miércoles, 23 de abril de 2008

Hambrientos en la Carretera


En La Carretera de Cormac McCarthy padre e hijo sobreviven en una travesía por una tierra desvastada en un aparente invierno nuclear perpetuo, en una atmósfera de desolación e incertidumbre muy parecida a la Guerra de los Mundos de HG Wells.



Al despertar en el bosque en medio del frío y la oscuridad nocturnos había alargado para tocar al niño que dormía a su lado. Noches mas tenebrosas que las tinieblas y cada uno de los días mas gris que el anterior.


Una de las necesidades del cuerpo, aparte de mantener una temperatura apropiada y adecuadas horas de sueño es la alimentación. El mero acto de vivir, como respirar y latir, consume energía, la cual debe de provenir de la combustión de los alimentos.


En la novela, los protagonistas atraviesan tierras eriazas, desprovistas de fauna silvestre, sin siquiera tener la oportunidad de consumir lo que nuestros antepasados del paleolítico, raíces, bayas y pequeños animales.


Los constituyentes básicos de los alimentos son los carbohidratos, grasas y proteínas, ellos nos proveen energía así como de moléculas que permiten construir la estructura corporal. La glucosa, el carbohidrato mas importante, es la fuente principal de energía a nivel celular, sobre todo el cerebral. Las grasas son depósitos de energía que se almacenan en diferentes órganos y sobre todo debajo de la piel. Las proteínas son el armazón de todos los órganos y se concentran en los músculos.


El sistema de hambre y saciedad, un péndulo vital, es gobernado por una zona primitiva cerebral conocida como Hipotálamo. Un estómago vacío genera señales hacia el hipotálamo y sentimos hambre, nos induce a comer y una vez llenos retira el estímulo hasta dentro de una horas.


¿Qué sucede en el ayuno prolongado? Aparte de una angustiante sensación de hambre pues nada en particular contra la salud corporal, de esto tenemos pruebas en las personas que por razones cosméticas o religiosas se someten a un ayuno diurno, como es el caso del Ramadan, donde se ayuna desde que sale hasta que se pone el sol.


El problema es cuando el ayuno dura mas de un día. Durante las primeras 24 a 72 horas el cuerpo consume las reservas de glucosa que están en el hígado, así como rompe las proteínas musculares para formar glucosa. Es decir todo el cuerpo produce glucosa para que se alimenten sobre todo el cerebro y los glóbulos rojos. Este circuito se rompe al ingerir alimento.


Pero en los casos que pasan las 72 horas, como son las huelgas de hambre de verdad o el caso del los protagonistas de la novela, la adaptación corporal se orienta la movilización de grasa y a evitar la ruptura de proteínas. El cuerpo obtiene energía a partir de la combustion de grasas, produciendo un productos de desecho derivados de la acetona, lo que a la larga son tóxicos para el metabolismo celular y por ende al cerebral, entre otros. Una vez mas, el proceso es revertido a la ingesta de alimentos.


La pregunta fundamental es cuanto dura un ser humano en ayuno estricto, pues depende de su estado nutricional previo.


Asumiendo un hombre bien nutrido en ayuno prolongado, la vida puede durar hasta 60 días o la pérdida de un 30% de masa magra. Los eventos que se describen a continuación ocurren en secuencia temporal.




  1. Disminución de la masa muscular.


  2. Disminución de las proteínas de las vísceras.


  3. Disminución de la respuesta inmune


  4. Disminución de la capacidad de cicatrización.


  5. Alteración de la función de los órganos.


  6. Alteración de la adaptación al medio ambiente.


  7. Muerte


En el caso que el ayuno de la persona ocurra en presencia de una enfermedad previa, el proceso se acelera y puede llegarse a la muerte en 30 días o menos. Aquí no solo importa alimentar al paciente sino de curar la enfermedad subyacente.




Se quedó allí desnudo, agarrándose los brazos y bailando. Luego se echó a correr por la playa. Tan blanco. Los huesos de la columna nudosos. los omóplatos afilados moviendose como sierras bajo la piel pálida. metiéndose desnudo y brincando y gritando en las olas que rompían espaciosas.

Me quedo con la figura de dos humanos hambrientos, con los pomulos salientes dejando la cara como un globo desinflado, vagando por una atmosfera triste y gris.



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