viernes, 26 de julio de 2013

De la Selva, sus textos


Sumergido en lecturas simultáneas, tanto de literatura como de Medicina Tropical, gracias a un doble encargo: un par de cursos se aproximan y un artículo que junte la ciencia con las humanidades, me encuentro con este párrafo del libro de Maxim Kuczynski, médico que nació en Berlin pero trabajó en Asia y en la Amazonía Peruana, aquí un párrafo de la introducción:


“Pero la verdadera Amazonía la forma esta enorme planicie, a un nivel de 150 metros hasta el nivel del mar Atlántico, planicie cubierta de selva y de agua. Esta selva es densa y oscura, amenazante y matadora, según su ley orgánica que hace de la muerte accidental la natural y de la natural la excepcional. La cruzan venas fluviales enormes, perezosas y cargadas de materia erosiva; y ellas nacen de una red fantástica  de venas de todo tamaño, y finalmente de vénulas que se abren en sinuosidades y cavernas mal definidas donde selva y agua se confunden. Hasta la más débil corriente desaparece a veces, cambia, también, de sentido durante los largos meses de la “creciente” del río, o mejor dicho, de las crecientes, porque cada una de las pequeñas unidades tienen hasta cierto punto vida propia…”

 
Como siempre un texto me lleva a otro, una vénula de conocimiento se junta con otras sucesivamente creando una malla densa que sirve de soporte a mis textos y a mis clases. Me rodeo de libros, artículos de revistas y simplemente navego entre ellos pasando libremente de reportes científicos a testimonios a narraciones. Todo fluido e imagino un paisaje de tormentas y meandros, mosquitos y serpientes, de humedad y ruidos animales.

En mi mesa están la Casa Verde, el Sueño del Celta y Pantaleón y las Visitadoras, en mis recuerdos escolares un librito de portada exótica, Tangarana y otros cuentos de Arturo Hernández.

De aquellos viajes, imaginarios y reales en la selva, enfermedades endémicas y mitos silvestres. Exuberancia que brota en cada línea de los textos. Así es nuestra Amazonía, un mundo de amenazas y sorpresas. Una atracción para viajeros donde la naturaleza se esconde en apariencias y las formas son volubles y caprichosas. A construir los textos.

Tarea del fin de semana largo

 

 

 

jueves, 25 de julio de 2013

Reportes desde la FIL Lima 2013


La Feria del Libro (FIL) viene caminando a paso seguro. En la apertura había más gente de la acostumbrada para un primer día y he visto como en algunos stands hay colas en las cajas. Obviando claro está el Alboroto que se armó con la firma de libros de Pedro Suárez Vértiz.

Insisto con mi apreciación previa, una feria es un gran mercado de intercambio. Si en el camino se genera un dialogo en bienestar de la industria del libro, que sea bienvenido, pero la CPL no ha demostrado hasta ahora tener ni el nervio ni la lucidez para generar un programa cultural paralelo y estructurado que genere una corriente de opinión literaria. Eso lo comentaré en otro post.

Pasaré a dar algunas pistas: los libros nuevos están con descuentos –algunos de hasta el 30%- y los libros viejos están con sobreprecio, más caros que los que usualmente se encuentran en el jirón Quilca. Cosas del mercado.

La entrada está a 4 soles por visita pero si desea acudir en más de una oportunidad, como debe de ser, puede comprar varios boletos a la vez  pues no tienen fecha y así puede evitar las colas en días de alto flujo. Los escolares tienen un descuento mostrando su carnet. Es un tema a tratar a futuro, la posibilidad de comprar un abono o un ticket “maestro” para varios ingresos y que abarate el costo unitario de la entrada.

No se guíe de los mapas, salvo que quiera ubicar rápidamente un stand. Pero la distribución circular hace que pueda dar una vuelta por el círculo exterior y una segunda por el interior para ver rápidamente lo que le interese. Esto es muy útil cuando no hay mucho tiempo de visita.

 Todos los stands tienen una mesa de ofertas, pregunte por ellos. Allí hay libros desde 5 soles hasta 20 soles (que es barato considerando que usualmente algunos libros llegan a los 100 soles). No deje de pasar esta oportunidad, siempre se encuentra algo interesante.

Pregunte por los descuentos y regatee, a veces funciona, sobre todo cuando menciona que pagará en efectivo. Por lo general se aceptan todas las tarjetas pero hay stands como el de la Asamblea Nacional de Rectores o el Congreso de la República que sólo aceptan efectivo.   

En esta feria, virtualmente todas las librerías y distribuidores se han hecho presentes y han traído novedades. En algunos casos, las cajas recién salen de aduana y se espera que para este fin de semana llegue toda la munición pesada. No deje de dar una vuelta por los stands de Planeta, Ibero, Santillana (que vuelve luego de unos años), SBS, La Familia, Fondo de Cultura Económica y Distribuidora Océano, son como los buques insignia donde se encuentran libros interesantes.

Mención especial merece el stand de Heraldos Negros, de los ya míticos hermanos Sanseviero, ellos hicieron el gol del primer minuto en esta FIL, colocaron una mesa de remate de libros, como los de la editorial Acantilado a tan solo 25 soles, un golazo. La ruma de ejemplares se agotó rápidamente y estamos esperando el gol de camarín luego del entretiempo y el del último minuto. Es un reto.
 
Como cada año, hay zonas temáticas con stands de universidades, organismos no gubernamentales y embajadas –mención especial la de Chile, que se preocupa por traer libros interesantes, a apurarse pues a veces solo hay un ejemplar-. También hay stands de libros viejos, aquí se recomienda esperar los últimos días a esperar que el precio baje un poco, salvo que encuentre algo espectacular que recomiendo lo compre sin titubear pues la chance de no encontrarlo al regreso es alta.

Esta es una FIL con especial dedicación a los niños, hay una zona exclusiva adyacente al emplazamiento principal, pero algunos stands dedican un rincón a los pequeños de casa, con una decoración ad hoc.

Este año los pasillos y los stands lucen más espaciosos y se puede caminar libremente en horas tranquilas. En las horas punta todo, virtualmente todo, está atiborrado, si usted de amante de la lectura paciente evite ir luego delas 5pm.

Si usted es visitante asiduo vaya cada 3 o 4 días, hay que dar tiempo a los exhibidores a renovar el stock. Nunca pierda la oportunidad de preguntar por el libro que está buscando y averiguar si se lo pueden traer más adelante.


Son días de FIL, el gran mercado persa de los libros. Una buena alternativa en fiestas patrias. Seguiré informando.

 

 

viernes, 19 de julio de 2013

Una FIL de controversias y vacíos


Como todos los años las cosas siguen igual en la FIL Lima. Los editores y escritores se preparan para lanzar (y vender) nuevos libros. Las distribuidoras, librerías, organismos no gubernamentales e instituciones académicas se preparan para presentar en este evento sus mejores productos, ya que una feria es una gran vitrina. Creo que esta es la labor fundamental para muchos. Sin embargo, los problemas surgen cuando se crea un programa paralelo que pretende darle un valor cultural a un evento que solo parece una feria de intercambio comercial.

Siendo el libro un producto tiene un valor monetario pero además posee un valor intangible: la transmisión de conocimiento. Unificar los intereses de la diversidad de expositores en este mercado persa que es la Feria del Libro es de por sí una labor muy difícil. Lamentablemente la Cámara Peruana del Libro al parecer ha optado por la más simple: además de los stands de exhibición de productos, se crean salas de presentación, se distribuyen horarios y se llenan los casilleros en blanco en un orden que es indescifrable. Es virtualmente imposible armar un recorrido de interés cultural a un estudiante, un profesional o un aficionado cuando uno mira el llamado programa cultural de la 18 FIL Lima. Se mezclan presentaciones de libros, conferencias y mesas redondas de temas académicos, premiaciones, conciertos y homenajes, este año a dos poetas, Antonio Cisneros y a Marco Martos. Pero la pradera se incendia cuando los organizadores deciden hacer un reconocimiento a Martha Meier, como directora de El Dominical, por la labor cultural que ha desplegado el suplemento del diario El Comercio en los pasados 60 años.

Lamentablemente, éste es el momento intelectual más bajo del referido suplemento, quien ha conocido épocas y directores de renombre, marcando las pautas del quehacer cultural de entonces. Lo que queda ahora es un pálido y deforme legado de la riqueza intelectual del pasado. Su actual directora, dista mucho además de ser un ejemplo de tolerancia y pluralidad  en el ejercicio periodístico y si, como mencionan los organizadores, la Sra. Meier ha dado un apoyo invalorable a la presente FIL, bien bastaba una carta pero no un reconocimiento público camuflado bajo la trayectoria de un suplemento histórico. A la luz de la evidencia este reconocimiento suena a disparate, a disparo en los pies de la CPL y a comprarse un repudio innecesario.

Ya se han dicho muchas cosas sobre la calidad de nuestra Feria del Libro y la ausencia de invitados de renombre. El año pasado se lanzó el rumor de la llegada de Paul Auster, pero todo quedó en eso. Mientras tanto por el vecindario: hace un par de años Orham Pamuk estuvo en Chile presentando su libro el Novelista Ingenuo y Sentimental. En el 2009 Ian McEwan paseaba por las calles de Valparaíso para un evento sobre el legado de Darwin. J.M. Coetzee inauguró la Feria de Buenos Aires 2013. Herta Müller junto a Vargas Llosa inauguraron la Feria de Guadalajara hace un par de años. Escritores consagrados se pasean por América Latina pero no aterrizan en Lima ni para una escala técnica.

Se coloca como excusa la ausencia de apoyo estatal pero se oculta que para lograr un evento de importancia colocando al Perú como sitio de destino cultural y no ser solo la capital del cebiche y el anticucho, se requiere de un trabajo a mediano plazo. La FIL Lima 2014 ya debería tener una comisión de trabajo que gestione el financiamiento de los invitados y las instalaciones y que sub comisiones trabajen a conciencia programas culturales paralelos que obedezcan a un propósito, que tengan un norte y que no necesariamente ocurran dentro del recinto ferial. Un circuito de conferencias y mesas redondas por ejes temáticos generaría mayor provecho tanto en el público general como en los círculos académicos e intelectuales. Una FIL mediocre se pisará la cola y se convertirá en un círculo vicioso para engendrar ferias cada vez más olvidables.

Se hace evidente que los directivos de la CPL tienen que lidiar con sus fortalezas pero también con sus limitaciones, por ello es importante que tengan la capacidad de escuchar y de convocar a aquellos que puedan aportar más allá de su membresía a la Cámara. La supervivencia del libro ya sea impreso o electrónico es en sí mismo un objetivo acuciante.

miércoles, 17 de julio de 2013

Simplemente Eguren


Hace una semana se emitió un programa sobre la vida de José María Eguren (1874-1942) que estoy seguro muy pocos vieron. Eguren, enfermizo, con mundo lírico rodeado de miniaturas y fantasías, no solo escribía poemas sino que pintaba minúsculos paisajes y retratos con acuarelas.  Vivió en Barranco, recluido en ese balneario alejado de la ciudad pero centro intelectual de la belle epoque. Desde allí, esa minúscula patria insular, Eguren dibujaba con palabras sus poemas. A su muerte, algunos de sus poemas fueron publicados por José Carlos Mariátegui en un número conmemorativo de la revista Amauta quien reivindica su notable aporte a la poesía peruana. Una obra que actualmente está algo olvidada. Por eso quiero recordar este poema dueño de una dinámica y dulzura extraordinarias:
 

Los Reyes Rojos
 
Desde la aurora
combaten dos reyes rojos,
con lanza de oro.
 
Por verde bosque
y en los purpurinos cerros
vibra su ceño.
 
Falcones reyes
batallan en lejanías
de oro azulinas.

Por la luz cadmio
airadas se ven pequeñas
sus formas negras.
 
Viene la noche
y firmes combaten foscos
los reyes rojos.
 
Qué habrá querido decir José María, algunos especulan que eran rayos en el cielo. Yo me atrevo a decir, con cargo a cometer un disparate poético, que los reyes rojos serían algo más cercano como un par de agitados e infatigables colibríes transitando del alba al atardecer entre las buganvilias, ficus y demás flores de aquel barranco bohemio de inicios del siglo XX

miércoles, 10 de julio de 2013

Onda expansiva



Despierto.

La luz del amanecer atraviesa las persianas. Afuera, la neblina divaga entre los árboles y edificios. Diversos cantos de pájaros se mezclan con el silencio del amanecer. Una ardilla presurosa hace malabares sobre los cables de teléfono mientras que corredores matutinos sincronizan sus pasos. Un perro es paseado por su dueño y un bus repleto de pasajeros somnolientos rompe la monotonía del lugar. Kilómetros más allá, decenas de personas suben en silencio al tren. Jóvenes tablistas corren olas en medio de la neblina. Anochece en Singapur. Una pareja almuerza en un bistró de París. Dos amigos conversan de pie en un bullicioso café de Roma. Un comando paramilitar dispara una ráfaga de metralla en un barrio de Aleppo. Una bomba revienta una vez más en Bahrain, matando un convoy con siete policías. Una mujer pasea desnuda en un programa de televisión en Dinamarca. Una manada de cebras corren en una planicie sudafricana. Un comando insurgente es desarticulado en Kabul a punta de metrallas. Policía antimotines lanza gas pimienta a manifestantes en Taksim Square en Estambul. Una hilera de narcotraficantes traslada balones de ácido sulfúrico en la selva de Kepashiato. Un par de palomas vuelan raudamente sobre las barricadas de Qusair. Traductores arreglan sus equipos en las oficinas de la FAO en Ginebra. Un perro olfatea los escombros del tornado de Oklahoma. Un cardumen de peces avanza silencioso por los corales del Caribe. Un incendio en China mata 119 personas. Una serpiente se come un roedor en el desierto de Sechura. Armadillos cruzan indiferentes la US1 en Florida. Un pescador en Punta Arenas regresa a su muelle con la pesca del día. Un par de familias arreglan un matrimonio en un poblado rural de la India. Un hombre gana 50,000 dólares en un casino de Dubai. Una joven tira una postal en un buzón de correo del aeropuerto de Schipol. Una madre amamanta su hijo en un poblado de Kenya. Cientos de jóvenes organizan una marcha en Pakistán. Un médico ingresa a la habitación del paciente Nelson Mandela para revisar el flujo de oxígeno. Un cartero toca la puerta de un edifico en Montevideo. Un mecánico cambia llantas en un taller de Mumbai. Un bebé nace en un puesto de salud de Nigeria. Se desata una balacera entre policías y delincuentes en Los Ángeles. Personal de limpieza limpia los restos de la explosión de un tren en Canadá. Un grupo de futbolistas trota en el césped de un estadio vacío en Rio de Janeiro. Un par de científicos se colocan ropa protectora antes de ingresar a un laboratorio de virus en Atlanta. Un cóndor planea constantemente sobre el cañón del Colca. Pingüinos de Humboldt realizan coreografías marinas frente a la Bahía de Paracas. Una bandada de aves sobrevuela un rascacielos en Montreal. Unos hombres fuman y conversan en un café en Corinto. Un koala come unas hojas en un bosque de Australia. Un alud mata 40 personas en China. Un hombre compra los diarios en una céntrica calle de Buenos Aires. La mañana está cada vez más clara y la calle recupera el ruido habitual de una mañana agitada. Me levanto.

Suena el despertador.