Fuente: Scientific American
La noche oscura, cerrada y espolvoreada de
estrellas, la sucesión infinita del día, la noche y las estaciones. Desde
tiempos inmemoriales, los seres humanos ven pasar su entorno. La contemplación ordenada
de la naturaleza y su comprensión derivaron el nombre de Física, dado por
Aristóteles. Luego, en la Roma del siglo I A.C., en la Naturaleza de las Cosas
Lucrecio hace de la Física un poema de los átomos, los fenómenos atmosféricos y
el mundo conocido entonces, un universo librado al azar, fuera del designio de
los dioses.
A través de los siglos, los científicos
cambiaron radicalmente el concepto del Cosmos. Galileo determinó que el Sol, y
no la Tierra, es el centro del universo pero casi muere condenado por la
Iglesia Católica. Isaac Newton en Trinity
College (1704) desarrolló la teoría de la Gravedad y las Leyes de la
Mecánica Clásica. John Dalton (1803) demuestra indirectamente la existencia de
los átomos. Albert Einstein completó en 1905 aquellas zonas oscuras de la
teoría newtoniana que no alcanzaron a explicar el comportamiento del Universo y
demostró la Relatividad del Tiempo y el Espacio (E=mc2).
Sucesivamente, Max Planck, Niels Bohr y Louis de Broglie avanzaron sobre la
teoría de Demócrito (Siglo V A.C.), quien planteó la existencia de los átomos
como unidades indivisibles de la materia, ellos y una serie de científicos se
introducen dentro de los resquicios de las partículas sub atómicas, en su naturaleza
y función: protones, neutrones y electrones. Nace la física cuántica. Los
científicos se envuelven cada vez más en complejas fórmulas matemáticas para
explicar el universo.
Sin embargo, años más tarde se descubren
otras partículas más pequeñas denominadas quarks y leptones como la base de la
estructura de neutrones y protones. Los electrones a su vez son considerados
partículas sin masa y parte de la luz. Una pregunta permanece abierta: ¿cómo
las partículas adquieren masa?
Ya en el año 1964, los físicos Robert Brout y François Englert publicaron en Physical Review Letters fórmulas que
explicaban la generación de la masa en las partículas sub atómicas. Un mes
después Peter Higgs publica una teoría similar. Dada la época y las características
de las publicaciones científicas es muy probable que ambas ideas fueran
concebidas en forma independiente una de otra. Gerald Guralnik, Carl Hagen y Thomas
Kibble desarrollaron una teoría similar
pero un tiempo después. De acuerdo a estas teorías las partículas elementales
se movían entre dos campos, el electromagnético donde viajaban los fotones y
otro campo que generaba masa (una transformada de la energía) y que estaría
compuesto por partículas infinitesimales que se les denominó Bosones.
Sin embargo, una explicación teórica y matemáticamente
coherente necesitaba una demostración objetiva. Desde entonces los equipos
científicos se embarcaron en la búsqueda de aquellos bosones, también llamadas
Partículas de Dios. El camino fue tortuoso.
Casi 40 años después, el equipo del CERN
en Europa logra la construcción de un gigantesco acelerador de partículas con
la finalidad de que choquen entre sí. La colisión rompería las partículas,
liberaría energía y daría evidencia de las sub partículas. Los principales
problemas que enfrentaron fue que los bosones son muy inestables y duran un
tiempo muy corto para ser percibido. Dura 10-23 segundos, es decir
0.0… (23 ceros seguidos) de segundo. Fue difícil pero se logró. El CERN ejecutó
los experimentos, aceleraciones, colisiones y medidas que dieron con las
partículas de Dios, los bosones de Higgs.
Los bosones de Higgs se encuentran en un
campo de energía, también llamado campo de Higgs. Este campo no tiene una
dirección determinada y es omnipresente, modelando el espacio y las partículas alrededor
(así como en la teoría electromagnética un imán alinea los fragmentos de
hierro). Las partículas que interactúan con este campo ganan masa. Para
entender ello se ilustran los siguientes ejemplos: imagine un ave volando o a
usted caminando por un terreno liso, se sentirá más ligero y al ave aun más por
el aire (un símil con los electrones que van lejos del campo de Higgs). Pero si
camina en un campo de nieve o por terreno fangoso, se sentirá más pesado, es
decir ganará masa. Otro ejemplo es una persona que atraviesa una muchedumbre,
si se coloca a la periferia avanzará ligero pero si es muy conocido, la gente
(en este caso el campo de Higgs) se le aglutinará y se hará más pesado. Esto
explica la formación de masa a partir de la energía.
Explosión tras explosión aparecieron dos
fotones producto de la degradación del bosón de Higgs, tal como se había previsto
en las fórmulas. Y este drama científico llegaba a un final feliz. La Academia
Sueca premia una vida dedicada a demostrar una teoría que vuelve a cambiar los
cimientos de la ciencia y asimismo hace una mención especial al equipo del CERN
que trabaja en el Large Hadron Collider (LHC). Ya que solo se recibe el Nobel en vida
el premio es compartido por Higgs y Englert.
Hace 40 años Higgs, Englert, Brout
pudieron ser tomados como genios o locos, solo la perseverancia y solidez de su
teoría convencieron a otros científicos a embarcarse en esta aventura cuántica,
empujando el desarrollo de la Física a descubrir y darle magnitudes objetivas a
algo tan etéreo como el pensamiento humano.
En la foto: Diagramas de las partículas y sub partículas
En la foto: Diagramas de las partículas y sub partículas
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