miércoles, 21 de noviembre de 2007

Agua Tónica de Indias







Un artículo sobre malaria en el Infectious Disease Clinics of North America (Infect Dis Clin N Am 18 (2004) 189–205) da importantes datos sobre la enfermedad. Se piensa que el Plasmodium se desarrollo en África, sobre todo en la región de Etiopía, que gracias a la movilidad de los homínidos ascendió por el valle del Nilo al Mediterraeno y desde allí a Europa y Asia. Se piensa que pudo llegar a América por medio de Colón y por el posterior comercio de esclavos.




El Plasmodium tiene dos especies importantes: P. vivax ,la forma benigna, que provoca episodios de fiebre y escalofríos cada 48 horas, conocida como Terciana y que corresponde a los periodos de salida del parásito al torrente sanguíneo, esta forma se desarrolló sobre todo en el Viejo Mundo. Y, P. falciparum, la forma maligna, que puede producir una fiebre continua, los parásitos provocan coágulos (trombos) en los capilares sanguíneos y producen infartos en el cerebro, bazo, hígado o riñón, esta especie se desarrolló en Africa, Asia y América.





Los mayores aportes para el concepto sobre Paludismo (del latín paludis: pantano) como también se le conoce a la Malaria, vino de viajeros a las zonas endémicas, ya que en la época de la colonización (siglo XVI) imperaba la teoría del Miasma, es decir que el mal aire de los pantanos, gases de la descomposición orgánica, provocaba la enfermedad. Es a fines del siglo XIX (1897) que se reconoce al Plasmodium como agente causante y al mosquito como vector.



Regresando al siglo XVI, el tratamiento de la Malaria consistía en sangrías y purgas, así como la ingestión de ajo con vino ácido o jugos de pepino con alcanfor. Pero es el Jesuita Bernabé Cobo en los 1600 descubrió que los indios del Perú curaban las fiebres tropicales con el extracto de la corteza de un árbol, los monjes utilizaron estos brebajes llamándolos Corteza de los Jesuitas y que luego fue denominada Corteza de Cinchona, que curó a las Cortes Reales Europeas e incluso a un Emperador Chino. Desde entonces se introdujo la corteza dentro de la farmacopea europea y los misionarios jesuitas utilizaron por todo el mundo la Corteza Peruana, obedeciendo a las primeras descripciones del Padre Cobo (transcrito del artículo en referencia):



In the district of the city of Loja, diocese of Quito, grows a certain kind of large tree, which has a bark like cinnamon, a little more coarse and very bitter: which, ground to powder is given to those who have a fever, and with only this remedy, it leaves them.
El Imperio Británico la empleó bajo la forma de Agua Tónica de Indias (agua carbonatada con extracto de quinina), endulzándola con el fin de encubrir su sabor amargo, para su uso como prevención de la malaria en sus colonizadores y sus tropas. Actualmente como sabemos el agua tónica es un buen acompañante del gin y el vodka.



¿Y qué hacía Konrád con el Imperio Británico en Singapur y Malasia? Pues dedicándose a la lucrativa explotación de plantaciones de Caucho y probablemente disfrutando del Agua Tónica con Corteza Peruana.



En el grabado: El Arbol de la Quina, simbolo del Perú, tomado de la referencia Inf Dis Clin NA

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