lunes, 8 de enero de 2007

Creatividad - La Musa Saludable


Capturado por la lectura del suplemento de The Lancet, quiero comentar ahora el ensayo que da titulo al Post. Albert Rothemberg, profesor de Psiquiatría en Harvard Medical School apunta a definir el concepto de la Creatividad al examinar las obras maestras del Arte o notables descubrimientos científicos. Dice Rothemberg que la Creatividad se define como la producción de algo nuevo y de valor. Asimismo, reflexiona acerca de la posible relación entre creatividad y enfermedad mental, refiriendo que ambas son desviaciones de la corriente normativa de pensamiento, pero con una gran diferencia en sus efectos. Los síntomas de enfermedad mental: compulsiones, obsesiones, delusiones, ataques de pánico, depresión o trastornos de la personalidad, derivan en maneras estereotipadas y banales, en tanto que la creatividad involucra productos ricos e innovadores. Sus reflexiones no llegan sin embargo a esclarecer el enigma de la presencia de enfermedades mentales en grandes creadores, pero esboza algo que me parece interesante.

Luego de una serie de entrevistas estructuradas y experimentos, Rothemberg identifica tres fases en el proceso creativo: Articulación, el proceso Janusiano y el Homespacial.

La Articulación consiste en concomitantemente separa y conectar. Es decir, una obra aparece en partes distintas y separadas que son rápidamente identificables pero unidas dentro de un concepto total.

El proceso Homoespacial consiste en concebir activamente dos o más entidades distintas pero dentro de un mismo espacio.

Y finalmente el proceso Janusiano, que viene de Jano, Dios Romano representado por una cabeza con dos caras, el cual simboliza los estados de transición y cambio. Este proceso consiste en concebir opuestos múltiples o antítesis simultáneamente. Esta oposición no es alzar sino que sigue una lógica de pensamiento.

Rothemberg coloca ejemplos de este proceso basados en sus estudios en premios Nobel de Física, Biología y medicina, e intenta al final del ensayo hacerlo con Pollock, padre del expresionismo abstracto, diagnosticado de Manía-Depresión y de Alcoholismo, sugiriendo que el proceso creativo ocurrió cuando sus enfermedades fueron controladas.

Sin embargo, sigo pensando que en algunos casos los vasos comunicantes entre enfermedad mental y creatividad, no solo están vagamente esclarecidos sino que podrían disparar algunas de las genialidades que hemos visto en la historia de la ciencia y el arte.

Acaso sean nuestras propias dos caras de Jano.

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