lunes, 27 de mayo de 2013

Bibliotecas Peculiares



Fuente: CIPER

Las bibliotecas personales siempre son una caja de sorpresas. Las hay pequeñas y literalmente voluminosas. Pero no importa el tamaño que tengan, siempre revelan la mano propia de su dueño.  El mejor destino cuando fallece el titular de la colección es quew terminen donadas a una institución que continúe su legado. Algunas terminan canibalizadas por los herederos, otras dilapidadas por la viuda para terminar en ese inmenso hueco negro que son los comercializadores de libros viejos.

Esta semana concurren dos noticias, una la apertura de la muestra de la biblioteca de Carlos Iván Degregori, antropólogo falleciso hace dos años y estudioso entre muchas cosas de la violencia política provocada por Sendero Luminoso y la corrupción del gobierno de Fujimori. La exposición de su colección y archivo personal va hasta el 5 de Junio.

La otra noticia es un tanto más truculenta. Revisando las listas de libros más vendidos en Chile, un título llamó mi atención: “La secreta vida literaria de Augusto Pinochet”, el nuevo libro del periodista Juan Cristóbal Peña, editado en el sello Debate. El libro parte por una investigación del Centro de Investigación Periodística (CIPER) en el 2007 y muestra la descomunal colección de libros de Augusto Pinochet valorizada en aproximadamente US$ 2.840.000.

De acuerdo a la publicación de CIPER se sabe lo siguiente:

El informe establece que los libros adquiridos por el general Pinochet son cerca de 55 mil, cuyo valor global fue estimado en US$ 2.560.000. A este monto se suman los valores del mobiliario, encuadernación y transporte de publicaciones editadas en el extranjero, todo lo cual fue tasado en US$ 52.000, US$ 75.000 y US$ 153.000, respectivamente. El estudio trasciende las consideraciones económicas.

Tras dar cuenta de la existencia de piezas únicas, primeras ediciones, antigüedades y rarezas, algunas que ni siquiera se encuentran en la Biblioteca Nacional, el informe concluye que las bibliotecas objeto del peritaje contienen obras y colecciones de altísimo valor patrimonial”.
Entre las muchas obras antiguas que atesoró Pinochet y que aún conserva su familia, aunque sujetas a embargo judicial, se cuenta una primera edición de la Histórica Relación del Reino de Chile, fechada en 1646; dos ejemplares de La Araucana que datan de 1733 y 1776, respectivamente; un Compendio de Geografía Natural y otro de Historia Civil, impresos en 1788 y 1795; un Ensayo Cronológico para La Historia General de La Florida, de 1722; una Relación del Último Viaje de Magallanes de la Fragata S.M. Santa María de la Cabeza, de 1788; y un libro de viajes a los mares del sur y a las costas de Chile y Perú, publicado en 1788 .

Además, el general se hizo de una parte de la biblioteca privada de José Manuel Balmaceda, incluida una edición a las honras fúnebres del ex Presidente chileno, en cuyo interior se encuentra una tarjeta de la viuda de éste; una carta original de Bernardo O’Higgins y una particular edición sobre Manuel Rodríguez que lleva el timbre de la biblioteca del Instituto Nacional.

Entre otros libros hay una colección extensa de libros referidos a Napoleón Bonaparte publicados en el siglo XIX, el Arte de la Guerra de Sun Tzu., tratados sobre marxismo en francés y sobre la Unión Soviética, una edición de La Araucana de Alonso de Ercilla de 1733 y otra de la Florida del Inca de Hernando de Soto que data de 1723.

Pinochet sentía un particular aprecio por los libros y era muy conocido en los círculos de las librerías de viejo desde sus primeros años en el Ejército chileno. En una declaración jurada de setiembre de 1973, luego del golpe militar, Pinochet refiere que su biblioteca personal asciende a un costo aproximado de US$ 12,000.  Cifra que asxcendió exponencialmente en los años siguientes.

De acuerdo a las reseñas, el libro de Juan Cristóbal Peña relataría además una historia espeluznante y da los rastros para esbozar una teoría. Pinochet era una persona muy reservada y nunca mostró en público una pizca de erudición, sin embargo era un coleccionista compulsivo de libros. Al parecer tenía un resentimiento perpetuo hacia aquellos que admiraba y no podía superar. Se cuenta de una historia de plagio a un profesor de la escuela militar y de los detalles del asesinato de Prats, un general sobresaliente que siempre estuvo intelectualmente y militarmente por encima de Pinochet, que fue asesinado por una bomba detonada a distancia cuando el general y su esposa estaban en el exilio luego del golpe militar.

Un general coleccionista de libros, una dictadura feroz. Historias de resentimientos y plagios. Ingredientes suficientes para un libro que espero conseguir en los siguientes meses. Pinochet tenía la costumbre de sellar todos sus libros con una imagen de una mujer alada y el lema ex libris. Las lecturas de una persona, su afán de coleccionar ejemplares muestran detalles de la personalidad que muchas investigaciones pueden soslayar

Mientras tanto, es bueno reflexionar en la importancia no solo de coleccionar libros sino de saber cómo usarlos, pues el conocimiento es una arma de varios filos, que se puede usar de acuerdo a la ética del lector.

Y uno tiene que tratar siempre de ser un buen lector.

 

 

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