sábado, 31 de diciembre de 2011

Manifiesto al final del año

Fuente: BBC News

Este 2011 ha sido un año de duro trabajo y resultados dispares. Algunos esfuerzos dieron en el blanco, otros resultaron en inútiles. Este año me ha servido además para profundizar mi aprendizaje, incluso en aspectos nuevos, algunos para cumplir con viejas aspiraciones y otros que fui descubriendo en el camino.


Todo este esfuerzo no valdría de nada si no tuviera un fin y si no tuviera el apoyo de mis seres queridos, de mis verdaderos amigos. Con ellos y por ellos curé mis heridas y sobreviví a las emboscadas que nunca faltan.

Pasados doce meses de un año que siempre empieza así como ahora, lleno de esperanzas, de buenos deseos, de celebraciones y alegrías, puedo decir que me encuentro fortalecido, de conocer lo que realmente importa, cual es la dirección que voy a seguir, con quien voy a contar, a quienes voy a dejar el fruto de mis esfuerzos.


Espero que a todos los que me leen les suceda lo mismo y hayan encontrado el rol que les compete en esta vida, de hacer el bien y trabajar por hacer mas habitable nuestro mundo. De saber además de cuando hacer el cambio de rumbo necesario para obtener el equilibrio que tanto anhelamos.


Que el 2012, año bisiesto y de profecías inciertas, venga con la única certidumbre de que a pesar de las dificultades propias de vivir, nos encuentre fuertes y unidos, en paz y con amor, trabajando y viviendo con honestidad, con el temple necesario para mirar siempre adelante.


Feliz 2012!


En la Foto: AñoNuevo en Moscú

martes, 27 de diciembre de 2011

Novedades Literarias 2012



Mientras aún no termino de armar el resumen del 2011 y no termine de leer lo programado a pesar de mis esfuerzos, me entero por diversos medios de los lanzamientos del 2012.

Hay de todo como en botica, para empezar nuestro buque insignia, Mario Vargas Llosa en el segundo semestre del año que ya llega volverá con La Sociedad del Espectáculo, una dura crítica a la inversión de valores y a la sensación que tenemos que lo único que importa es divertirse. El libro viene por Alfaguara, que también lanzará la versión en castellano de The Cat´s Table de Michael Ondaatje. Además rescatan una novela "perdida" de José Saramago, Claraboya y obras de escritores chilenos como Cinépata de Alberto Fuguet y Ruido de Alvaro Bisama. Alfaguara también editará una Antología de la Crónica Latinoamericana, y para que vean que no soy sectario les aviso que se lanzará la última parte de la trilogía de Jaime Bayly.


Anagrama lanzará como ya lo dijimos Diario de Invierno de Paul Auster para febrero, además Ausencia del Héroe, compilación de relatos y textos inéditos de Charles Bukowski, Bahía Blanca de Martin Kohan, Trilogía de la Ocupación (El lugar de la estrella, La ronda nocturna y Los paseos de circunvalación) las primeras tres novelas de Patrick Modiano, Arrecife de Juan Villoro que está ambientada en un resort mexicano y El gentil monstruo de Bruselas, de Hans Magnus Enzensberger. La ganadora del Man Booker 2011, The Sense of an Ending de Julian Barnes se publicará en el otoño boreal del 2012.


Seix Barral lanzará una nueva novela de Enrique Vila Matas, Aire de Dylan "sobre la dialéctica entre la cultura del esfuerzo y la ideología de la indolencia", Fascinación de Don de Lillo acerca de úna posible película pornográfica de Hitler. Como dije que hay para todos los gustos, Editorial Planeta publicará la biografía de Shakira, Así es su vida y un volumen de crónicas de Pedro Lemebel, Háblame de amores.


Mondadori lanza la novela de Antonio Lobo Antunes, ¿Qué caballos son aquellos que hacen sombra en el mar? y Que nadie se mueva de Denis Johnson.


Plaza & Janés publica uno de los cinco mejores libros del año en los Estados Unidos a consideración del New York Times: 23/11/63 de Stephen King, donde un hombre viaja en el tiempo para detener el asesinato de John F Kennedy.


Además se espera la publicación de una novela de Italo Calvino, La Hormiga Argentina

(Siruela), un volumen de la correspondencia entre Jorge Luis Borges y Victoria Ocampo (Fundación Sur)


Como ven hay que encontrar un lugar fresco para aprovechar las vacaciones y no dejar lecturas atrasadas.

martes, 20 de diciembre de 2011

Sobre Paul Auster en Lima y su nueva novela

Fuente: La Tercera

La primicia fue lanzada por Moleskine Literario el pasado viernes. Hoy leo en el diario La Tercera de Chile un poco más acerca de la potencial visita de Paul Auster a Lima. Resulta que, de acuerdo a la versión del diario, Editorial Planeta ha invitado al escritor para la inauguración de la Feria Internacional del Libro en Lima, el próximo 18 de Julio.

Este 3 de Febrero, es el cumpleaños 65 del escritor nacido en New Jersey, graduado de la Universidad de Columbia, pero que emigró a Europa antes de los 20 años para no enrolarse en la Guerra de Vietnam. Trabajó como traductor en Francia donde vivió por muchos años.

Las conmemoraciones literarias en el cumpleaños de Auster vienen por partida doble: el lanzamiento de su última novela a cargo de Editorial Anagrama, Diario de Invierno, una autobiografía novelada; así como el lanzamiento de la Biblioteca Auster del sello Booklet de Editorial Planeta, que se lanza primero con una selección de poesía y luego editaría las 16 novelas a un promedio de dos por mes. Se menciona además que los libros serían impresos en cada país en que se distribuyan lo que podría hacer más accesible la obra al público. Hasta ahora circulan dos libros de poesía de Auster: Pista de Despegue (Anagrama) y Desapariciones (Pre Textos)


Hasta el momento el único país de Sudamérica visitado por Auster ha sido Argentina. Como dato adicional se menciona que la última novela de Auster recién será publicada en los Estados Unidos en el mes de setiembre, dato que parece muy cierto pues revisando la página de Amazon no se vislumbra ninguna preventa de la novela.


De acuerdo a The Bookseller, Diario de Invierno (Winter Journal), viene a ser el segundo trabajo autobiográfico de Auster -el primero fue La Invención de la Soledad, novela concentrada en su padre-. Esta segunda novela de memorias se concentra en la madre de Auster, su lucha como jefa de familia luego del divorcio, así como sus turbulentos años finales donde encuentra un amor tardío y también una enfermedad terminal. También describe los ataques de ansiedad que padece Auster luego de la muerte de su madre. Adicionalmente, Auster rememora algunos hitos en su vida como su lucha anti Vietnam en Columbia, la historia de su primer matrimonio con la escritora Lydia Davis y el grave accidente automovilístico que tuviera con su segunda esposa -la también escritora Siri Hustvedt- y su hija, del que felizmente se recuperaron.


Acaso en los siguientes días sean de más novedades en la visita de Auster a Lima, mientras tanto espero que nuestros amigos de Planeta y Océano nos permitan celebrar el cumpleaños de un Acuario (como el suscrito) con sus nuevas publicaciones en mano.

sábado, 26 de noviembre de 2011

Truenos ¿Inesperados?



Un estruendo lejano me desconectó de mi cuidadosa lectura. Un cielo ovillado de nubes densas y grises que no decía nada en especial. ¿Un trueno? casi imposible a 400 metros de la costa limeña. Recordé mis viajes a la sierra o la selva ¿en qué momento se desencadena la tormenta? Pensé.Volví a trabajar. La rutina de siempre.


Más tarde, aprovechando la tranquilidad de la noche inicié el asalto de mis armarios y fabriqué una pila de libros: El Sol de Lima y Sobre el 900 de Luis Loayza, El regreso de las epidemias de Marcos Cueto, La Peste de Albert Camus, 7 Ensayos sobre la realidad peruana de José Carlos Mariategui (el último, un excelente ensayo sobre la literatura peruana de entonces), La Ciudad de los Tísicos de Abraham Valdelomar, La Florida del Inca de Garcilaso de la Vega, Las Palmeras Salvajes de William Faulkner, Los Ríos Profundos de José María Arguedas, La Utopía Arcaica de Mario Vargas Llosa; y, finalmente Observaciones sobre el clima de Lima y su influencia sobre los seres organizados de Hipólito Unanue


Pluma en mano. Post-it. Fichas bibliográficas para acometer la tarea de tomar notas hasta caer abatido por el sueño. De cuando en cuando una vista al noticiero de la tele: Truenos en Lima.
Era cierta mi sospecha. Un miembro del servicio de meteorología explicando la ocurrencia de truenos en una ciudad como Lima que aunque tropical se comporta distinto a causa del anticiclón del Pacífico. Techos planos por doquier.


Palmeras salvajes. La expedición española en la Florida, un clima tropical por excelencia. El Sol de Lima y las confusiones literarias sobre el clima de nuestra ciudad. La influencia del clima en los seres organizados.


Cambio de clima ¿cambio de actitudes?


Espero que sí. Ya es hora


Mientras tanto, regreso a rellenar mis fichas con un entusiasmo mayor. El impulso que necesitaba para no ser vencido por el sueño. La construcción de textos para edificar una ciudad literaria.


¿Y la medicina? Bien, gracias, ya mañana habrá tiempo en el curso de medicina tropical y desde el jardín del hospital ver el lento movimiento de las nubes espesas.

martes, 15 de noviembre de 2011

El Valor de la Lectura



Una redacción fallida puede llevar a confusión. Este es el caso del artículo de Marcela Robles publicado el pasado domingo en el Comercio: La cultura no basta. El texto refiere a las declaraciones de Bernard Pivot, un exitoso conductor de programas culturales en la televisión francesa.


El articulo consume gran parte de su espacio haciendo una reseña de la vida de Pivot y solo en los párrafos finales comenta una declaración del conductor francés, quién descubrió que desgraciadamente, la cultura no hace mejor a la gente, a propósito de los instruidos generales nazis. Si a eso sumamos el titular y una frase resaltada: hay gente que sin ser culta tiene mucho más dignidad e integridad que cualquiera. Un lector distraído puede quedar con la impresión que la lectura es prescindible.


Y creo que allí radica el error del artículo, en resaltar las aristas negativas de una declaración sacada de contexto, en confundir cultura con acumulo de conocimientos, en este caso datos, y a hacer una generalización acerca de un tema singular. Aparte de colocar el problema en una situación maniquea: los lectores no serían mejores y los no lectores si lo son. Es cierto que la sensibilidad artística o el talento a veces no van acompañados de cualidades humanas, y de ello tenemos no pocos ejemplos, pero no por eso podemos establecer generalizaciones que pueden llevar a la confusión y desalentar las pocas oportunidades que tiene hoy el desarrollo de la cultura, hoy arrinconada por el entretenimiento burdo y falaz.


Leer si nos hace mejores personas, pero esto no serviría de nada sino leemos con sentido y profundidad, si esto no va acompañado del desarrollo de otras cualidades humanas como honradez, honestidad, responsabilidad, empatía y tolerancia, entre otras, las cuales son perfiladas desde la cuna y mejoradas a lo largo de nuestra formación como personas. Sin ese terreno fértil, la lectura se convierte en una simple decoración que usan los arrogantes y pedantes para sentirse superiores o mitigar sus imperfecciones como persona. Esto me hace recordar el ejemplo de algunos maestros, verdaderas enciclopedias pero que tenían pies de barro según llegué a darme cuenta a lo largo de mi vida profesional. Algo de eso trata de corregir el texto de Robles en la coda de su artículo, pero que no es aclaración suficiente:

Nuestra dimensión cultural es quizás una de las que más nos enriquece y hace crecer en términos humanísticos, y Dios nos libre de la ignorancia. La cultura, en todas sus manifestaciones, nos abre puertas inimaginables, y es lo que debería permitirnos, precisamente, lo que logró Pivot: ser más sencillos y directos, más cálidos y menos recovequeros para poder comunicarnos mejor con los otros. Porque la simple erudición no basta, ni situarse en un pedestal cual pavo real y enamorarse (solamente) de lo que uno dice.


Lamentablemente, como pude corroborar el mismo día de su publicación, escuché un comentario como para que leer si la cultura no basta. Y si me preocupé ya que el problema actual es luchar para que los jóvenes lean, en medio de diagramas de power point, mensajes de texto (mal escritos) o imágenes en iPads, y a partir de tal lectura puedan obtener las conclusiones correctas.


Una persona leída y cultivada, criada dentro de determinados valores, será mejor persona y por ende mejor profesional. Y en el caso de los médicos, con una visión humanista y no meras cajas de resonancia y repetidores de conocimientos sin la mínima pizca de misericordia ante una persona enferma.

Es parte de mi misión y espero que mis alumnos así lo entiendan.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

¿Pandemias para Dummies?



La película Contagion de Steven Sodenberg es un ejemplo para aprender de los errores en narrar una historia. Fui a ver la película a pesar de mis reparos por la mayoría de los blockbustes de Hollywood, que me hace entre otras cosas negarme a ver por ejemplo Avatar o Transformers.


La verdad es que Contagion confirmó mis temores y resultó para mí una decepción. La película funciona por parches y tiene un persistente y quisquilloso afán didáctico. Al ser una obra poblada de personajes encarnados por actores famosos, sus actuaciones se pierden dentro de la gran trama coral y lo peor es que existen algunos, como el caso de Elliot Gould con su irreverencia frente a los protocolos que descubre el medio de cultivo viral o el de Marion Cotillard con su Sindrome de Estocolmo, que aparecen para dejar una lección y luego desaparecen sin una adecuada resolución narrativa. A cada momento existe un giro en la acción propio de un deux et machina.


Steven Sodenbergh y su guionista han trabajado sobre una plantilla bien elaborada desde el punto de vista científico. Éste es un microbio (el llamado MEV 1) que pertenece a los Paramyxovirus (de donde salen los virus del Sarampión, Paperas y Parainfluenza, así como el de la Distemper canina), originario de los murciélagos (como el virus Nipah), que se recombina dentro de los cerdos, como lo hacen las cepas aviares y humanas en el caso real del virus de la Influenza en el sur del continente asiático. El argumento parte de la premisa bien conocida entre los científicos, que muchos de los virus dan un salto cualitativo entre diversas especies para mantener su propia supervivencia y provocan serias epidemias o epizootias, como lo fue el SARS de quien copian la historia y patogénesis. A lo largo de toda la película, las imágenes nos van sembrando de pistas para que no nos queden dudas acerca de la verosimilitud de ya sea el trabajo de laboratorio o del trabajo de campo. Por ejemplo, si son buenos observadores pueden leer en el computador de uno de los virólogos el listado de los virus con se intenta una concordancia entre códigos genéticos y encontrarán al virus Nipah. también pueden aprender sobre los niveles de bioseguridad cuando uno de los científicos rompe las restricciones impuestas por las autoridades.


Contagion se convierte entonces en un manual acerca de las epidemias, donde no falta nada: una cámara que incide y explica cual es el modo de transmisión: el aéreo. En qué consiste una cuarentena, hoy llamada distanciamiento social. Cómo se rompe toda la armonía social en una epidemia. Cómo se trabaja ahora para descifrar el código genético y la patogénesis de un virus. Los niveles de Bioseguridad 3y 4 de los laboratorios. La fácil diseminación global de las infecciones que en horas atraviesan continentes, como lo hizo el SARS. Cómo se manejan las autoridades sanitarias frente a los medios de comunicación. Cuáles son los pasos y problemas que se enfrentan en la producción y distribución de vacunas. Cuál es el rol de las compañías farmacéuticas y de los organismos internacionales, como el CDC y la OMS. La presencia perturbadora de los bloggers (grafittis con acentos, según un personaje) y aquellos que frente a cualquier epidemia venden remedios milagrosos, en esta película Forsithia, como en la vida real he visto el Cartílago de tiburón, la Uña de gato y el Noni.


Si en algo funciona Contagion es en su afán didáctico y cuando en el guión el personaje es la comunidad, y me pregunto si no hubiese sido mejor trabajar la idea de un falso documental en lugar de poner a múltiples personajes sin nadie que tenga un rol dramático y trascendental en la trama. Salvo que quiera llamarse drama ver una necropsia en el cuerpo de Gwyneth Paltrow o ver el cuerpo de Kate Winslet envuelto en una bolsa mortuoria.


Una reflexión final, me lleva a pensar en algo que vengo reflexionando hace un par de años, acerca de la decadencia de los Estados Unidos y su sistema. Si es que Sodenbergh ha querido recalcar que tras la crisis política y moral post 11 de Setiembre y la debacle económica global post burbuja inmobiliaria, en el mundo se cierne la paranoia de una gran pandemia como una plaga apocalíptica más.


Si quiere ir a ver una gran película, puede buscar otras alternativas. Ya que esta película me huele a best seller donde todo se explica, ya sea en diálogos que parecen discursos de clase universitaria y si le queda dudas a la cámara solo le falta poner una flecha para que no queden dudas. Con decir que existen espacios donde la imagen está acompañada de música que recuerda a los intervalos de descanso noticioso de CNN o BBC.


Otro tema es ver la película como un crash course acerca de pandemias. La visión de esta película es recomendada entonces para reemplazar el dictado de algunas clases de epidemiología y microbiología y luego entablar un cine fórum. Ojo estudiantes de medicina, ir bien leídos antes de ir al cine, ya que sus acompañantes le acribillarán a preguntas luego de ver la película y es menester no quedar mal.


Intenté estornudar al final de la película para dar con cierto dramatismo que compense mi desazón, pero ni eso me salió.

sábado, 29 de octubre de 2011

Feria del Libro Ricardo Palma





Puede sorprender ver a Ricardo Palma como un héroe de manga, pero a no confundirse la feria no es tecnológica, es de libros impresos. La feria ha sufrido un desplazamiento en el calendario, usualmente fechada las dos primeras semanas de diciembre, cuando hay un alto tráfico en Miraflores y muchos se disponen a regalar libros.




Pues esta es sobre todo una feria de saldos y remates, mas que de grandes novedades. Ya que la artillería pesada se descarga en la FIL del mes de julio. Aquí un repaso de lo que más me ha llamado de atención, sin un orden específico por si acaso:







La Familia: con 10% de descuento en sus títulos. Se puede encontrar todo Tusquets, sobre todo Murakami -a leer los dos primeros volúmenes de 1Q84- ya que la colección se completa el siguiente mes con el lanzamiento del volumen 3. Un repaso a su colección Fábulas de bolsillo no está mal. Además han traído un buen número de reediciones de la colección de bolsillo de Alianza Editorial, mejor diagramada y en mejor papel al precio de siempre. Si le gusta el arte, hay una remate de libros de pintores de Taschen a sólo 30 soles, una ganga.







Ministerio de Cultura: en especial dedicado a la arqueología. Se puede encontrar una edición fasimilar de los 7 Ensayos de la Realidad Peruana de JC mariátegui a solo 10 soles. A revisar los saldos en la parte inferior del armario, puede encontrar algunas sorpresas.



Alfaguara: con el backlist de siempre, si le falta un libro de la colección Vargas Llosa ésta es su oportunidad. El ruido de las cosas al caer, el último premio Alfaguara de Juan Gabriel Vasquez, sería una buena elección.



Norma: dedicado a libros de negocios y su coleción infantil. A pasar rápido.



Ibero: tiene remates, de repente encuentra Elegía de Roth a 20 soles. En los últimos días a agregado las Obras Completas de Borges con 15% de descuento. Hartas agendas para regalar. A buscar cosas interesantes en Mondadori, pero al parecer la artilleria pesada se quedó en las librerías. No ví libros de la editorial Cátedra.



SBS: Diccionarios español inglés Oxford a 35 soles. Algunas nouvelles en inglés a 10 soles. A escarbar, puede encontrar algo interesante.



Pontificia Universidad Católica del Perú: De lejos la mejor editorial universitaria, a pesar de la de mi alma mater. Las novedades, un libro sobre la Dialéctica y los volúmenes sobre la Tolerancia. Es bueno detenerse a explorar con cuidado sus anaqueles de Historia, Antropología y las Ediciones del Rectorado. Muy buenos descuentos, no desaprovechar.



Instituto de Estudios Peruanos: muy buenos libros sobre sociología. Al pasar por allí reclame su catálogo, vaya a toamr un café y escoja su favorito. precios de feria.



Fondo de Cultura Económica: Un imperdible. Un repaso por la Literatura, Filosofiía e Historia. hay un libro sobre las Alcobas famosas, coeditado entre el FCE y Siruela, muy interesante. Ha traído novedades sobre todo en Filosofía. Otros títulos de interés: lo publicado por el PNUD.



Universidad Nacional Mayor de San Marcos: con una actividad editorial reciente muy prometedora. Libros técnicos sobre Ciencias, Literarura, Historia y Filosofía. Reeedicones de la obra de Antonio Raimondi. A revisar su estante de remates, solo 5 soles.



Planeta: a no perderse Curson McCullers, compre sin revisar el Aliento del Cielo, no se arrepentirá. Puede revisar otros títulos de Seix Barral. Tiene una colección de bolsillo interesante, pero tiene que revisar con cuidado pues los armarios no tiene un orden temático.





Librerías de Viejo: Hay varias, La Casa del Libro Viejo, Ideal, el Aleph, Cultura Peruana. Siempre es bueno darles una mirada, aprovechando que el sol calienta el papel y espanta el olor a moho de algunos ejemplares. A revisar con paciencia, allí conseguí los viajes en Beagle de Charles Darwin a solo 10 soles.





Riguse y Ordecupe: abren el contenedor y entre libros sin sentido aparecen verdaderas joyas. A abrirse camino entre os compradores para revisar una a una las pilas de libros.



Fondo Editorial del Congreso: Las Obras completas o textos Esenciales de granes escritores o pensadores peruanos son su especialidad. ütil para el académico.

No olvidar una vuelta por las editoriales independientes sobre todo Estruendomudo y Mesa Redonda.


El gran ausente en esta feria: Océano, podrá encontrar los libros de Anagrama y Salamandra en algunos puestos, pero a armarse de paciencia para encontar lo que quiere.





Siempre están las presentaciones de novedades y encontrarse con los amigos escritores y sobre todo con los buenos lectores





En este fin de semana más puente, a sumergirse en los libros. Nos vemos ahí

jueves, 27 de octubre de 2011

Fragmentos de Melancolía




Ejercicios de texto para la novela:



Cerré la carta y se hizo un silencio atemporal. Imágenes borrosas vagaron por mi mente y una de ellas se hizo clara. Escenas de una película donde Alejandro Magno invadía un bosque en Asia: guerreros atacando a caballo con la feroz resistencia de un ejército que se defiende a lomo de elefante y que pronto devuelve el ataque. Carnicería humana con muertos atravesados por el bronce o aplastados por las bestias. Seres humanos luchando no ya por sus ideales sino solo para mantenerse vivos. Olor a sangre y tierra fresca. Pensé en los gritos de los combatientes, en el desgarro físico y los dramas individuales en la batalla. De pronto se mezclaron todas las emociones en mí: coraje, furia contenida, tristeza, frustración y desasosiego. Emociones sobrevivientes con sus heridas cicatrizando. Dramas cotidianos de caída y redención.

Pensé en las cicatrices del tiempo. Mis cicatrices. Aquellas que conseguí por vivir de acuerdo a mis principios y creencias, aplicando el viejo axioma de muero en mi ley, arropado en mi rebeldía e inconformismo casi incontrolados y siempre inveterados. Pensé en las veces en que me equivoqué, en que caí a pesar de tener la razón, en estrellarme a sabiendas contra muros infranqueables o de casi ser aplastado por elefantes corporativos. Recordé mi experiencia con personas que, como en aquella película quedaron regadas en el campo incierto y cruel de la vida. Algunas ya casi las olvidé, otras crecieron lejos pero en paralelo a mí, no juntas, no cerca, pero que funcionaron como punto de referencia, como estrellas distantes sobre un mar oscuro.

Y es que el pasado es un dios mitológico que adopta crueles y caprichosas formas. A veces transmutado en una pesada ancla, otras en poderosas alas. Todos tenemos uno que está allí para darnos la espesura de la experiencia vital. Ahora el mío apareció de pronto, rodeado de sus heraldos, abriéndose paso entre las frases de la carta, preguntas que sonaban a reproche, a temor inocente y a cariño soterrado. Una carta que esperó catorce años para ser escrita, invocando promesas inconclusas. Mi pasado, mi dios de las pequeñas y grandes cosas había tomado cuerpo esa noche en que el silencio se hacía más afilado a medida que pasaban los minutos.

miércoles, 5 de octubre de 2011

Asañas de la Ygnorancia





Hoy se celebra en el Perú el Día de la Medicina, en conmemoración al fallecimiento de Daniel Alcides Carrión, quién inoculandose material obtenido de una tumoración verrucosa de una paciente con la llamada Verruga Peruana, reproduce en sí mismo unos días después todo el cuadro clínico de la Fiebre de La Oroya, cerrando así con el sacrificio de su propia vida un intenso debate acerca de la etiología y de la naturaleza clínica de una misma infección.



Veinte años despues, un 5 de Octubre también, Alberto Barton comunica en su discurso conmemorativo en la Unión Médica Fernandina, el descubrimiento de los cospúsculos endoglobulares que se observaban en los glóbulos rojos de pacientes con la Fiebre de la Oroya, lo que años más tarde quedaría como la Bartonella bacilliformis. bacteria causal de ambas formas clínicas.



La Medicina Peruana, desde los albores de su historia escrita está plagada de historias de triunfos y derrotas, de epidemias y epónimos que dejaron su impronta científica y sanitaria. Una tarea que comienza al menos desde los primeros médicos que llegaron con Pizarro y Almagro. Al carecer de escritura la medicina precolombina se pierde en la tradición oral y las escasas huellas de los utensilios y huacos que perduran para nuestras interpretaciones. La historia médica peruana se sigue escribiendo ahora en las publicaciones periódicas impresas o electrónicas.




Pero como soy irreverente, quiero conmemorar saliendo del lugar común y hablar de aquella medicina hipocrática y medieval, en una Lima Virreynal donde cohabitaban con cuadras de diferencia, Santa Rosa, San Martín de Porrres, Santo Toribio de Mogrovejo, San Francisco Solano y San Juan Macías. Al parecer las artes curativas de los médicos no eran bien vistas por todos los creyentes de la época, una ciudad mística y en olor a santidad, por no decir de la pestilencia de las acequias corrientes dentro de la ciudad amurallada.



Por eso quiero referime a las coplas de Juan del Valle y Caviedes, español que vivió en Lima en el último tercio del siglo XVII:




Dice el glorioso Doctor San Agustín en el libro la Ciudad de Dios, las siguientes palabras: "No está obligado el cristiano a llamar a médicos en sus enfermeddades porque es mas acertado fiar de Dios"




1. Del autor al santo






Copla



Dos veces para mí, santo

es Agustino discreto

una, por contra doctores

otra por santo estupendo


El Eclesiastico dice: "Dejará caer Dios al pecador en manos de un mal médico"



Poeta satírico y agudo observador de la realidad de entonces, donde ve la praxis médica Caviedes advierte malas artes. Este poeta diseca las imperfecciones sociales con su afilada pluma y nos regala a los médicos peruanos un poco de sus ácidas reflexiones que nos sirvan nuestro día, para seguir obrando por los caminos diseñados por las sagradas escrituras (llámese los textos fundamentales de la Medicina):





En cuantas partes dijere

Doctor el Libro, está atento

que allí has de leer verdugo,

aunque éste es un poco menos.

Donde dice practicante

leerás estoque en ello,

porque estoque o verduguillo

todo viene a ser lo mesmo.

Donde dijere receta

leerás con más fundamento

sentencia de muerte injusta

por culpa de mi dinero.







Yo que supe esta maldad
saqué luego aquel Quaderno
Asañas de la Ygnorancia
y le dije cata el verso
A otro vayas Doctor
de la muerte mensagero
la salud sea con él
le libre de tus yerros.
Y con tan santa oración
la salud le vino luego



lunes, 3 de octubre de 2011

Los Infinitos

Ahora que las nubes se diluyen por el sol de primavera, una traducción libre del primer parrafo de Los Infinitos de John Banville:







De las cosas que creamos para ellos y con las que podrían deleitarse, el amanecer es la que más funciona. Cuando la oscuridad se desvanece en el aire como suave y menudo humo y la luz se extiende lentamente desde el Este, entonces todos, a excepción de los humanos más miserables, comienzan a reponerse. Este es un espectáculo que nosotros los inmortales disfrutamos, una diaria resurrección mínima, y que con frecuencia nos reúne al borde de las murallas de las nubes para observar desde lo alto como despiertan nuestros pequeños para dar la bienvenida al nuevo día. Que silencio nos cae de pronto entonces, el silencio triste de nuestra envidia. De hecho, muchos de nuestros pequeños continúan durmiendo, sin dar importancia al encantador ardid matutino de nuestra prima Aurora. Pero existen siempre los insomnes, los inquietos patológicos, los no correspondidos en el amor desparramados en sus camas solitarias o, simplemente los madrugadores y atareados, con sus ejercicios y sus duchas frías, y, con sus pequeñas tazas recargadas de ambrosía negra. Así es, todos en mayor o menor medida presencian y reciben con alegría el amanecer, excepto los condenados a muerte, para quienes la primera luz será la última sobre la tierra.

viernes, 30 de septiembre de 2011

La Arqueología de la Clínica (o el Legado de Honorio Delgado)



Parece fácil pero no lo es, aprender las artes clínicas puede convertirse en una tarea de romanos. Un asunto de perseverancia. La idea fundamental es darle significado a toda la información que fluye de un paciente: datos importantes entremezclados con anécdotas, palabras inconexas, intenciones subconscientes o deliberadas. Dentro de todo ese magma debemos de obtener el detalle, sí aquel detalle del que hablaba Nabokov para darle forma a la enfermedad, para agarrar el diagnóstico por las orejas y no dejarlo ir.


El proceso diagnóstico entonces se parecería a la excavación de un arqueólogo, un hallazgo sucesivo de elementos que aparecen en capas. Algunos serán inútiles como los desechos comunes, pero una vez que encuentra algo valioso, el arqueólogo se detiene y pacientemente con una brocha comienza a limpiar la zona circundante hasta desenterrar por completo la pieza enterrada por los años.


Los clínicos no usamos brochas sólo nuestros sentidos, por eso es menester agudizarlos al máximo para ver y escuchar mas allá de lo evidente. Pero hay algo más importante. No basta tener los sentidos alerta, es imprescindible el conocimiento para darle valor a lo que percibimos. Como nos decía un viejo profesor: uno no ve lo que no conoce.


Honorio Delgado, hablando sobre Leibniz en El Médico, La Medicina y el Alma, menciona los temas de la percepción y la apercepción, la primera como la representación que hace el alma sobre las cosas del mundo exterior, tal como lo hace un espejo. En cambio, con la apercepción el sujeto se percata de las percepciones, tiene conciencia de las ideas y de las representaciones del mundo, es decir captura la esencia y el significado de lo que percibe.



Haciendo entonces un paralelo con los conceptos anteriores, la mirada clínica, entendida como la valoración completa de un paciente, debe tener una densidad de conocimientos y destrezas para lograr su cometido, de no ser así, el encuentro médico paciente deviene en una secuencia disparatada de eventos que poco ayudan al diagnóstico y peor aún al tratamiento de la enfermedad.


La mirada clínica depende entonces de la capacidad de que nuestras preguntas funcionen de manera indistinta como brocha, espátula y sacacorchos, así como de una observación acuciosa que desentrañe los signos que un cuerpo enfermo nos ofrece.


Pero después de todo esto viene acaso la labor más importante, la construcción de la historia clínica. La narrativa escrita que ordena el caos de información que es una anamnesis, palabra entendida como la recuperación de la memoria de enfermedad, con todos los saltos temporales y cajas chinas que uno puede encontrar en la narración oral del paciente, quien cuenta lo que puede, lo que quiere o lo que entiende, o todo junto. En la narrativa escrita, el clínico debe sujetarse a los hechos que tienen un significado trascendental para entender los procesos biológicos que llevaron a la enfermedad del paciente. Aquí los adjetivos e interpretaciones subjetivas sobran. Para tal fin, el médico debe tener una cultura literaria como lo sostiene Honorio Delgado en el libro antes mencionado:






"Obligado a aguzar la sindéresis, por la complejidad de los problemas que afronta, el médico necesita no solo pensar claro frente a los hechos y allende las doctrinas, sino formular debidamente sus juicios. De ahí el interés de buscar y cuidar la expresión precisa, de aplicar el término conveniente a cada concepto, a cada diferencia, a cada matiz del dato. Esto lo consigue solo con la cultura literaria, consagrando parte del escaso tiempo que le deja libre el tráfago de la acción, a la lectura de libros selectos."




En Medicina se cumple también eso de “Tutto, meno i fatti, e provisorio nella scienza”- Todo, menos los hechos son transitorios en la ciencia-, como lo dijo el clínico Murri, es decir la importancia cardinal de los hechos concretos. Pero aquí hay que hacer una saludable distinción como la que propuso Honorio Delgado, entre el pathos (dolencia) y el morbus (enfermedad), que a su vez se presta el término acuñado por Virchow.

Como me enseñaron mis profesores, uno trata enfermos y no enfermedades. Cada persona responde distinto (dolencia) frente a la misma enfermedad. Si bien importa todo lo que cuente el paciente y entenderlo como persona, es necesario separar lo accesorio de lo fundamental y trabajar en dos planos: el biológico, para curar el desbalance y el psicológico para recuperar a la persona sana o en el peor de los casos rehabilitarla.


Ya que como dijo Jaspers: “Los médicos están a la altura de su misión en la medida que son psiquiatras”

miércoles, 24 de agosto de 2011

Un año más



Existe en mi pequeña biblioteca un espacio dedicado a sus libros, el rincón Borges, limita al norte con Dante, y está al oeste de Shakespeare. Siempre que paso por aquellos territorios, me detengo un rato a hojear uno de su libros, que los tengo apretujados entre ediciones nuevas y ejemplares de libros de viejo, con el saludable riesgo de quedarme más tiempo del necesario atrapado por su narración intensa.



Confieso que cuando comencé a leer a Borges en mis años universitarios, confundía con facilidad extrema los linderos entre un dato real o uno inventado. Mis primeras lecturas no fueron en casa sino en la pequeña biblioteca personal del padre de una amiga. Con el tiempo no puedo decir que me gustaba más si ir a ver a una de ellas o quedarme leyendo un libro mientras la esperaba. Creo que finalmente eran ambas cosas.



De esas primeras lecturas a las que retomé desde la Escuela de Escritura Creativa hay una gran distancia literaria, muchas lecturas, aprendizajes y experiencias han modelado mi capacidad de lectura. El tiempo me ha hecho que aparezcan nuevas figuras literarias y filosóficas detrás del tapiz que forman sus palabras. Por tal motivo cada lectura para mí tiene el mismo efecto que tomar el agua fresca de una fuente durante una larga caminata bajo un día caluroso.



Ahora me queda más claro el brillo de su erudición y, como los intensos y variados fulgores de una joya, puedo distinguir en sus textos con mayor claridad sus momentos de realidad y ficción. Mi colección de sus libros no es completa ni pretende serlo pues no me alcanzaría el tiempo para terminarlas, aunque aprecio con ternura los nuevos volúmenes de sus obras completas.



Hace poco la lectura furtiva de uno de sus cuentos me regaló una epifanía: pude encontar el nombre que buscaba intensamente para la antología crítica de la obra de unos de mis profesores de clínica.



A 112 años de su nacimiento no me queda más que decir, Grande Borges, gracias una vez más.



viernes, 15 de julio de 2011

Al Maestro...





“La medicina es mi esposa y la Literatura mi amante, cuando quedo saciado con una paso la noche con otra. Se que esto es irregular, pero al margen de ello, ninguna de ellas pierde nada con mi infidelidad”




La vida está hecha de coincidencias, justo en la semana en que reviso con fruición documentos relativos a Chekhov, m tropiezo hoy con una fecha memorable.

Antón Pavlovich Chekhov, murió de tuberculosis pulmonar a los 44 años en Badenweiler (Alemania), luego de decir “No tomaba champagne desde hace mucho tiempo”, como en la bella narración que hizo Raymond Carver en “Tres Rosas Amarillas” y que recomiendo leer.

Como lo recuerda un amigo suyo y también escritor, Maxim Gorky, el ataúd que albergaba el cuerpo de Chekhov a Rusia fue transportado por un tren pintado de verde, con refrigeración y que tenía el rótulo exterior de “Ostras”. Al llegar a la estación de Fue enterrado en un día polvoriento y caluroso, con un séquito de casi cien personas, que inicialmente se confundió de muerto y siguió por error el ataúd del general Keller, percatándose de ello al escuchar una fanfarria militar.

Es difícil saber cuanto influyó una disciplina sobre la otra. Chekhov estudió Medicina en la Universidad de Moscú y comenzó a ejercer en Melikhovo, 80 km al sur. Luego viajó 8000 km al extremo de Liberia para vivir en la Isla de Sakhalin, una colonia penal de 10, 000 presos, donde realizó un censo, levantó estadísticas y describió las condiciones de degradación de la condición humana. Con tal información escribió una tesis que fue rechazada por el decano de la Escuela Médica de Moscú, cuyo nombre no pasó a la posteridad, por ser “demasiado sociológica”.

Los vasos comunicantes entre la medicina y literatura se multiplican como pequeños capilares en una infinita red nutricia. Es difícil diferenciarlos cuando un médico como él muestra una gran preocupación por la condición social de su paciente, de contagiarse del sufrimiento de sus enfermos, acaso por la misma extrema sensibilidad que lo llevó a escribir historias notables, de final abierto, de la vida común, donde sus personajes dicen lo que él acaso sentía como médico, por ejemplo el doctor Michael Astrov de la obra El Tío Vania:




Estoy de pie, desde la mañana a la noche, donde nunca tengo un momento de paz, y entonces cuando ya estoy bajo las sábanas y pienso si de repente me he equivocado con un paciente…




Por eso hoy, luego de pasar visita a mis pacientes, pienso en todo esto y me sumerjo en sus escritos como una forma de terapia.

miércoles, 8 de junio de 2011

Némesis: Fast Track






El primer caso de Polio de aquel verano se produjo a comienzos de junio, poco después del Día de los caídos, en un barrio italiano pobre que estaba en el otro extremo de la población donde nosotros vivíamos… Hubo que esperar hasta la festividad del Cuatro de Julio, cuando ya se había presentado cuarenta casos en la ciudad, para que en la primera plana del periódico vespertino apareciera la noticia titulada: “Las autoridades sanitarias alertan a los padres sobre la polio”…

A media res, pocos días luego del Memorial Day, se inicia la nueva novela de Philip Roth, Némesis, y la nueva epidemia de polio en Newark en 1944. El doctor Kittel estaba equivocado entonces: cuarenta casos de polio, el doble de lo esperado, ya era una epidemia (años después y muchísimos kilómetros lejos de allí, durante una de mis clases de estadística nos dirían que toda aparición de un número de casos por encima de lo esperado para esa temporada constituye una epidemia).

El virus de la Polio, diminutivo de Poliomielitis –inflamación de la sustancia gris motora de la médula espinal- , uno de los virus más pequeños, emparentado dentro de la familia de los Enterovirus con el agente causal del resfrío común. Este virus posee una cápside muy resistente a las condiciones ambientales e incluso al tratamiento de aguas residuales, por lo tanto le confiere una gran capacidad de persistencia en ambientes húmedos por tiempo prolongado.

Su ingreso es por la vía oral a partir de agua o alimentos contaminados con heces humanas infectadas. Una vez dentro, se reproduce en las células de la faringe, desde allí se introduce en el torrente sanguíneo hacia distintos tejidos, entre ellos las fibras musculares, para desde allí alcanzar la placa mioneural –donde el nervio se inserta en el músculo- y ascender hacia las astas motoras del médula espinal y al cerebro, donde el virus destruye las neuronas.

Pero no todos los infectado desarrollan enfermedad, un grupo grande de infectados no presenta síntomas, otro desarrolla síntomas respiratorios y uno más pequeño desarrolla complicaciones neurológicas que van desde parálisis de miembros inferiores a la muerte por falla ventilatoria.

Recién en 1949 se hizo la primera publicación sobre el aislamiento del poliovirus en tejidos celulares en laboratorio, paso previo a la producción de una vacuna que fue introducida en 1955. Por lo tanto la lectura de Némesis, es historia natural de la enfermedad, pura y dura, acerca de una de las epidemias más fascinantes en la historia de las enfermedades infecciosas.

Caminando entre la trama literaria y la información científica e histórica acerca de la Polio, es que comienzo a leer esta novela de las que hablaré con mayor detalle en los siguientes días.

martes, 31 de mayo de 2011

Las Fosforescencias de Murakami





A pesar de que trato de llevar una lectura ordenada, es decir leer una novela a la vez y de principio a fin antes de comenzar una nueva, me gana el desorden o en este caso el apetito e ingreso en un binge literario: salto de una novela a otra o bien a un libro de ensayos o a obras de otras disciplinas, teniendo entre mis favoritas a las de ciencias naturales, historia y filosofía; y, como en un juego de hilos quedo enredado en cada una de las tramas que me propone cada uno de los libros, enredado pero satisfecho.

Acabo de terminar la lectura 1Q84 (Haruki Murakami) el pasado domingo y aún con la resaca de las más de 700 páginas de los libros 1 y 2, disfrutando con las decenas de ramificaciones del texto, tanto en términos de conceptos como de interpretación literaria, y me propongo recuperar las historias clínicas subyacentes en el texto primario, en uno de mis saltos literarios tomé por curiosidad Cazadores de Microbios de Paul de Kruif: donde se narran las peripecias de algunos microbiólogos famosos. Al azar leí el capítulo referente a Paul Ehrlich, que como estudiante de medicina se interesó en la coloración de los tejidos corporales, quien utilizando el concepto de las reacciones químicas que producen los colorantes se acercó a la naturaleza de las reacciones del sistema inmunitario. Ehrlich buscó además incesantemente un químico que pudiera combatir algunas de las enfermedades infecciosas que en ese entonces diezmaban al ser humano sin la oposición de los medicamentos. En sus innumerables intentos de utilizar colorantes contra los microbios, encontró su Bala Mágica, como él la llamaba: la primera cura contra la Sífilis, el Salvarsán o compuesto 606.

La concurrencia de lecturas múltiples a veces genera coincidencias felices: una de las frases expresadas por Ehrlich calzaba con una de mis divagaciones acerca de la novela Murakami, la ficción acerca del mundo 1Q84 y sus dos lunas. Ehrlich, obsesionado por las reacciones químicas y el hallazgo de un compuesto que destruyera los microbios dentro de un cuerpo enfermo, le dijo un día a uno de sus colaboradores:



La vida está basada en oxidaciones normales. Los sueños son una función del cerebro y las funciones cerebrales son meras oxidaciones. Los sueños son algo así como una fosforescencia del cerebro.

Casi como copiado de 1Q84: iluminaciones de dos lunas, tormentas eléctricas que marcan la transición imperceptible entre dos mundos. Pasé del mundo de fantasías científicas de Ehrlich, en un libro editado en 1942, antes del descubrimiento de la penicilina al mundo de fantasías literarias de Murakami en el presente siglo

En 1Q84 además tales fosforescencias me evocan la eclosión de millones de vesículas presinápticas liberando neurotransmisores y como Ehrlich aproximó hace muchos años: provocando pequeñas explosiones químicas que dan lugar a los sueños, como espejismos del subconsciente y, a su vez, en el estado de vigilia, el de crear las ficciones que pacientemente se convertirán algún día en la matriz de una obra literaria.

miércoles, 18 de mayo de 2011

Las Máximas de Loeb




Confieso que no todos los días ir a trabajar se convierte en un placer, por más que me guste lo que hago. Hay días en que preferiría quedarme en casa, terminar de leer mis pendientes y escribir los textos que mis demonios literarios obligan. Ayer fue uno de tales días. Sin excusa para llamar a mi jefe y decirle que no iría a trabajar llegué temprano al hospital. Sabía que mi jornada sería corta para cumplir con lo planificado, obligado a ir a una reunión sobre Telemedicina, le avisé a mi Interno que disponga de todo para iniciar la primera visita de la mañana (Interno: estudiante del último año de Medicina que realiza sus prácticas pre profesionales).

La visita de la mañana es crítica pues recapitula lo que ha pasado durante la tarde y la noche previas, se revisa el cumplimiento de las metas trazadas en el manejo del paciente y se planifica lo que se actuará en las siguientes horas. Yo esperaba una mañana prolija en hallazgos.

Pero no sucedió así. Para variar, al comunicarle sobre la visita, el Interno tomó la misma cara de sorpresa que pone desde el momento que llegó, hace ya 45 días. El día previo le había dado todas las explicaciones posibles para gestionar el drenaje de un paciente con absceso hepático: le expliqué los fundamentos del tratamiento, a quién debería buscar -al radiólogo intervencionista-, que instrumental necesitaría y los procedimientos administrativos para conseguirlo.

- Eduardo ¿qué dijo el radiólogo?
- ¿Cuál radiólogo?
- El que iba a hacer la punción hepática.
- No sé. Pero vino el cirujano
- ¿Quién te autorizó a llamarlo?
- Yo lo hice
- ¿Para qué?
- Para que evalúe al paciente

Revisé las notas del cirujano, quien sugería continuar con el tratamiento, decía que el paciente no necesitaba cirugía y que…debería de llamar al radiólogo intervencionista. En ese momento, la sangre alcanzó su punto de ebullición, pues al no haber registrado el Interno en las notas de Evolución clínica (lo que acordamos el día previo) aparecía en la historia como que el cirujano era el autor de la idea. No solo yo quedaba como un tonto sino que el Interno me había hecho romper la 4ta máxima de la Medicina Interna.

Más aún, al revisar el archivo del paciente encontré los mismos errores administrativos de todos los días y que el Interno se niega, consciente o inconscientemente, a resolver a pesar de haber probado toda suerte de herramientas de persuasión educativa, como por ejemplo explicarle los niveles cognitivos de la Taxonomía de Bloom (Conocimiento, Comprensión, Aplicación, Análisis, Síntesis y Evaluación) hasta las infinitas recomendaciones sobre que es mejor aprender haciendo. Pero mi Interno imprime a las cosas su propia velocidad y filosofía de aprendizaje, no importando si las circunstancias apremian. Revisando un poco más encontré un par de resultados de laboratorio, so sugeridos por mí:

- ¿Qué significa esto?
- Ah, es el lactato
- ¿Y para qué lo pediste?
- Es que el primero salió alto y el segundo lo tomé después para ver si bajaba.
- Pero va a seguir alto pues no has drenado el absceso. Además ¿le has tomado la presión y la temperatura?
- No
- Entonces que esperas para ahcerlo

De nada me sirvió machacar que la Clínica tiene principios fundamentales, uno de ellos es la superioridad de los hallazgos físicos sobre las pruebas de laboratorio, ya que éstos últimos pueden fallar, pero como diría House, mientras todos mienten, los signos clínicos quedan como la única verdad.

De allí en adelante fui descubriendo más perlas sobre el mismo paciente, como el hallazgo de trombos en las venas suprahepáticas, que él no podía explicarse, a lo que recurrí a una perorata sobre fisiopatología y las reacciones que tiene el endotelio ante una inflamación severa, lo que explicaba este hallazgo y desautorizaba dialécticamente el nuevo set de pruebas que había pedido sin autorización para explicar lo inexplicable.

Hasta que decidí aplicar la táctica del Convidado de Piedra. Es decir, ignorarlo y continuar la visita con la Residente (médico graduado en entrenamiento de post grado). De nada serviría que en los siguientes minutos intentará justificar sus omisiones aludiendo que no recordaba haber escuchado mis instrucciones, a lo que repliqué a modo de coda que si necesitaba se las podría dejar escritas y que si persistía en pedir pruebas para ver como oscilaban las constantes biológicas podría dedicarse a las matemáticas con más éxito. Minutos más tarde, lo vi presuroso por el servicio de Radiología y completando el resto de tareas pendientes.

Siempre es interesante y gratificante trabajar con estudiantes, sobre todo por que uno se puede contagiar de su entusiasmo por aprender y empujan a estar siempre bien informado, además te abrevian de muchas tareas y permiten que uno pueda profundizar, y en mi caso filosofar sobre las diversas enfermedades, para darles un enfoque que permita sobrellevar el hecho de trabajar con personas seriamente enfermas y retornar los conocimientos a los estudiantes con el fin de cerrar el círculo de enseñanza – aprendizaje.

Infinitos son los ejemplos de la relación entre profesores y discípulos, con resultados tan dispares como la vida misma. Y como de toda experiencia se peude sacar una enseñanza, a pesar de que ésta me haya malogrado la mañana, paso a revisar las Máximas de Loeb en Medicina Interna (Matz R: Principles of Medicine. NY State J Med 77:99-101, 1977) y que constituyen uno de los cimientos de mi práctica diaria:


1. Si lo que estás haciendo funciona, entonces continúa haciéndolo.
2. Si lo que haces no funciona, entonces deja de hacerlo.
3. Si no sabes que hacer, entonces no hagas nada.
4. Pero sobre todo, nunca le dejes tu paciente a un cirujano

miércoles, 11 de mayo de 2011

Personal e Intransferible








Cuantas historias interiores que contar dentro del Estadio Monumental,cuantas razones distintas para estar allí.





No recuerdo bien cuando escuché por primera vez a los Beatles, acaso por rebote de los mayores. En una época donde la televisión no era omnipresente aún, la radio llenaba los espacios que los juegos y el colegio dejaban libres. Por azar del dial caí en Beatlemania, un programa de sábados por la noche que marcó mi relación con la radio, al punto de terminar años después trabajando como DJ en una de ellas. Una historia que contaré mas adelante.


Esperar los sábados a escuchar el programa, a ir a los estudios de la radio y comprar mi primer disco de vinilo (long play) eran consecuencias esperadas pero que tomaron cierto tiempo entre una y otra etapa.




La más complicada fue la última, ya que viviendo de propinas, comprar un disco fue el evento crítico. Cómo no me alcanzaba la plata compré una recopilación con 2 long plays, la tapa era roja, se abría como un libro y dentro de las fundas había un encarte con las letras de las canciones. The Beatles 1962-1966 utilizaba una fota del álbum Please Please Me, creo que tomada desde los estudios de grabación.


Desde entonces, gané varias cosas: mejoré mi oído musical, exploré la discografía y la historia de los Beatles, aprendí a presentar canciones como en la radio y me interesé en el inglés, un idioma que me iba de patadas en el colegio. A partir de ese momento, un diezmo de mis propinas iba al fondo pro compra del siguiente álbum, el Azul: The Beatles 1967-1970.


En tal álbum el diseño era el mismo y el estilo de la foto también, pero con los Fab Four de barba y pelo largo. Una vez más un disco marcaba una transición, la música y el look eran distintos y al parecer mas elaborados (ahora diría que crearon una vanguardia) y me inspiraron, entre otros factores, a usar el pelo largo, aunque esto pueda parecer inversimil a los que me conocen.


Y hace 2 noches, estaba allí esperando el concierto y viendo una a una las figuras que desfilaban sin cesar, por las gigantescas pantallas 30 minutos antes del concierto, el collage de fotos y videos que contaban la historia de The Beatles y de Wings, la banda que crearon Paul y Linda McCartney. Solo para rebobinar los miles de momentos ligados a mi propia historia musical, la recolección de los discos 45 rpm o long plays de McCartney, y de aquellos que no pude comprar pero me deleitaba de ver, tocar y oír en la cabina de radio, como el Wings over America.


Hasta que por fin se apagaron las luces, y de entre el griterio general: Paul que comienza el concierto cantando Hello Goodbye y me transporta al viejo radio a tubos, al equilibrio manual en colocar la aguja sobre el surco preciso del disco, a la psicodelia y a las ganas que aún tengo de ver Magical Mystery Tour.



Si Hello Goodbye me sonó a himno, luego las siguientes canciones me dejaron paralizado pues no imaginaba hasta entonces tener al frente a una persona con tanta historia detrás, la de ellos, la del mundo, la mía, hasta que en The Long and Winding Road me quebró las fibras más sensibles y creo que nadie se dió cuenta de las lágrimas que salían en silencio.






The long and winding road that leads to your door,


Will never disappear, I've seen that road before


It always leads me here, leads me to your door.

Una y otra vez las canciones, imagino, nos llevaron de un modo u otro a todos a territorios escondidos en nuestra memoria, que en mi caso me refrescaron a las cajas de parlantes hechas por papá y a la cena de mamá cuando estudiaba hasta muy tarde escuchando música. Tonadas que unen distancias temporales, como cuando al ver a Sting en el Festival de Viña mis padres recordaron cuando lo escuchaba por la radio.




Han pasado dos días y el concierto aún rebota en mi memoria, asaltando aquellas rendijas de pensamiento que me quedan luego de resolver las tareas cotidianas. Allí escuché y vi del mismo Paul ese clásico One, two, three, four... que abré muchas de las canciones de The Beatles, en especial Sgt. Pepper Lonely Hearts Club Band, aquella canción que abría el programa que era más importante de no perder que la misa de cada semana: Beatlemania


Gracias Paul...y John, George y Ringo, por dejar (Let´em in) entrar mis recuerdos una vez mas.



Esta historia continuará...

miércoles, 6 de abril de 2011

Lecturas Recomendadas




No me había dado cuenta que Marzo pasó como un fogonazo. Lleno de clases y rondas clínicas envueltas en un calor sofocante, los días se sucedían uno tras otro solo esperando llegar a un espacio de descanso. Las lecturas y las películas en el cine continuaron durante todo ese tiempo, sin embargo faltó el tiempo para comentarlas.


A escasos días para las elecciones he terminado de leer El Gatopardo, novela que comentaré más adelante, que narra el final de una dinastía. me ha servido para complementar un ciclo de novelas que no siendo políticas en sí mismas me han servido par entender mejor los procesos electorales y el comportamiento de los gobernantes y lo grupos de poder, las que se suman al Gatopardo: El jardín de los Finzi Contini de Giorgio Bassani, Rebelión en la Granja de George Orwell y, hace algunas horas, El Príncipe de Nicolo Macchiavello, por coincidencia tres de ellos italianos.


Tal sucesión de novelas me ha llevado a lecturas secundarias como: La Divina Comedia de Dante, El pez en el agua de MVLL, así como textos en Historia Universal sobre la Unificación Italiana, las expansiones imperiales de Roma y los Otomanos, las dinastías borbónicas, el Imperio español y el napoleónico, el Tratado de Viena, la Revolución francesa y por una inexplicable carambola he llegado a la historia del Virreynato Peruano en la era de los borbones y la biografía de Hipólito Unanue. es que así son las mareas literarias, te llevan por corrientes impredecibles.


Precisamente para entender la novela el Gatopardo, de quien se ha hecho una notable película a cargo de Luchino Visconti, se tiene que explorar en el proceso de la Unificación Italiana, en la cual un reino trata de expandirse y los señores feudales tratan de mantener sus privilegios, en un juego de tensiones se aprovecha además el impetu de un guerrero y mercenario como Giuseppe Garibaldi, que precipita las acciones para provocar una crisis que desembocará en la anexión del Reino de las dos Sicilias.


Es en este punto en el que comienza El Gatopardo, cuando los camisas rojas llegan a una tierra, la Italia meridional, que ha sido antes la Grecia Magna, invadida luego por sarracenos y españoles borbónicos, que s eha convertido en un territorio feudal, una de esas familias es la de los Salina, la que está a punto de convertirse en anacrónica...


domingo, 27 de febrero de 2011

And the Oscar Goes To...


A escasos minutos de la alfombra roja en Los Angeles anoto mis apuestas.


He visto 7 de las 10 películas nominadas, de 8 películas que se han estrenado en Perú (decidí no ver El Origen en su oportunidad) ya que los distribuidores -como algunos en la industria literaria- nos privan de buena parte de lo producido en el mundo. Mañana haré una reseña de las películas que he visto, muchas de ellas a un ritmo de dos por semana, ya que nuestros genios de la industria local deciden aglutinar buenos estrenos en un lapso de 3 semanas con el riesgo de perderse unas por faltya de tiempo o por salida prematura de las salas.


Aun soy un creyente de ir al cine y disfrutar de la pantalla gigante.


Me atrevo entonces con las limitaciones del caso a lanzar mis propuestas:


Mejor Película: True Grit (Temple de Acero), runner up: Winter´s Bone

Mejor Director: Joel Coen and Ethan Coen

Mejor Actor: Colin Firth, (King´s Speech) runner up Jeff Bridges (sin ver Biutiful)

Mejor actor secundario: Geofrey Rush (King´s Speech)

Mejor Actriz: Natalie Portman (Cisne Negro) , runner up Jennifer Lawrence (Winter´s Bone)

Mejor actriz secundaria: Hailee Stanfield (True Grit)

Mejor película animada: Toy Story 3, de lejos y mi tercer puesto en mejor película


Mejor Dirección artística: True Grit


Mejor Edición: El Cisne Negro


Mejor Guión adaptado: True Grit, runner up Winter´s Bone
Mejores Efectos Visuales: díficil pero apuesto a Alice in Wonderland, aunque me gustó mucho la escena del tsunami en Hereafter
Mejor Cinematografía: El Cisne Negro
En el resto de categorías prefiero no opinar por no haber visto todas las películas, la mayoría de ellas no proyectadas oficialmente.
A disfrutar del cine.

viernes, 25 de febrero de 2011

London Calling


He terminado de leer Alta Fidelidad de Nick Hornby, en una edición no autorizada pero fidedigna. La novela trata de la historia de Rob, un apasionado fan musical que conserva con fervor su adolescencia a pesar de los años. Rob construye y destruye sus relaciones amorosas y amicales a partir de la experiencia vivida en las canciones, series de tv y películas que él considera imprescindibles.

Rob cuenta con la complicidad de un par de freaks de la música, Dick y Barry, que trabajan como empleados en su destartalada tienda de discos en los suburbios de Londres, la Championship Vinyl, un local "lleno de ediciones para coleccionistas, o para el coleccionista discográfico serio, como dice un rótulo irónico anticuado del escaparate". Allí encontraremos ediciones limitadas, demos, bonus tracks, lados B, versiones especiales, descontinuadas o descatalogadas, ediciones importadas, todas ellas verdaderas joyas para coleccionistas. Rob y sus amigos viven la interfase entre la lenta desaparición de los cassettes y la irrupción de los CDs, antes de la era del MP3 , por lo tanto el tiempo de la novela es aún el paraíso de los coleccionistas de la música-objeto.

Son dos temas que saltan y se entrelazan a lo largo de toda la novela: la persistencia de Rob en conseguir el amor de una mujer, de conseguirlo pero no de retenerlo –explicándose una y otra vez los motivos de sus fracasos sentimentales- y su hambre por la música, que va desde el soul, el rhythm & blues, el rock y el punk. Rob es un disquero que se jacta de conocer a una persona que es amiga de Johnny Rotten, el de Sex Pistols y que se ha movido dentro de ese Londres musical que albergó el nacimiento de The Beatles, Led Zepellin, The Who y The Clash, entre otros.

Es este fanatismo el que impregna los textos de Alta Fidelidad, la vida de Rob es como Championship Vinyl, “que huele a humo rancio, a humedad, al plástico de las cubiertas protectoras”, un espacio donde Rob no se anima “a hacer una limpieza a fondo ni a cambiar de la decoración de arriba abajo”, so riesgo de perder su propia identidad, y en este caso particular su adolescencia eterna. Sin asumir las responsabilidades propias de su maduración física, Rob se la pasa encasillando cassetes y CDs, situaciones y gustos musicales, su percepción de las personas y sus relaciones amorosas. Su pasión por las listas lo lleva a recordar sus “5 rupturas amorosas más memorables, las que me llevaría a una isla desierta”, así como describir a una persona el gusto de aquella por sus 5 películas favoritas.

Al no ser considerado como una persona madura capaz de asumir responsabilidades mayores en la vida, Rob es desbancado del Top of The List en las decisiones a largo plazo de sus parejas eventuales, entre ellas, y aunque no lo quiera admitir, de la lista de Laura su último amor, quien decide abandonarlo por uno de sus vecinos: Ray, cuyo único mérito aparente, al menos para Rob, es el de ser un atleta coital.

El abandono de Laura, viene a ser el primer gran corte en la cinta de Grandes Éxitos (o Fracasos, según se le mire) que Rob se ha grabado a sí mismo como derrotero en la vida. A partir de allí Rob repasa sus antiguos tracks, es decir sus cinco mejores fracasos, y ya a los 36 años comienza a hacerse muchas preguntas sobre lo que realmente es la vida.



¿Qué fue primero: la música o la tristeza? ¿Me dio por escuchar música porque estaba triste? ¿O es que estaba triste porque escuchaba triste? ¿No te convierten todos estos discos en una persona de tendencia melancólica?


Como en When Love Breaks Down de Prefab Sprout, Laura huye de Rob luego del rompimiento, solo para evitar enfrentar ciertas verdades. Mientras tanto Rob se sumerge en una lluvia de preguntas típicas como ¿por qué? ¿Qué pasó? ¿está con otro?


My love and I we work well together
But often we´re apart
Absence makes the heart lose weight, yeah
Til love breaks down, love breaks down

Oh my, oh my, have you seen the weather
The sweet September rain
Rain onme like no other
Until I drown, Until I drown

When love breaks down
The things you do
To stop the truth from hurting you

Mientras Rob se retuerce en dudas acerca de lo que hará Laura en la etapa post rompimiento, al revisitar sus cinco rupturas amorosas más memorables se da cuenta que las personas evolucionan con el tiempo, de que nada permanece igual a diferencia de sus canciones que siempre sonarán de la misma manera. Luego Rob se embarca en una ligera aventura con Marie LaSalle, una rockera americana, solo para descubrir que las ilusiones del mundo de la música son sólo eso, que ni la envoltura ni los beneficios que puede dar una persona justifican enamorarse de ella. Es a partir de entonces que Rob hace evidente, sin darse cuenta aún, que Laura realmente ha pasado a ocupar el primer lugar en el ranking de la peor ruptura amorosa de su vida.

Y como una cinta de cassette es tensada con un lápiz para que puede correr bien por los carretes, Rob es sometido a un ajuste en la vida: la muerte del padre de Laura. A partir de allí se cuestiona sobre el rol de la muerte en la vida de los que se quedan y se pregunta si su reticencia a mantener una pareja no se debía a su miedo a envejecer y sobre todo a ver envejecer a la mujer que ama y en último caso a perderla a causa de la muerte, por eso dice “La separación que la muerte entraña por fuerza ha de ser más dolorosa que la separación producida por una emigración, que duda cabe”

Quedarse estancado en una época musical es en cierta medida quedarse anclado a una porción del pasado y eso es lo que hizo Rob, anclarse a su adolescencia para no sufrir. Por su parte Laura decide regresar con Rob durante el funeral de su padre, al decirle: “Lo que necesito a toda costa es estar con alguien que conozca, alguien con quien me lleve bien. Tu has dejado bien claro que quieres que volvamos a estar juntos, así que…”, porque el affaire con Ryan no era seria y no podría sobrellevar lo que se viene, aquella relación solo fue un escape y un detonante para romper la desgastada relación que tenía con Rob.

Casi al final de la novela ocurren dos cosas importantes, a través de una reunión social Laura pone a prueba el determinismo que Rob le ha impuesto a las personas, que es el de clasificarlas de acuerdo a su gusto musical, al encontrar una pareja encantadora e inteligente que gusta de Tina Turner, Billy Joel y acaso Silly Love Songs de Paul y Linda McCartney. El otro tema importante es la aparición de Caroline, quien mueve los cimientos emocionales de Rob, y que incluso le hace olvidar su lista de las cinco canciones que llevaría a una isla desierta, solo para concluir que el arranque de una pasión no puede estar por encima de un amor construido a pulso.

Alta Fidelidad es una novela con soundtrack, divertida e irónica, con una profunda reflexión sobre el amor, la conversión a la adultez y el temor de crecer, así como un repaso desde el soul y el blues precursor del rock´n´roll hasta la historia del rock británico desde The Beatles al nacimiento del punk. Esta novela nos hace pensar que la vida es como una cinta grabada de canciones, experiencias y emociones que debemos de tocar y también de actualizar cada día

lunes, 14 de febrero de 2011

Fragmentos de Discursos Amorosos


¿De qué forma y consistencia es el amor? ¿Viene en la fingida apariencia de un pendiente de rubí con forma de corazón en una canción de Jackson Browne? ¿Desplegado con simetría y equidistancia como en la Geometría del Amor de John Cheever? ¿Vacuo como la búsqueda desesperada de amor y reconocimiento de Madame Bovary o épico y tenaz como el amor de Anna Karenina? ¿Distante, puro y apasionado como el de Dante a Beatriz o trágico como el de Tristán e Isolde? ¿Bello como un soneto de Shakespeare? ¿Fuerte, adúltero y fatal como en el Velo Pintado de Somerset Maugham? ¿A medio camino de consistencia entre lo que decía Salinger: la diferencia entre la felicidad y alegría es “que la alegría es un líquido, mientras que la felicidad es un sólido”? ¿Cristalizado como en Del Amor de Stendhal? ¿Cómo el relámpago que atonta en la Rayuela de Cortázar? ¿Cortante como un riff de guitarra o melodioso como melodía de violines?

Cada uno de nosotros tendrá su propia definición y significado y de entre las miles de formas de amar, nos quedaremos con la nuestra. Con esa forma y consistencia que ha creado nuestra propia historia de amores: amalgamada con los algodones y cementos de nuestros afectos y fraguada por los golpes de la pasión.

A continuación, algunos momentos estelares en los amores de otros, que también es otra forma de aprender a amar:

Este es el párrafo inicial de El Museo de la Inocencia de Orham Pamuk. Kemal, un rico heredero que ha perdido a Fusum, una pariente lejana de una clase inferior. Reconstruye su amor a partir de recuerdos y objetos:


...Fue el momento más feliz de mi vida y no lo sabía. De haberlo sabido, ¿habría podido proteger dicha felicidad? ¿Habría sucedido todo de otra manera? Sí, de haber comprendido que aquel era el momento más feliz de mi vida, nunca lo habría dejado escapar. Ese momento dorado en que una profunda paz espiritual envolvió todo mi ser quizá durara solo unos segundos, pero me pareció que la felicidad los convertía en horas, años…



Una de las tías instruye a Tsukiko Omachi, la antigua alumna enamorada de su maestro en El Cielo es Azul, La Tierra Blanca de Hiromi Kawakami:


En eso consiste el amor –repetía la mujer-. Cuando tienes un gran amor, debes cuidarlo como si fuera una planta. Debes abonarlo, protegerlo de la nieve. Es muy importante tratarlo con esmero. Si el amor es pequeño deja que se marchite hasta que muera…



Las desventuras del amor adolescente de unos Nerds fascinados por la astronomía, la ciencia ficción de los viajes interestelares y el borroso límite entre el tiempo y el espacio en Al Fondo del Cielo de Rodrigo Fresán:

...Y me pregunto si existirá algo más sci-fi que la súbita irrupción del virus del amor en el hospital de la juventud, de esa presencia extraterrestre que de golpe y sin aviso te posee y te convierte en un cosmonauta en trance… ese amor que todo lo inicia y que te derriba para hacer que asciendas envuelto en los giros de un rayo curvo e invisible que pone a temblar a las agujas de todos los detectores de energías extrañas…



Las divagaciones filosóficas de la naturaleza mutante y caprichosa del amor y su efecto sobre los humildes mortales en la Balada del Café Triste de Curson McCullers


…Las personas mas extravagantes pueden ser el estímulo para el amor. Un hombre puede ser un viejo chocho y seguir amando a una desconocida que vio en las calles de Cheehaw una tarde, dos décadas atrás. El predicador puede amar a una mujer perdida. La persona amada puede ser traicionera, tener el pelo grasiento y malas costumbres. Si, y el amante puede ver esto con tanta claridad como el resto, pero no afecta un ápice la evolución de su amor. Una persona absolutamente mediocre puede ser el objeto de un amor salvaje, extravagante y hermoso como los lirios venenosos de la ciénaga. Un buen hombre puede ser el estímulo de un amor violento y denigrante, o un loco denigrante puede provocar en el alma de alguien un idilio tierno y simple…



El febril amor y no correspondido afecto en Las Desventuras del Joven Werther, que termina con el suicidio del protagonista en una novela de Goethe:


…¡Ah! ¡Que sensación corre por todas mis venas, cuando mis dedos inadvertidamente rozan los suyos o nuestros pies se tropiezan debajo de la mesa! Me retiro como del fuego y una fuerza misteriosa me impulsa de nuevo hacia delante, el vértigo se apodera de todos mis sentidos…


Y ya que hablamos de jóvenes, el amor honesto, primigenio y turbulento que anuló para siempre amores futuros en una relación desigual: una mujer adulta con un adolescente en El Lector de Bernhard Schlink


…En la noche siguiente me enamoré de ella. Me pasé la noche en duermevela, añorándola, soñando con ella, creyendo sentirla a mi lado, hasta que me daba cuenta de que estaba agarrando la almohada o la manta...


O el pervertido amor por una nínfula en Lolita de Vladimir Nabokov, que puede extrapolarse a otras edades para amores carnales y pecaminosos.


Lolita, luz de mi vida, fuego de mis entrañas. Pecado mío, alma mía. Lo-li-ta: la punta de la lengua emprende un viaje de tres pasos paladar abajo hasta apoyarse, en el tercero, en el borde de los dientes. Lo.Li.Ta...


Una Beatriz Viterbo, querida, muerta una candente mañana de febrero y perdida (físicamente) para siempre, vista con un amor inconmensurable, contemplativo y conmemorativo en El Aleph de Jorge Luis Borges. Parece que lo de Beatriz no es casual.


…Beatriz era alta, frágil, muy ligeramente inclinada; había en su andar (si el oximoron es tolerable) una como graciosa torpeza, un principio de éxtasis…


El amor visto como instinto animal y utilitario cuando Sócrates conversa con uno de sus discípulos en Fedro de Platón.


...Considera esto, joven justo, y conoce que en la amistad del amante no existe una bondad verdadera, él tiene un apetito y quiere saciarse de ti. Así como los lobos aman a las ovejas, los amantes aman a sus amores…

El amor visto como desgarro o liberación en una reflexión femenina encontrada dentro de los textos de Kitchen de Banana Yoshimoto.


…Son dolorosas tanto la despedida como la muerte. Pero un amor del que no se piense que será el último no llega a ser ni un simple pasatiempo para una mujer...
Y como esto tiene que acabar, dejo para el final un dialogo de dos amigos, una vez inseparables, distanciados ahora en el tiempo y la geografía por amar a la misma mujer. Ella se quedó cerca de uno de ellos pero murió varios años atrás. Uno de los amigos regresa para recibir un ajuste de cuentas moral y dejar dudas irresueltas sobre la fidelidad y la cobardía en El Último Encuentro de Sandor Marai


...¿Crees tú también que el sentido de la vida no es otro que la pasión, que un día colma nuestro corazón, nuestra alma y nuestro cuerpo, y que después arde para siempre, hasta la muerte, pase lo que pase? ¿Y que si he­mos vivido esa pasión, quizás no hayamos vivido en vano? ¿Que así de profunda, así de malvada, así de grandiosa, así de inhumana es una pasión?…

Finalmente no importa de que color, forma o consistencia sea el amor que uno ha vivido lo importante a la larga es haber amado y dejado huella.

En la foto: Stendhal menciona que una de las claves del enamoramiento es la Cristalización, es decir que recubrimos al ser amado de brillos que lo idealizan.