martes, 1 de junio de 2010

Realidades Vicariantes


Con Estrella Distante de Roberto Bolaño tengo una deuda, la estaba leyendo cuando sobrevino el terremoto en Chile. La terminé de leer cuando nos enteramos de la tragedia del tsunami, la remoción de escombros y las reacciones humanas ante la desolación. La reseña que preparaba quedó a medias. Hasta hoy.

Según Bolaño, Estrella Distante es una ampliación del último capítulo de Literatura Nazi en América, donde funcionaba como un anticlímax. Ese capítulo es el germen de la novela, una historia que creció hasta hacerse una compleja y delicada trama de historias personales engarzadas, desgarradas y escondidas dentro del drama social que fue el Golpe Militar de Pinochet.

La novela abre con la descripción de Alberto Ruiz Tagle, un alumno de talleres de poesía en Concepción, encuentros donde también se hablaba de política, revolución y lucha armada.Ruiz Tagle es un alumno muy particular y opuesto al promedio estudiantil. Carlos Wieder es un joven aviador de la FACH que tiene como costumbre escribir poemas en el aire piloteando un viejo avión de la Segunda Guerra. Wieder es un agente encubierto que se encarga de desaparecer supuestos militantes de izquierda a órdenes de los servicios secretos. Ruiz Tagle y Wieder son la misma persona.
Primero fue una sospecha, luego un descubrimiento al que llegaron el narrador personaje y sus amigos Bibiano y la Gorda, aprendices de poetas, al juntar sus pequeñas evidencias como naipes que se van tirando sobre la mesa en medio de un macabro juego de adivinanzas. Sin embargo para otros integrantes del taller, sobre todo mujeres seducidas por los encantos y educación de Ruiz Tagle, lo descubrieron en el instante mismo de la muerte.

La historia inicia con estas conjeturas y con el aplastamiento de las esperanzas de una sociedad, en especial la juventud universitaria, que ve como sus proyectos personales transmutan en paranoia, una sociedad que deviene en perseguida, torturada o desaparecida, o las tres cosas. Entramos a un juego de mascaras en los que presas y depredadores disfrazan sus realidades y a un estado de sitio emocional, desgarrador y cínico. Una fractura social posterior al Golpe de Estado, pero acaso incubada desde antes, que alcanza cual onda expansiva, a los que salieron de Chile. Una patria desde el exilio alcanzada por los largos tentáculos de la Dictadura o acercada a través de los recuerdos y afectos de los expatriados.

Pero también vemos la propaganda monolítica y triunfalista del poder, la cara impostada de una victoria excluyente. Un mundo de imágenes, de demostración de fuerza y de luchas intestinas por ganar favores de la cúpula. En medio de ellos está Wieder, el joven oficial apuesto, un eximio aviador que escribe poemas de humo en el cielo:


Sobre el aeródromo de Las Tencas, para un público compuesto por altos oficiales y hombres de negocios acompañados de sus respectivas familias – las hijas casaderas se morían por Wieder y las que ya estaban casadas se morían de tristeza- dibujó, justo pocos minutos antes de que la noche lo cubriera todo, una estrella, la estrella de nuestra bandera, rutilante y solitaria sobre el horizonte implacable.



Wieder, es la cara sonriente y avasalladora que representa a los esbirros del régimen, que posee una terrible y abominable combinación de opuestos, la de un militar cumpliendo sus deberes, hasta los más infames, con la precisión de un mecanismo relojero; un criminal que se presenta en sociedad escribiendo poesía en un cielo amenazado por una tormenta. Estrella distante se convierte así en una alegoría del Chile oscuro de la dictadura, campo abierto de una guerra fraticida. Y así una tarde frente a la oficialidad Wieder escribe en el aire el siguiente poema:



La muerte es amistad
La muerte es Chile
La muerte es responsabilidad
La muerte es amor
La muerte es crecimiento
La muerte es comunión
La muerte es limpieza
La muerte es mi corazón
Toma mi corazón



Wieder es un psicópata que más allá de las órdenes disfruta degollando a sus víctimas. Registra en fotografías su comunión insana con la muerte. Wieder mutila a culpables e inocentes sin piedad, con constancia. Su soberbia por las acciones acometidas, la que le impide un atisbo de empatía con el resto, lo lleva a montar una macabra exposición fotográfica sobre sus crímenes, no ourriendosele mejor idea que presentarla en una fiesta de oficiales. Pero hasta el lado oscuro tiene sus límites, a causa del develamiento de tales atrocidades Wieder es impedido de continuar sus actividades y separado de sus funciones.

A partir de esa noche las noticias sobre Carlos Wieder son confusas, contradictorias, su figura aparece y desaparece en la antología móvil de la
literatura chilena envuelto en brumas, se especula con su expulsión de la Fuerza
Aérea en un juicio nocturno y secreto al que él asistiría con su uniforme de gala aunque sus incondicionales preferían imaginárselo con un capote negro de cosaco, con monóculo y fumando en una larga boquilla de colmillo de elefante.
A partir de ese momento se conoce de Wieder a través de conjeturas, de ficciones creadas por los que se sintieron afectados por él, que ciertas o no que solo acrecientan su estela fantasmal. Se dice ya que tenía la cualidad camaleónica de insertarse en nuevos medios, funge de poeta, de crítico literario y hasta de camarógrafo de peliculas porno. Es en ese momento que regresa el personaje narrador de la novela, uno de los aprendice de poeta de Concepción, ahora habitante de la diáspora de chilenos exiliados a causa de la persecución de la dictadura. Nuestro narrador esta en España y conoce a un tal Abel Romero, un astuto pero olvidado ex policía con talento para las actividades detectivescas. Un par de exiliados, en añoranza de un Chile físico que ya los ha olvidado.

Abel Romero tiene un encargo, el de recuperar lo que se sabe de Wieder y de encontrarlo. A través de sus ejercicios de investigación y de lógica deduce que una pista certera es sumergirse en la exploración de revistas de literatura, entendiendo que escribir es una pulsión inacabable y que Wieder podrá cambiar de identidad pero no de costumbres. Y es en la lectura de centenares de fanzines literarios que el narrador personaje encuentra a Wieder agazapado tras un pseudónimo, descubre su filosofía de vida en un artículo sobre la necesidad del ejercicio de la poesía a cargo de los no-poetas, de cambiar todo desde sus cimientos, desde una virulenta y petardista vanguardia. Entonces comenta sus hallazgos a Abel Romero y van en busca de Wieder. al que ubican y llegan a encontrar en un café:



Parecía estar pasando una mala racha. Tenía la cara de los tipos que saben esperar sin perder los nervios o ponerse a soñar, desbocados. No parecía un poeta. No parecía un ex oficial de la Fuerza Aérea Chilena. No parecía un asesino de leyenda. No parecía el tipo que había volado a la Antártica para escribir un poema en el aire. Ni de lejos.


Romero y él estuvieron cerca de Wieder. Lo escudriñaron hasta asegurarse de su identidad. Salieron del lugar, pero a los pocos minutos Romero regresa solo a encararlo, acaso a ejecutar una venganza del pasado, una vendetta del silencio de los derrotados y desaparecidos o solamente para alcanzar una gloria personal. Minutos después de ese encuentro regresa Romero, tranquilo y llevando unos papeles bajo el brazo.

Estrella Distante es historia y alegoría a la vez. Una novela que narra los caminos divergentes, sinuosos y hasta encontrados de miembros de la sociedad chilena posterior al golpe de estado de 1973. Es a su vez una apología de la literatura vista como ficción y constancia, como creatividad y modo de vida.

Y el título es sorprendente por las múltiples implicancias: un Chile alejado, una patria ausente vista ya sea desde su propia geografía o desde el exilio. Una luminosidad parpadeante, inquietante y difícil de alcanzar como la literatura. Una personalidad brillante, lejana a causa de su maldad, incomprendida e incomprensible. Una ilusión que en lontananza es atractiva pero de cerca podría destruir ¿el poder? ¿Las utopías?

Quien sabe. Lo cierto es que Estrella Distante es una pieza de filigrana literaria, corta pero contundente.

1 comentario:

Anónimo dijo...

una gran novela, de lo mejor de bolaño. ese final, cuando se encuentra con wieder, ya despojado de su aura maldita, se quedará conmigo para siempre.