Invisible, es además de lo mencionado anteriormente, una novela sobre la incapacidad de expresar de su protagonista, es una afasia, es lo que callamos. Por eso, una de las protagonistas no en vano es una logopeda, es decir una terapista de lenguaje. La novela discurre entre situaciones que se callan, que se piensan pero que no se expresan, intenciones soterradas. La venganza de Walker, las actividades de Born, el amor de Cecile, los afectos no correspondidos.
La Afasia no es una función unilateral pues depende de la integración de varias regiones cerebrales y una persona que ha dañado parte o la totalidad de los circuitos puede presentar distintas variedades de afasia:
- Afasia de Broca, el déficit primario es en la expresión, ya que se conserva la capacidad de comprender lo que se escucha. La persona afectada es incapaz del lenguaje verbal y a veces del escrito a pesar de que comprende el mensaje que recibe, por ello sufre de una gran frustración. en sus formas más leves el lenguaje está restringido a 10 estereotipos verbales por minuto en lugar de los 100 normales.
- Afasia de Wernicke, comprende dos elementos: una incomprensión casi total del lenguaje que escucha o el que lee y una expresión pero una expresión que a pesar de parecer fluida y articulada es inconexa e incomprensible con el estímulo, a esto se denomina parafasia, es decir hablar cosas que no viene al caso con la conversación. Al no entender nada, la persona no se da cuenta de su desorden.
- Afasia Global, debido a una destrucción de las dos áreas anteriores en la cual el paciente entra en un mutismo generalizado, ni entiende ni se expresa.
- Afasia de Conducción, es un trastorno donde hay una ruptura entre la conexión auditiva y motora (expresiva) del lenguaje, en la cual el paciente habla palabras inconexas y sin significado. existe una comprensión mínima del lenguaje escuchado y una repetición de la misma palabra, una especie de aliteración fonética.
Walker calla lo que ve y lo que siente o lo expresa a través de otras voces, es un afásico social, que puede haber lanzado algunas ideas inconexas sobre lo que vivió o pensó que vivía. Sus historias en segunda o tercera persona acaso sean distorsiones de una realidad que entendió mal o recordó difusamente. Los demás personajes, como en el gran teatro del mundo que es la vida, también viven sus pequeñas afasias, nuestros pequeños silencios cotidianos.
Ya que lenguaje y memoria son funciones superiores, los circuitos se intercambian, se funden o se separan. Una esencia de la ficción narrativa, el creernos y vivir de nuestras mentiras literarias.
Una afasia narrativa y selectiva.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario