El
proceso diagnóstico es como la reconstrucción de un hecho criminal, se van
recopilando piezas sueltas que pueden aparecer desde el inicio o durante la
pesquisa, hasta armar el rompecabezas. Sin embargo, el trabajo no siempre es
fructífero, pueden faltar el ingenio, la perspicacia o simplemente las piezas.
Veamos
por ejemplo el caso de Hugo Chávez, siempre faltaron piezas. La información
oficial siempre fue incompleta e inexacta pero algunos indicios solo nos dejan
en el rango de sospechas. El secretismo no es un patrimonio de dictaduras, sino
denle una mirada al libro “En el Poder y la Enfermedad” de David Owen (Siruela,
2010). El autor no solo es médico sino además fue miembro del Parlamento y
luego Secretario del Foreign Office del Reino Unido, así que tuvo una mirada
certera y cercana de las enfermedades de algunos dignatarios.
Volvamos
al tema de Chávez. La última imagen suya es despidiéndose rumbo al tratamiento
en Cuba. Luego el silencio y las especulaciones. Sorprendía que no hubiera
imágenes o audios que delataran un estado de conciencia mínimo, lo que hacía
sospechar una complicación intra o post operatoria, de aquellas que requieren
el soporte de un ventilador y el mantener artificialmente las funciones
vitales.
La
fotografía donde aparece leyendo un diario con sus hijas, a mediados de febrero
–si creemos en la veracidad y temporalidad de la imagen- muestran un paciente
adelgazado con el cuello cubierto, acaso ocultando una traqueotomía, pero sobre
todo usando una almohadilla para sostener la cabeza, lo que sugiere una gran
debilidad e incapacidad funcional. Sospecho que no se alimentaba normalmente,
acaso le retiraron la sonda nasogástrica para la foto familiar, lo que agrava
su condición clínica general. Mis sospechas de traqueotomía se basan además en
la ausencia de audios posteriores, en una persona que hablaba horas de horas,
que apaguen las especulaciones a nivel global.
Un
paciente así, debilitado al extremo –por el cáncer y su tratamiento- y postrado en cama, es presa fácil de
complicaciones como que de hecho ocurrió. Las secreciones bronquiales se
acumulan por falta de movimiento, los gérmenes crecen y el organismo se
defiende mal. Una historia conocida y repasada muchas veces. Una neumonía pudo
desencadenar la cascada de fatalidades que lo devolvió pronto a los sistemas de
vida artificial. La verdad final estará siempre lejos del alcance del hombre
común pero bien vale un ejercicio.
Ejercicios
mentales que desembocan en un diagnóstico, a veces por raciocinio, otras por
azar, pero siempre luego de un trabajo paciente y ordenado.
1 comentario:
Dr. Vivar,
me gustaría enviarle un correo electrónico. ¿Podría decirme a qué dirección remitirlo? Muchas gracias y un saludo,
Carlos Barandiaran
correo: charrets[at]gmx.net
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