miércoles, 10 de noviembre de 2010

Cartas Geográficas


Cuando la epidemia del SARS, dos revistas como New England Journal of Medicine y The Lancet publicaban los artículos sobre el nuevo virus y la epidemia corriente, casi en el mismo momento que eran escritos, algunos de ellos incompletos, tal era la premura de la comunidad científica internacional por compartir valiosa información para entender y contener la epidemia.


Con el Sueño del Celta pasa algo parecido, una novela prolija y densa en detalles, como las selvas tropicales, puede detener la lectura varias veces. Mi primera impresión al leerla es transportarme a los textos de las novelas del siglo XIX y me pregunto hasta que punto no habrá una metamorfosis flaubertiana en el universo que ha dibujado Mario Vargas Llosa en esta novela. El antecedente geográfico e histórico más cercano dentro de la obra del propio MVLL se parece mucho a la Guerra del Fin del Mundo


Dos ríos caudalosos y ecuatoriales nutren de experiencias a Roger Casement. Envuelto en el húmedo y asfixiante calor tropical, sus averiguaciones descubren el lado más oscuro de la explotación del hombre por el hombre, teniendo como pretexto la civilización, la conversión cristiana y el progreso.


Aún no termino la novela por lo que esta nota mas que una reseña es un consejo para la lectura, como esos reportes apurados que mencioné sobre el SARS: armarse de sendos mapas del Congo y el Amazonas, para ubicarse en el contexto geográfico, el resto es historia, política, salud pública y la pura condición humana.


A no desmayar e ir río arriba de la literatura vargasllosiana

1 comentario:

El gallo del Coronel dijo...

Si, es verdad, hay que leer el último libro de Vargas Llosa. Yo como gallo tengo muchos sueños, uno de ellos es convertirme en pavo real y escribir un libro: "El sueño del pavo real", que ni era pavo ni era real, solo un puto gallo que se interna en el amazonas buscando la gallina de los huevos de oro y al final se encuentra con un faisán que lo viola y sodomiza para que se convierta a la Patafísica.