilchard
climbing up the Eiffel tower
Elementary penguin singing Hare Krishna
Man, you should have seen them kicking
Edgar Allan Poe


Esta canción apareció originalmente en Magical Mystery tour, el segundo album conceptual luego de Sgt Pepper`s. De acuerdo al libro documental Anthology, me entero que John Lennon la escribió inspirado, entre otras cosas y consumiendo LSD, en un pasaje del libro Through the Looking-Glass, secuela de Alicia en el País de las Maravillas de Lewis Carroll.

Este poema es recitado por Tweedledum y Tweedledee a Alicia, trata de un paseo por la playa de una Morsa y un Carpintero. Era una noche soleada y por ello la Luna molesta estaba. Ambos personajes se lamentan que la playa este llena de arena y piensan que sería mejor barrerla. En su caminata encuentran un grupo de ostras y las invitan a pasear, pero solo a cuatro, una por cada mano. Sin embargo, acceden muchas mas a pesar de la advertencia de la ostra mayor. Luego de una larga caminata y sentados en una roca, cansados y hambrientos, la Morsa y el Carpintero conversan con las ostras, y estallan en llanto pues planean comerselas, cosa que finalmente hacen entre sollozos.

Otro de los personajes que aparece en la canción es Humpty Dumpty (el torpe), el huevo antropomorfo que se quiebra luego de una caída. por eso cuando escuchan la cancion pueden distinguir la frase I am the Eggman...

En los cuentos de Carroll hay un delicado juego de fantasías y de enunciados lógicos en medio de seres y ambientes extraordinarios, donde campean las alusiones morales, satíricas y cínicas .

Y aquí regresamos a Edgar Allan Poe, por eso mi siguiente paso luego de escuchar I am the Walrus fue leer los Crímenes de la Calle Morgue