lunes, 7 de julio de 2014

El ABC del Chikungunya



Fuente: University of Florida
 
La naturaleza siempre nos sorprende con un nuevo zarpazo. Esta vez ayudado por la mano del hombre. Una vez consideradas enfermedades endémicas confinadas a un ecosistema particular se propagan por la rapidez con la que seres humanos viajan entre continentes. Esta vez le ha tocado atravesar las barreras migratorias a un nuevo virus, conocido por los reportes epidemiológicos internacionales pero insospechado en nuestras tierras.

Su nombre deriva de una palabra del dialecto Swahili o Makonde: Kun qunwala (que significa “quedar encorvado”). Es un alfavirus tropical que da el nombre también a la enfermedad: Chikungunya. Este virus fue reportado por primera vez entre 1952-1953 en la Meseta Makonde situada en una provincia sureña de Tanzania (antiguamente Tanganika), es transmitido por mosquitos del género Aedes (A. aegypti y A.albopictus). Un virus de la misma familia es endémico en la selva peruana, el Mayaro.

El virus Chikungunya se ha diseminado a lo largo de este tiempo por las regiones tropicales de África Central, el Sudeste Asiático y la India. Hace unos años fue reportado en Europa y en los Estados Unidos, como casos anecdóticos. La enfermedad es propia de las zonas tropicales y ocurre como epidemias que se presentan en las temporadas de lluvia, época que aumenta la densidad poblacional del mosquito vector. Recuerden que el calor aumenta y acelera  la eclosión de huevos de mosquitos.  Este virus se transmite entre humanos durante los brotes epidémicos pero fuera de estos periodos tiene como reservorios a monos, roedores, aves y otros invertebrados. Estos animales presentan el virus en la sangre pero no síntomas prominentes. Mientras que en el África es una enfermedad rural y endémica, en Asia es urbana y epidémica.

A inicios del año se reportaron los primeros casos de la infección por Chikungunya en algunas islas del Caribe. La llegada al Perú era cuestión de tiempo. Así como hace algunos años los primeros casos importados de Influenza H1N1 procedieron de jóvenes que viajaron a resorts de República Dominicana, esta vez los tres casos reportados de infección por Chikungunya identificados por el Ministerio de Salud, proceden del mismo país.

La infección es muy similar al Dengue, un virus de otra familia pero que comparte el mismo vector y algunas características clínicas. Tiene un tiempo de incubación promedio de 2-4 días (pero que puede ir de 1 a 12 días). Los síntomas son fiebre alta (hasta 40°C), dolor de cabeza, dolores musculares y articulares que provocan que el paciente se encorve. Las articulaciones se afectan de manera simétrica, es decir a ambos lados del cuerpo: muñecas, codos, rodillas, tobillos, dedos de manos y pies. Algunas veces puede presentar una erupción cutánea, edema (hinchazón) facial. Puede afectar a niños provocando además sangrado gingival o petequias (minúsculas manchas de sangre en la piel). Si el virus infecta a una mujer embarazada ocurre la probabilidad que se transmita al feto a al recién nacido.

Los síntomas se resuelven entre 7 a 10 días de manera espontánea, pues no existe tratamiento específico, pero pueden permanecer como secuela incapacitante el dolor y la inflamación articular. Tal persistencia puede durar meses.

No existe vacuna contra el virus Chikungunya pero las personas infectadas desarrollan inmunidad protectora por largo tiempo. Se puede detectar el virus circulante en sangre desde el inicio de los síntomas y los anticuerpos específicos aparecen a la semana (IgM) y a los 15 días (IgG).

El diagnóstico puede ser Posible (manifestaciones clínicas), Probable (clínica más antecedente epidemiológico) y Confirmado (clínica, epidemiología y laboratorio). Es muy factible que las pruebas específicas de laboratorio estén disponibles en Perú y si lo fuera estarían solo en laboratorios de referencia.

El control del mosquito es la mejor medida de prevención. Las campañas contra la diseminación del Dengue serán igual de efectivas pues se ataca al vector común (mosquiteros, repelentes, usar ropa con mangas largas, eliminación de reservorios de agua).

A pesar de tener un invierno cálido no parece existir un riesgo inmediato de brote de Chikungunya. Sin embargo, la vigilancia epidemiológica y el control migratorio son vitales para evitar la propagación en nuestro territorio de una enfermedad más severa que el Dengue y a la que potencialmente estamos expuestos por presentar el ecosistema favorable a esta infección: vivir en una región tropical que por ahora no expresa el clima de mayor calor y humedad (a partir de Octubre en costa y selva).

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