He terminado de leer Alta Fidelidad de Nick Hornby, en una edición no autorizada pero fidedigna. La novela trata de la historia de Rob, un apasionado fan musical que conserva con fervor su adolescencia a pesar de los años. Rob construye y destruye sus relaciones amorosas y amicales a partir de la experiencia vivida en las canciones, series de tv y películas que él considera imprescindibles.
Rob cuenta con la complicidad de un par de freaks de la música, Dick y Barry, que trabajan como empleados en su destartalada tienda de discos en los suburbios de Londres, la Championship Vinyl, un local "lleno de ediciones para coleccionistas, o para el coleccionista discográfico serio, como dice un rótulo irónico anticuado del escaparate". Allí encontraremos ediciones limitadas, demos, bonus tracks, lados B, versiones especiales, descontinuadas o descatalogadas, ediciones importadas, todas ellas verdaderas joyas para coleccionistas. Rob y sus amigos viven la interfase entre la lenta desaparición de los cassettes y la irrupción de los CDs, antes de la era del MP3 , por lo tanto el tiempo de la novela es aún el paraíso de los coleccionistas de la música-objeto.
Son dos temas que saltan y se entrelazan a lo largo de toda la novela: la persistencia de Rob en conseguir el amor de una mujer, de conseguirlo pero no de retenerlo –explicándose una y otra vez los motivos de sus fracasos sentimentales- y su hambre por la música, que va desde el soul, el rhythm & blues, el rock y el punk. Rob es un disquero que se jacta de conocer a una persona que es amiga de Johnny Rotten, el de Sex Pistols y que se ha movido dentro de ese Londres musical que albergó el nacimiento de The Beatles, Led Zepellin, The Who y The Clash, entre otros.
Es este fanatismo el que impregna los textos de Alta Fidelidad, la vida de Rob es como Championship Vinyl, “que huele a humo rancio, a humedad, al plástico de las cubiertas protectoras”, un espacio donde Rob no se anima “a hacer una limpieza a fondo ni a cambiar de la decoración de arriba abajo”, so riesgo de perder su propia identidad, y en este caso particular su adolescencia eterna. Sin asumir las responsabilidades propias de su maduración física, Rob se la pasa encasillando cassetes y CDs, situaciones y gustos musicales, su percepción de las personas y sus relaciones amorosas. Su pasión por las listas lo lleva a recordar sus “5 rupturas amorosas más memorables, las que me llevaría a una isla desierta”, así como describir a una persona el gusto de aquella por sus 5 películas favoritas.
Al no ser considerado como una persona madura capaz de asumir responsabilidades mayores en la vida, Rob es desbancado del Top of The List en las decisiones a largo plazo de sus parejas eventuales, entre ellas, y aunque no lo quiera admitir, de la lista de Laura su último amor, quien decide abandonarlo por uno de sus vecinos: Ray, cuyo único mérito aparente, al menos para Rob, es el de ser un atleta coital.
El abandono de Laura, viene a ser el primer gran corte en la cinta de Grandes Éxitos (o Fracasos, según se le mire) que Rob se ha grabado a sí mismo como derrotero en la vida. A partir de allí Rob repasa sus antiguos tracks, es decir sus cinco mejores fracasos, y ya a los 36 años comienza a hacerse muchas preguntas sobre lo que realmente es la vida.
Como en When Love Breaks Down de Prefab Sprout, Laura huye de Rob luego del rompimiento, solo para evitar enfrentar ciertas verdades. Mientras tanto Rob se sumerge en una lluvia de preguntas típicas como ¿por qué? ¿Qué pasó? ¿está con otro?
Mientras Rob se retuerce en dudas acerca de lo que hará Laura en la etapa post rompimiento, al revisitar sus cinco rupturas amorosas más memorables se da cuenta que las personas evolucionan con el tiempo, de que nada permanece igual a diferencia de sus canciones que siempre sonarán de la misma manera. Luego Rob se embarca en una ligera aventura con Marie LaSalle, una rockera americana, solo para descubrir que las ilusiones del mundo de la música son sólo eso, que ni la envoltura ni los beneficios que puede dar una persona justifican enamorarse de ella. Es a partir de entonces que Rob hace evidente, sin darse cuenta aún, que Laura realmente ha pasado a ocupar el primer lugar en el ranking de la peor ruptura amorosa de su vida.
Y como una cinta de cassette es tensada con un lápiz para que puede correr bien por los carretes, Rob es sometido a un ajuste en la vida: la muerte del padre de Laura. A partir de allí se cuestiona sobre el rol de la muerte en la vida de los que se quedan y se pregunta si su reticencia a mantener una pareja no se debía a su miedo a envejecer y sobre todo a ver envejecer a la mujer que ama y en último caso a perderla a causa de la muerte, por eso dice “La separación que la muerte entraña por fuerza ha de ser más dolorosa que la separación producida por una emigración, que duda cabe”
Quedarse estancado en una época musical es en cierta medida quedarse anclado a una porción del pasado y eso es lo que hizo Rob, anclarse a su adolescencia para no sufrir. Por su parte Laura decide regresar con Rob durante el funeral de su padre, al decirle: “Lo que necesito a toda costa es estar con alguien que conozca, alguien con quien me lleve bien. Tu has dejado bien claro que quieres que volvamos a estar juntos, así que…”, porque el affaire con Ryan no era seria y no podría sobrellevar lo que se viene, aquella relación solo fue un escape y un detonante para romper la desgastada relación que tenía con Rob.
Casi al final de la novela ocurren dos cosas importantes, a través de una reunión social Laura pone a prueba el determinismo que Rob le ha impuesto a las personas, que es el de clasificarlas de acuerdo a su gusto musical, al encontrar una pareja encantadora e inteligente que gusta de Tina Turner, Billy Joel y acaso Silly Love Songs de Paul y Linda McCartney. El otro tema importante es la aparición de Caroline, quien mueve los cimientos emocionales de Rob, y que incluso le hace olvidar su lista de las cinco canciones que llevaría a una isla desierta, solo para concluir que el arranque de una pasión no puede estar por encima de un amor construido a pulso.
Alta Fidelidad es una novela con soundtrack, divertida e irónica, con una profunda reflexión sobre el amor, la conversión a la adultez y el temor de crecer, así como un repaso desde el soul y el blues precursor del rock´n´roll hasta la historia del rock británico desde The Beatles al nacimiento del punk. Esta novela nos hace pensar que la vida es como una cinta grabada de canciones, experiencias y emociones que debemos de tocar y también de actualizar cada día
Rob cuenta con la complicidad de un par de freaks de la música, Dick y Barry, que trabajan como empleados en su destartalada tienda de discos en los suburbios de Londres, la Championship Vinyl, un local "lleno de ediciones para coleccionistas, o para el coleccionista discográfico serio, como dice un rótulo irónico anticuado del escaparate". Allí encontraremos ediciones limitadas, demos, bonus tracks, lados B, versiones especiales, descontinuadas o descatalogadas, ediciones importadas, todas ellas verdaderas joyas para coleccionistas. Rob y sus amigos viven la interfase entre la lenta desaparición de los cassettes y la irrupción de los CDs, antes de la era del MP3 , por lo tanto el tiempo de la novela es aún el paraíso de los coleccionistas de la música-objeto.
Son dos temas que saltan y se entrelazan a lo largo de toda la novela: la persistencia de Rob en conseguir el amor de una mujer, de conseguirlo pero no de retenerlo –explicándose una y otra vez los motivos de sus fracasos sentimentales- y su hambre por la música, que va desde el soul, el rhythm & blues, el rock y el punk. Rob es un disquero que se jacta de conocer a una persona que es amiga de Johnny Rotten, el de Sex Pistols y que se ha movido dentro de ese Londres musical que albergó el nacimiento de The Beatles, Led Zepellin, The Who y The Clash, entre otros.
Es este fanatismo el que impregna los textos de Alta Fidelidad, la vida de Rob es como Championship Vinyl, “que huele a humo rancio, a humedad, al plástico de las cubiertas protectoras”, un espacio donde Rob no se anima “a hacer una limpieza a fondo ni a cambiar de la decoración de arriba abajo”, so riesgo de perder su propia identidad, y en este caso particular su adolescencia eterna. Sin asumir las responsabilidades propias de su maduración física, Rob se la pasa encasillando cassetes y CDs, situaciones y gustos musicales, su percepción de las personas y sus relaciones amorosas. Su pasión por las listas lo lleva a recordar sus “5 rupturas amorosas más memorables, las que me llevaría a una isla desierta”, así como describir a una persona el gusto de aquella por sus 5 películas favoritas.
Al no ser considerado como una persona madura capaz de asumir responsabilidades mayores en la vida, Rob es desbancado del Top of The List en las decisiones a largo plazo de sus parejas eventuales, entre ellas, y aunque no lo quiera admitir, de la lista de Laura su último amor, quien decide abandonarlo por uno de sus vecinos: Ray, cuyo único mérito aparente, al menos para Rob, es el de ser un atleta coital.
El abandono de Laura, viene a ser el primer gran corte en la cinta de Grandes Éxitos (o Fracasos, según se le mire) que Rob se ha grabado a sí mismo como derrotero en la vida. A partir de allí Rob repasa sus antiguos tracks, es decir sus cinco mejores fracasos, y ya a los 36 años comienza a hacerse muchas preguntas sobre lo que realmente es la vida.
¿Qué fue primero: la música o la tristeza? ¿Me dio por escuchar música porque estaba triste? ¿O es que estaba triste porque escuchaba triste? ¿No te convierten todos estos discos en una persona de tendencia melancólica?
Como en When Love Breaks Down de Prefab Sprout, Laura huye de Rob luego del rompimiento, solo para evitar enfrentar ciertas verdades. Mientras tanto Rob se sumerge en una lluvia de preguntas típicas como ¿por qué? ¿Qué pasó? ¿está con otro?
My love and I we work well together
But often we´re apart
Absence makes the heart lose weight, yeah
Til love breaks down, love breaks down
Oh my, oh my, have you seen the weather
The sweet September rain
Rain onme like no other
Until I drown, Until I drown
When love breaks down
The things you do
To stop the truth from hurting you
Mientras Rob se retuerce en dudas acerca de lo que hará Laura en la etapa post rompimiento, al revisitar sus cinco rupturas amorosas más memorables se da cuenta que las personas evolucionan con el tiempo, de que nada permanece igual a diferencia de sus canciones que siempre sonarán de la misma manera. Luego Rob se embarca en una ligera aventura con Marie LaSalle, una rockera americana, solo para descubrir que las ilusiones del mundo de la música son sólo eso, que ni la envoltura ni los beneficios que puede dar una persona justifican enamorarse de ella. Es a partir de entonces que Rob hace evidente, sin darse cuenta aún, que Laura realmente ha pasado a ocupar el primer lugar en el ranking de la peor ruptura amorosa de su vida.
Y como una cinta de cassette es tensada con un lápiz para que puede correr bien por los carretes, Rob es sometido a un ajuste en la vida: la muerte del padre de Laura. A partir de allí se cuestiona sobre el rol de la muerte en la vida de los que se quedan y se pregunta si su reticencia a mantener una pareja no se debía a su miedo a envejecer y sobre todo a ver envejecer a la mujer que ama y en último caso a perderla a causa de la muerte, por eso dice “La separación que la muerte entraña por fuerza ha de ser más dolorosa que la separación producida por una emigración, que duda cabe”
Quedarse estancado en una época musical es en cierta medida quedarse anclado a una porción del pasado y eso es lo que hizo Rob, anclarse a su adolescencia para no sufrir. Por su parte Laura decide regresar con Rob durante el funeral de su padre, al decirle: “Lo que necesito a toda costa es estar con alguien que conozca, alguien con quien me lleve bien. Tu has dejado bien claro que quieres que volvamos a estar juntos, así que…”, porque el affaire con Ryan no era seria y no podría sobrellevar lo que se viene, aquella relación solo fue un escape y un detonante para romper la desgastada relación que tenía con Rob.
Casi al final de la novela ocurren dos cosas importantes, a través de una reunión social Laura pone a prueba el determinismo que Rob le ha impuesto a las personas, que es el de clasificarlas de acuerdo a su gusto musical, al encontrar una pareja encantadora e inteligente que gusta de Tina Turner, Billy Joel y acaso Silly Love Songs de Paul y Linda McCartney. El otro tema importante es la aparición de Caroline, quien mueve los cimientos emocionales de Rob, y que incluso le hace olvidar su lista de las cinco canciones que llevaría a una isla desierta, solo para concluir que el arranque de una pasión no puede estar por encima de un amor construido a pulso.
Alta Fidelidad es una novela con soundtrack, divertida e irónica, con una profunda reflexión sobre el amor, la conversión a la adultez y el temor de crecer, así como un repaso desde el soul y el blues precursor del rock´n´roll hasta la historia del rock británico desde The Beatles al nacimiento del punk. Esta novela nos hace pensar que la vida es como una cinta grabada de canciones, experiencias y emociones que debemos de tocar y también de actualizar cada día
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